Si algo han confirmado las tres primeras semanas de regatas con los actuales AC75 es que los defensores de la Copa América parecen estar un escalón por encima de sus rivales. La incógnita es si en octubre seguirán estando en condiciones de ganar al mejor de los desafiantes.
Autor: Kiku Cusí
Todos los participantes coinciden en que la mejor manera de seguir mejorando es compitiendo. Y desde el 9 de septiembre los únicos que competirán serán los cuatro semifinalistas de la Copa Louis Vuitton, que seguirán su curva de aprendizaje ascendente.
El Team New Zealand, en cambio, no podrá mejorar enfrentándose a ninguno de sus potenciales rivales. Deberá, por tanto, buscar la forma de evolucionar su rendimiento sin poder compararse con otro barco al lado. Sí seguirá espiando a los desafiantes, pues los datos registrados en cada barco durante las regatas se ponen a disposición de todos los equipos.
Y lo que tampoco podrán hacer los neozelandeses es seguir practicando las situaciones que solo se producen en una regata, desde las salidas a los marcajes pasando por las maniobras y la velocidad a la que deben tomarse algunas decisiones tácticas.
Pero no todo son inconvenientes para el defensor. Primero, porque tiene a su disposición mucho tiempo, más de un mes, para seguir su propio programa de desarrollo tecnológico, sin los inconvenientes de tener que regatear cada día sin poder cambiar los elementos del barco durante una competición.
La superioridad kiwi no solo se manifiesta en el agua. La manera en que su equipo de tierra solucionó las graves averías provocadas al caer el barco desde varios metros de altura cuando falló la grúa que lo sacaba del agua, impresionaron a todo el mundo: en tan solo 30 horas el Taihoro estaba de nuevo en condiciones de seguir compitiendo. Y ganando.
Sigue leyendo todos los artículos de Kiku Cusí y no te pierdas detalle: