TRUCOS por ALBERT PUERTO
Vida a bordo
Armarios prácticos
Pasan las horas, pasan los días, y todo el interior del barco es un pequeño mercado de los más variopintos enseres personales. Al navegar se comparte un espacio y es deber de todos mantener la habitabilidad y comodidad a bordo. Es una cuestión de orden. No se trata del nuevo orden mundial, sino del simple orden cotidiano.
La solución más sencilla y aséptica es mantener los enseres propios siempre dentro de las bolsas de viaje. Por supuesto, serán flexibles y ligeras, nada de maletas. Las bolsas se pueden cambiar de lugar fácilmente, y también permite localizar los enseres personales rápidamente pues cada bolsa tiene su respectivo propietario. Este cuanto a la convivencia en el espacio también se debe hacer extensivo a los sacos de dormir, paisaje interior que desgraciadamente se observa en algunas embarcaciones. Una vez utilizado y aireado cada saco se guardará en su bolsa específica.
Herramientas
La imprescindible carraca
La carraca es se usa generalmente sobre tornillos de cabeza hexagonal, tanto si están en lugares escondidos como al ras, pero facilitando el movimiento giratorio del tornillo convirtiéndolo en un suave vaivén.
En el mango de la carraca se pueden seleccionar tres posiciones: a derechas, a izquierdas o fijo y sobre él se aplican distintos prolongadores, transmitiendo el movimiento de giro.
Al extremo del prolongador, si se usa, se acoplan los vasos que asientan sobre el tornillo. Los vasos van numerados según su calibre, ya sea en métrica (en milímetros) o imperial (en fracciones de pulgada), aunque también se pueden acoplar terminales Allen, de estrella (PH, PZ), plano, torx… según el tornillo del que se trate.
Para trabajos muy precisos existen carracas dinamométricas, o que permiten apretar un tornillo o tuerca hasta una fuerza conocida y limitada.
Seguridad
Información para la tripulación
Cada categoría de navegación tiene asignado un listado de equipo y requerimientos para garantizar la seguridad. Podrán ser más o menos discutibles, pero su cumplimiento (y no hablo desde el aspecto legal) otorgan al barco de un elevado nivel de seguridad. El grado de seguridad de la embarcación es responsabilidad directa del patrón. Él sabe (o debe saber) el estado real del equipo. Fechas de caducidad, estado de mantenimiento, operatividad… Esta información, de carácter vital, debe ser conocida por toda la tripulación.
Un lugar lógico para almacenar esta información de seguridad es en una carpeta dedicada a tal fin y convenientemente rotulada en la mesa de cartas. Mejor aún, en un dossier pegado bajo la tapa de la mesa de cartas. Este dossier debe contener un plano de la situación del equipo e instrumentos básicos relativos a la seguridad. Por ejemplo, balsa salvavidas, chalecos, arneses, reflector radar, linternas estancas, pirotecnia, botiquín, sirena, caña de respeto, luces de navegación de emergencia, velas de tiempo duro. También deberá contener un listado del equipo con el estado y su caducidad, que se revisará y pondrá al día periódicamente.
Por último, es aconsejable también incluir instrucciones simples de uso de la balsa, radio, comunicaciones de emergencia, sistemas de pedir auxilio, checklists de emergencia…