El radar siempre ha sido uno de los equipos favoritos de los navegantes. Cuando apareció en la náutica de recreo, se instaló primero en grandes yates; después, los avances técnicos permitieron reducir su tamaño y su consumo de energía, y migró a los barcos a motor y luego a los veleros. ¿En qué punto estamos hoy con las últimas tecnologías que han aparecido en el mercado?
Autor: Albert Brel
Un rápido recordatorio del desarrollo del radar
Los primeros radares no se instalaron en barcos, sino en tierra. Se utilizaban para vigilar la costa inglesa. Hubo que esperar hasta 1938 para que se instalaran en los buques del Almirantazgo. Al final de la guerra, la tecnología se había perfeccionado, lo que permitió utilizarlos en tierra, mar y aire. Hasta 1985, sólo los yates a motor estaban equipados con ellos. Las dos razones principales eran el elevado consumo de energía y el espacio que requerían. A partir de esa fecha, la llegada de las pantallas de cristal líquido, las nuevas tecnologías que permitían obtener una imagen a plena luz del día y la reducción del tamaño de la antena facilitaron su instalación en prácticamente todo tipo de embarcaciones de recreo, tanto de vela como de motor.
Del color a los microordenadores y el Wi-Fi
En la primera década del siglo, la llegada con fuerza de los ordenadores y la cartografía electrónica aportó nuevos elementos al desarrollo de los radares. Los modelos monocromos con pantalla de cristal líquido (LCD) dieron paso al color, y el tradicional radar fue sustituido paulatinamente por pantallas multifunción. Ya no hablamos de radar, sino de pantallas multifunción cuya función principal es la de lector de cartas. En concreto, se pasa a un monitor en color lector de mapas al que se puede conectar una antena de radar, una sonda de profundidad, etc. De hecho, toda la instrumentación de a bordo. A pesar de esta evolución, la conexión entre la antena y el radar sigue siendo por cable.
Para remediarlo, Furuno ha desarrollado un radar Wi-Fi. Este modelo, derivado del de antena cerrada DRS4D, incorpora un módulo que le permite comunicarse de forma inalámbrica con un iPhone o iPad. La aplicación, que puede descargarse gratuitamente, ofrece una interfaz totalmente táctil con zoom y movimiento de imagen que puede visualizarse desde cualquier punto de la embarcación. Se pueden utilizar dos iPhones o iPads simultáneamente.
Del magnetrón a la compresión de pulso
Hasta hace unos años, todos los radares estaban equipados con un magnetrón situado bajo la cúpula de la antena. La función de este elemento es transmitir y recibir la señal. Es una pieza clave e indispensable de un radar. Sin embargo, es frágil, consume energía y requiere un tiempo de calentamiento cuando se enciende el radar. Para superar estas limitaciones, todos los fabricantes han sustituido esta tecnología por la de compresión de pulso (radar Doppler).
Esta tecnología ofrece una serie de ventajas, entre las que destacan ausencia de tiempo de calentamiento, menor consumo de energía y una imagen más fina, lo que facilita la distinción de los objetivos visualizados en distintos colores, por ejemplo rojo si existe riesgo de colisión. Además, la compresión de pulso ha permitido dotarlos de nuevas funciones.
Las nuevas funciones
Todos los fabricantes ofrecen nuevas funciones con compresión de pulso, como seguimiento de varios objetivos (hasta 100), doble escala, identificación instantánea de objetivos potencialmente peligrosos con cambio de color de verde a rojo, detección a corta distancia, detección mejorada de tormentas eléctricas, alarmas de colisión, etc. Y para pescadores que buscan bancos de peces, detección precisa y automática de aves en busca de sus presas.
Lo que ofrecen
Todos los grandes fabricantes (Furuno, Navico, Garmin, Raymarine) han optado por la nueva tecnología de compresión de pulso. Observamos, al consultar los catálogos 2023 de los fabricantes de equipamiento, que los antiguos modelos de magnetrón han desaparecido. Prácticamente todas las marcas ofrecen ahora las mismas funciones esenciales, incluida la función Objetivo, que identifica más de 100 objetivos y señala los potencialmente peligrosos cambiando de color (de verde a rojo). También el reductor de haz RezBoost para una detección más nítida, el modo ave para pescadores, el modo de doble escala para ver un objetivo cercano y otro lejano, la superposición de la imagen del radar sobre cartografía, etc.
Furuno
El radar de compresión de pulso Doppler Solid-State generación NeXT es compatible con NavNet TZtouch (V6.03), TZtouch2 (v7.01) y TZtouch3 (V2.01). Ofrece prestaciones de radar de haz en una antena cerrada de 19″ (49 cm). El modelo Wi-Fi (DRS4W) para iPad e iPhone sigue disponible.
Navico (Simrad, Lowrance, B&G)
Navico ofrece tres modelos de radares Halo bajo las marcas Simrad, Lowrance y B&G: el 20 (alcance máximo de 24 millas), el 20+ (alcance de 36 millas) y el 24 (alcance máximo de 48 millas). Uno de los puntos fuertes de estos modelos es su funcionamiento ultrarrápido (rotación de la antena a 60 rpm), lo que les permite detectar rápidamente objetivos cercanos a la embarcación (1,5 millas).
Raymarine
Hay dos modelos disponibles con el nombre Quantum: el CHIRP y el Doppler Quantum 2. En el CHIRP, la conexión Wi-Fi integrada permite la conexión inalámbrica a las pantallas y cartas electrónicas de Raymarine. Una característica clave del Quantum 2 Doppler es la capacidad de codificar por colores los blancos de radar para indicar si están entrando o saliendo de una zona. Esto es importante para evaluar el riesgo de colisión
Garmin
Garmin ofrece una amplia gama de radares de antena cerrada y de haz con potencias de 4 kW a 12 kW. El GMR Fantom 18X es un modelo idóneo para la náutica de recreo y cuenta con la última tecnología de estado sólido (efecto Doppler). Con una potencia de 50 vatios, tiene un alcance máximo de 48 millas y, lo que es más importante, puede detectar objetivos a pocos metros de la embarcación, sea cual sea su velocidad. Consciente de que la energía es un factor crucial en un barco, una función le permite ahorrarla ajustando la potencia según sus necesidades, así como los periodos de actividad e inactividad hasta el segundo..
Nuestra opinión
Las generaciones anteriores de radares de magnetrón eran una sola unidad, una antena conectada por un cable de gran diámetro a un monitor específico. Con la nueva generación de radares de compresión de pulso, la señal se procesa en la antena (cerrada o haz) y luego se transmite a una pantalla multifunción a través de un pequeño cable. Si ya hay a bordo una pantalla de este tipo con entrada de radar, sólo puede recibir una antena de la misma marca. Si no tienes una pantalla multifunción, éste es el primer equipo que necesitarás.
Vienen de serie con un lector de mapas y pueden conectarse con un gran número de dispositivos compatibles (sonda, GPS) y, por supuesto, radar. La mejor opción es un dispositivo multifunción con interfaz NMEA 2000. Esto permite recoger y visualizar una amplia gama de datos, desde los del motor (velocidad, temperatura, presión, etc.) hasta datos de navegación (GPS, anemómetro, compás, etc.), pasando por equipos de ocio (televisión, música, etc.).
Antes de hacer una compra, hay que pensar detenidamente qué equipos a bordo son compatibles y qué se piensa instalar.