Las nuevas generaciones de motos acuáticas, además de ser una opción estupenda para disfrutar del mar desde dentro, su utilidad no se limita al recreo, sino que además son excelentes aliadas para el control de las costas, salvamento marítimo e incluso en labores de limpieza en zonas inaccesibles para otro tipo de embarcaciones.
Nuevas generaciones de motos acuáticas
La evolución de los deportes acuáticos ha dejado de ser una mera curiosidad para convertirse en un fenómeno global que promete diversión y aventura. En este contexto, las motos acuáticas se han posicionado como una de las opciones favoritas de aficionados y profesionales.
Su facilidad de maniobra, a diferencia de embarcaciones más grandes, las convierten en el vehículo idóneo para situaciones en las que se necesita navegar con facilidad, esquivar obstáculos y acceder a zonas menos exploradas como calas escondidas, cuevas marinas o manglares.
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De igual forma su utilidad no se limita al recreo; en muchas playas del mundo, los equipos de salvamento utilizan motos acuáticas para llegar rápidamente a personas en peligro debido a su rapidez y facilidad de maniobra o también para el control y vigilancia. Las autoridades pueden usar motos acuáticas para patrullar zonas costeras, marinas protegidas o áreas de interés, como puertos y marinas, en busca de actividades ilegales o para garantizar la seguridad.
Así, por ejemplo, la policía marítima de algunos municipios, como es el de Sant Antoni en Ibiza, cuenta con motos náuticas que les permite acceder a calas inaccesibles para otro tipo de embarcaciones y actuar de manera más rápida en la lucha contra la venta ambulante. También hay que reseñar que, gracias a la utilización de estas embarcaciones, la Policía Local contribuye a la preservación del patrimonio natural, como así se demostró en Xábia este verano cuando dicho cuerpo rescató a un cormorán que se había quedado enganchado en un hilo de pescar. Y, por supuesto, son una herramienta imprescindible a la hora de limpiar calas y playas con difícil acceso, como demostró Lucas del Paso, brand ambassador de Yamaha en el proyecto Clean the Sea, que llegó a recoger más de 230 kilos de basura en su travesía en moto de agua que le llevó desde Portugal a Italia el año pasado.
Las motos acuáticas, con su versatilidad y adaptabilidad, se erigen no solo como una herramienta de diversión, sino también como un vehículo que nos recuerda la importancia de cuidar y disfrutar de nuestros recursos acuáticos. Si respetamos las normativas y cuidamos del medio ambiente en cada salida, nos aseguramos de tener una buena experiencia y al mismo tiempo dar una buena imagen de las costas.
“El incremento de la utilización de motos de agua en las actividades de rescate demuestran que, gracias a la facilidad y rapidez para llegar a cualquier sitio y su fácil manejo, son las embarcaciones perfectas para los grupos de salvamento y socorrismo que trabajan en las playas. De hecho, hace tan solo unos días, los socorristas de la playa de San Ginés rescataron a bordo de motos de agua a un windsurfista que no podía regresar a la costa debido al temporal Dana”, comenta José Luis Fayos, coordinador de Disfruta Responsable.
La Plataforma Disfruta Responsable, que reúne a la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) y a las marcas de motos de agua, BRP-SEA-DOO y YAMAHA, ofrece unas recomendaciones a los usuarios para que utilicen estos vehículos de manera que todos puedan distraerse sanamente y se respete el medio ambiente. Se pueden encontrar fácilmente en su web o descargarse aquí