La lista de cosas que se han de hacer en un barco es interminable, al igual que los consejos y las sugerencias. Pero lo importante es lo que nunca se debe hacer, lo que se debe evitar a toda costa. TEXTO E ILUSTRACIONES: ISIDRO MARTÍ.
- Poner gasóleo en el depósito de agua
Parece imposible pero ocurre. Llegamos a la gasolinera tras una larga cola en plena temporada, con prisas, y detrás de nosotros hay tres barcos a la espera. Es muy fácil confundirse, y más si el barco es alquilado y no lo tenemos por la mano.
- Poner agua en el depósito de gasóleo
Suele ocurrir cuando le encargamos el oficio a un tripulante voluntarioso pero despistado. Hay que marcar bien los tanques y sus accesos.
- Dejar el motor fueraborda sin mantenimiento
No es raro olvidarse del motor en un cofre. Se ha de llevar a un mecánico para el mantenimiento o lo haremos nosotros si somos manitas. Se ha de evitar a toda costa que el agua de mar se quede dentro del circuito de refrigeración.
- Dejar el bimini puesto todo el invierno
Los temporales y el sol lo someterán a un duro castigo. Se han de desmontar capotas y toldos que no sean necesarios.
- Velas envergadas sin fundas
Los génovas enrollables han de llevar protección solar, y la mayor ha de tener su funda puesta. Incluso es conveniente desenvergarlas y guardarlas si no se usarán durante meses.
- Relojes de la electrónica sin tapa
Todos han de estar protegidos durante el tiempo que no estén en uso.
- Tanques de combustible casi vacíos
Se han de llenar al máximo al acabar la temporada. Evitaremos así la condensación y la acumulación de agua. Además en el fondo del tanque se acumula la suciedad y no es bueno apurar el tanque.
- Usar amarras con restos de escotas y drizas.
Es un error muy común de los navegantes a vela. Los cabos que se usan en la maniobra con las velas no estiran a penas, y eso no es bueno para las amarras en invierno. Se han de utilizar cabos de amarre fabricados al uso, para que trabajen bien ante los estrechones producidos por el mar una vez atracados con mal tiempo.
- Bombona de butano puesta
Si no vamos a utilizar el gas durante el invierno es conveniente retirarla de su estiba, porque se oxidará inútilmente, deteriorándose y ensuciando su receptáculo. Se guardará en un lugar convenientemente ventilado con el tapón debidamente colocado.
- Sentina con agua o aceite
Al acabar la temporada se limpiará y vaciará la sentina. Si hay restos de aceite o combustible nunca se verterán al mar, serán retirados con cuidado y depositados en un servicio Marpol del puerto. Una sentina seca y limpia nos dirá en futuras revisiones si entra agua o hay pérdidas del motor, de los tanques de combustible o incluso de los de agua dulce.
- Dejarse una escotilla abierta
En fin, es algo que pasa más a menudo de lo que debería. Nos solemos ir del barco cansados, y hay muchas cosas en la cabeza del patrón: cerrar el gas, comprobar las amarras y la estiba. Un tripulante despistado, un amigo o nosotros mismos nos podemos olvidar una escotilla abierta, o mal cerrada, que también ocurre. Revisaremos minuciosamente todas las escotillas, portillos, tambuchos y lumbreras.
- Ropa mojada a bordo
Trajes de agua, chalecos salvavidas, ropa, colchas, fundas, colchones, servilletas, manteles. Todo ha de estar convenientemente seco y aireado antes de finalizar la temporada. Incluso es bueno llevarse la mayor cantidad de ropa a casa. Evitaremos que acumule humedad y olores. Sólo dejaremos lo imprescindible.
- Dejar los fondos para última hora
Excepto en el caso de participar en regatas, es bueno hacer los fondos en temporada baja. Es más barata la grúa, el precio del patio carena por día, y se pueden encontrar los ánodos de sacrificio de repuesto con facilidad.
- Navegar solo
Se ha de navegar siempre acompañado. Cualquier imprevisto o problema se puede convertir en un drama en caso de estar solos. He navegado en solitario y conozco el placer de la soledad, pero la navegación deportiva consiste en disfrutar, pasarlo bien y evitar riesgos y accidentes. En casos excepcionales de navegación en solitario se han de extremar los protocolos al máximo: arneses de seguridad y evitar caer por la borda en maniobras absurdas. Llevar un buen equipo de radio y teléfono móvil.
- Llevar zapatos
Se ha de navegar siempre con calzado al uso. Si se circula descalzo por cubierta, el golpe contra un herraje está asegurado, además que el equilibrio es peor.
- Barco olvidado varios meses
Lo peor que le podemos hacer al barco. Las embarcaciones quieren navegar, estar en uso. Dos veces al mes como mínimo es imprescindible pasar por el barco, abrirlo, poner los motores en marcha, ventilar, utilizar el circuito de agua dulce, los aseos, las luces de navegación y las interiores, poner el cargador en marcha, conectar el barco a tierra y, si se puede, navegar un poco.
- Comida a bordo
Se ha de sacar toda la comida perecedera y las latas sobrantes.
- Neveras cerradas
Si no están en uso, las neveras han de quedar limpias y ventiladas.
- Gritar
El patrón evitará levantar la voz a sus tripulantes. Sólo es necesario hacerlo en caso de que la maniobra sea crítica y haya mucho ruido alrededor, cosa que ocurre excepcionalmente en temporales o regatas. Cuando un patrón grita demasiado es que lo está haciendo mal.
- Embarcar a bordo nervios, prisas y tensiones
Es la más importante de todas. Una cosa es que subamos a bordo con estrés acarreado durante la semana o el año y el barco nos ayude a relajarnos. Pero en tierra de se han de dejar las prisas y los nervios. El reloj que funciona bien dentro de un barco ha de ir infinitamente más lento que el que utilizamos a diario. El barco ayuda a pasarlo bien, disfrutar y relajarse, pero los actores principales somos nosotros y el director de orquesta es el patrón. No se ha de salir al mar precipitadamente, se ha de hacer con el barco bien preparado, equipado, con una consulta previa del parte meteorológico que nos asegure una buena travesía y con una tripulación descansada que pueda hacer bien las maniobras y vele las guardias nocturnas sin ningún tipo de problema.