Durante la navegación podemos observar —y sufrir— diferentes formas y fenómenos meteorológicos. Vamos a enumerar y estudiar brevemente algunos de ellos.Texto e ilustración de Isidro Martí
El chubasco es un fenómeno que se caracteriza por su corta duración y por las violentas variaciones y rápidas de su intensidad. Se produce por la inestabilidad de masas de aire en su estratificación.
Pueden ser de agua, nieve, viento, de agua y viento y de granizo. El chubasco de agua es una precipitación producida por una nube densa y oscura que viene acompañada de fuertes vientos racheados. Las variaciones de la intensidad y dirección del viento son bruscas, el cielo presenta claros y la lluvia es muy intensa y de poca duración.
Se pueden prever porque se presentan como nubarrones bajos y oscuros en forma de cumulonimbos que se desplazan a bastante velocidad, y van acompañados de un telón de lluvia, mientras que en la superficie del mar que le precede se observan borreguitos sobre las olas por el viento que les acompaña.
El chubasco de viento es un cambio brusco de su intensidad y a veces de dirección, que se presenta con gran frecuencia estando el cielo despejado, lo cual los hace especialmente peligrosos porque no avisan, ni en forma de nube ni precipitaciones.
La tromba de agua
La tromba de agua es un pequeño tornado originado por la convergencia de aire frío que acude a ocupar un lugar determinado, el cual estaba con una temperatura superior, en el que el aire caliente tiende a ascender. Al coincidir debajo de una nube cumulonimbo, la parte inferior gira sobre sí misma formando un cono invertido o embudo que va descendiendo hasta la superficie del mar. Este embudo se va estilizando a medida que va aumentando la velocidad de giro y llega a tomar forma de una manguera, por eso también se le llama manga a la tromba. Esta manga llega a tener entre diez y veinte metro de diámetro.
Antes de entrar en contacto con el agua se forma en la superficie un torbellino giratorio que eleva el agua de mar unos metros en forma de cono que acaba uniéndose con el de la nube. No suelen durar mucho rato, entre diez minutos y media hora, y al ser los vientos de gran violencia pueden originar mar gruesa a su alrededor y en el vórtice, donde evidentemente se produce una succión, todo ello de gran peligro, sobre todo para las embarcaciones menores.
Algunas trombas no llegan a alcanzar el mar y permanecen suspendidas como si colgaran de la nube. En el interior de la tromba hay grandes cantidades de agua, en la parte baja salada y en el resto agua dulce, incluso en forma de granizo.
Tanto los chubascos como las trombas se producen con frecuencia en las costas mediterráneas españolas a final de verano, cuando la mezcla de calor, humedad y las primeras masas de aire frío en altura forman un coctel explosivo.
El tornado y las descargas eléctricas
El tornado es un fenómeno como el de la tromba marina, pero que se produce en tierra.
Fenómenos eléctricos, acústicos y ópticos.
Los rayos los generan las partículas positivas en la tierra y negativas en las nubes de desarrollo vertical como los cumulonimbos. Cuando un cumulonimbo alcanza la tropopausa, las cargas positivas de la nube atraen a las negativas. El rayo es el movimiento de cargas a través de la atmósfera. Esto produce un efecto de ida y vuelta, al subir las partículas instantáneamente regresan causando el efecto de que los rayos bajan. Un rayo puede generar una potencia instantánea de 1 gigawatt (GW), mil millones de vatios, pudiendo ser comparable a la de una explosión nuclear.
Cómo se inicia la descarga eléctrica sigue siendo un tema de debate. Se cree que el hielo es el componente clave en el desarrollo, propiciando una separación de las cargas positivas y negativas dentro de las nubes.
Los rayos pueden producirse en las nubes de cenizas de las erupciones volcánicas, o pueden ser causados por violentos incendios forestales que generan polvo capaza de crear carga estática.
El relámpago es el fenómeno luminoso consecuencia del rayo y el trueno se debe a la gran expansión y súbita contracción que se produce en el aire próximo al rayo que se calienta enormemente.
La caída de un rayo en una embarcación suele verse beneficiada de que el mismo pase directamente al mar, por lo que no se produce la explosión que sí se da en tierra. En los veleros de palos de aluminio se conecta un grueso cable de cobre desde la base del mismo hasta los pernos metálicos de la quilla precisamente para facilitar las cosas a la transmisión de la potentísima carga eléctrica. Eso sí, los daños en los aparatos electrónicos y las brújulas del barco serán irreparables.
Fuego de San Telmo
Lo provoca una diferencia de potencial eléctrico considerable entre el barco y las nubes. Esa diferencia de electricidad estática trata de equilibrarse en las partes más altas del barco, los palos o los mástiles. Cuando esto sucede aparece un resplandor flamante en el extremo más alto de los palos y la jarcia. Al desaparecer produce una explosión sorda o apagada que es inofensiva, y puede asemejarse a un rayo.
Rayo verde
Al ponerse el sol, el pequeño segmento del disco solar que resta antes de desaparecer se puede volver de color verde esmeralda o verde azulado en el último momento. Este fenómeno óptico se debe a la desigual refracción de los diferentes colores que forman la luz blanca.
Los Halos y las Coronas son anillos luminosos con centro en el Sol o en la Luna de color blanquecino o con colores causados por la refracción de la luz. Esta refracción la causan los cristales de hielo de las nubes altas. La Corona se distingue del Halo porque es de menor tamaño, y la produce nubes medias delgadas que permiten el paso parcial de la luz.
Espejismo
Se debe a la refracción anormal de los rayos luminosos en las capas que componen la Atmósfera, estratificadas en función de la temperatura.