¿Sabes el gusto que da el poder llevarte contigo el barco a cualquier lugar de nuestra geografía sin tener que sufrir largas y costosas travesías? Que te apetece navegar por Mallorca con tu propia embarcación… ¡Pues no hay problema! La enganchas al coche y cruzas en ferry.¡De Barcelona a Mallorca en un suspiro! Y luego a conducir hasta la rampa de botadura que más te convenga para comenzar a gozar por el tramo de costa más interesante. Así de fácil es llevarte contigo esta “camper del mar”.
Autor: Miguel Ángel Álvarez Alperi, embajador Tourón para España y Portugal
¿Ahora entiendes por qué me tiene enamorado…
… el concepto de poder llevar contigo la lancha a cualquier parte? De navegar siempre en lugares diferentes. De no aburrirte nunca. De vivir una aventura nueva cada vez que la botas en una rampa diferente. Eso es lo que yo llevo haciendo toda mi vida: recorrer toda Europa con mi lancha a remolque en busca de los lugares más bonitos para navegar: Venecia, Croacia, Cerdeña, Baleares, Canarias… Ríos, mares, océanos, embalses… cualquier lugar me vale con tal de sentirme vivo cual explorador contemporáneo. Y lo digo desde el punto de vista de un Capitán de Yate como yo, acostumbrado a largas travesías oceánicas y singladuras en solitario de varios meses con mi ketch nórdico de 38 pies. La náutica remolcable tiene infinidad de ventajas y es la mejor puerta de acceso para los que quieren sentir el enorme placer de tener su propio barco pero sin tener que sufrir los habituales inconvenientes de las embarcaciones a flote: los costes añadidos de los mantenimientos y los amarres. De no ver tu barquito envejecer bajo el sol y el salitre, comido por el caracolillo, abandonado a flote en cualquier marina por la falta de tiempo. Porque con un barco remolcable navegas cuando quieres y siempre lo tienes listo para la aventura. Protegido en una nave, en un garaje o en el jardín o el huerto de tus familiares.
¿Qué te voy a ofrecer en este post?
- Información sobre la travesía en ferry.
- Todo lo que no te puedes perder en el tramo de costa que va de Portopetro al Cap de Ses Salines.
- Rampas de botadura.
- Peligros en la costa.
- Valoración de la experiencia.
1. De Barcelona a Mallorca en ferry
En esta ocasión decidí cruzar con el barco a Mallorca desde Barcelona en ferry (coche + barco a remolque) en vez de navegando. La travesía con la compañía Balearia entre Mallorca y Alcúdia duró solo 5 horas y media. Salí de Barcelona a las 16:30 y llegué a las 22:00 h a Alcúdia. Se puede escoger entre desembarcar en Palma o en esta localidad del norte de Mallorca. Hay varios horarios disponibles. Además de Balearia, a Mallorca llegan las compañías GNV y Trasmed. Hay ferry a Mallorca desde Barcelona y Valencia.
El billete en el ferry de Balearia ida y vuelta para una persona y el convoy (coche más remolque de 9 m de largo) me costó solo 400 €. Era finales de septiembre, lo cual pudo influir en el precio… El coste de combustible si lo hubiera hecho navegando (unas 200 millas ida y vuelta) hubiera sido similar.
Me pareció mejor idea ir 5 horas y media paseando por el ferry o durmiendo la siesta en sus cómodas butacas que tener que ir al timón sin piloto automático durante todo ese tiempo […] Eso si las condiciones de la mar permitieran ir a 18 nudos de velocidad crucero. Así no hay parte meteorológico que tener en cuenta y sabes fijo a qué hora vas a llegar.
Esta Quicksilver Activ 705 Weekend tiene la categoría C de navegación, lo cual significa que solo puede navegar por las zonas de navegación 4, 5, 6 y 7. Esto significa que no se puede alejar a más de 12 millas de la costa. Así que sería ilegal hacer la travesía navegando. La titulación que tengas también es crucial. Este barco se puede llevar con el título de Patrón de Navegación Básica (hasta 8 m de eslora sin limitación de potencia en navegaciones nocturnas y diurnas). Y con el PNB solo se puede navegar a 5 millas de la costa. Así que no te queda otra que cruzar en ferry.
2. De Portopetro al Cap de Ses Salines, uno de los tramos de costa más bellos de Mallorca
Lo que más me gusta de esta travesía es que en tan solo 11 millas de costa (las que hay entre Portopetro y el Cap de Ses Salines) te encuentras con todo con lo que soñamos los que nos gusta disfrutar del mar con una barquito como este: calas preciosas, fondeaderos donde pasar la noche cómodos y seguros, cuevas a las que acercarse navegando, puertos pesqueros con encanto y tramos de costa virgen y de difícil acceso desde tierra. Hay calas como cala Màrmols a las que cuesta mucho llegar caminando, y acantilados preciosos, llenos de cuevas espectaculares y pedreras (canteras de piedra marés) que les han ido proporcionando unas formas muy curiosas y atractivas.
Comenzamos a navegar desde Portopetro aprovechando su rampa de botadura pública. Portopetro es un puerto natural precioso donde hay un club náutico y unos pocos amarres gestionados por Ports IB directamente. Además de los amarres hay un campo de boyas gestionado por el Club Náutico Portopetro que ocupa casi la totalidad de la superficie disponible, así que aquí es muy complicado poder fondear. El lugar tiene mucho encanto y es un sitio muy agradable para cenar o comer en sus restaurantes junto al mar. De hecho, el de Ca’n Martina monta las mesas casi dentro de la misma rampa, lo cual provoca que al botar la embarcación tengamos que pasar casi rozando a los comensales.
Este humilde puerto nunca tuvo mucho tráfico marítimo. Aquí se venía antiguamente a buscar refugio, embarcar piedra de Santanyí y frutos secos; y los piratas desembarcaban para saquear y hacer aguada (había dos fuentes). Por eso se construyó en el s. XVII la torre defensiva que protege la entrada del puerto. Si encuentras amarre o logras fondear te recomiendo que hagas una excursión hasta la torre y el pequeño faro de Portopetro, desde donde hay muy buenas vistas. Se llega caminando por las calles de la urbanización o directamente por la orilla, por la zona de dominio público, saltando entre las rocas.
Rumbo al Parque Natural de Mondragó
Partiendo de Portopetro comenzamos a navegar hacia el oeste y muy pronto llegamos al Parque Natural de Mondragó, donde hay tres opciones de fondeo a cada cual más apetecible. Justo en el centro de la cala hay muy buenos fondos de arena y sitio para yates de casi cualquier eslora. Es un lugar muy frecuentado, así que tendrás que madrugar para encontrar sitio, aunque con nuestra barco de 7 m de eslora encuentras hueco seguro. Hay un lugar que me encanta para este tipo de esloras tan pequeñas y manejables. Se trata del conocido como Caló d’en Perdiu, que es ese estrecho entrante con fondos de arena que se ve justo al centro de la imagen, en la orilla inferior. Además de este rincón tienes el caló des Borgit y sa Barca Trencada, ambos con fondos de arena (sobre todo el primero) y muy recomendables para esloras como la nuestra.
Si fondeas en el centro de la cala de Mondragó tienes que acercarte con la auxiliar a ver la cueva que hay en la punta que separa el Caló des Borgit de ses Fonts d’en Alis. Si te agachas puedes pasar de un lado al otro navegando, ya que está horadada. Siempre que vayas a entrar en cuevas de este tipo cerciórate de que no entren olas en ese preciso momento que te empujen contra el techo o los laterales.
La postal que estabas buscando
Desde el Parque Natural de Mondragó al puerto de Cala Figuera solo hay dos millas de navegación. Este bonito puerto natural es como una auténtica postal mediterránea que además cuenta con una rampa de botadura, aunque no es practicable para una embarcación tan grande como la nuestra, porque la rampa es muy estrecha y no hay mucho hueco para hacer la maniobra, así que solo la recomiendo para embarcaciones de no más de 5 m de eslora. Merece la pena acercarse a ver el puerto, aunque te aviso de que es muy difícil encontrar sitio para amarrar y desembarcar. Los amarres disponibles para transeúntes son pocos y están por fuera del espigón, en una zona muy poco cómoda (no para de moverse el barco) que habilitan solo durante el verano. Si logras amarrarte y bajar a tierra te recomiendo que des un paseo entre las casitas de pescadores y las barquitas amarradas dentro de esta cala. Hay decenas de fotos que hacer. El faro que hay a la entrada es, por el contrario, muy poco fotogénico. Se encuentra junto a la torre vigía d’en Beu, y se construyó sin el encanto de los faros de antaño. Destaca por su voluminoso radar. Muchos visitantes se contentan con acercarse al acantilado y obtener un punto de vista más elevado del puerto de Cala Figuera.
Cala Santanyí y la escalada más difícil del mundo
De cala Figuera a cala Santanyí tan solo hay milla y media de navegación frente a un tramo de costa alto y acantilado. Tan pronto llegues a esta cala, siempre abarrotada de turistas nadando con todo tipo de artilugios flotantes (extrema las precauciones, porque suelen estar por fuera de la zona de baño balizada) te vas a fijar sí o sí en un islote que hay junto a la orilla que forma un puente natural espectacular. Se trata del famoso arco de Es Pontàs, que además de un capricho geológico que no se cansan de fotografiar los turistas, es el primer psicoblock (modalidad de escalada sin arnés ni cuerdas de seguridad) de noveno grado, y una de las escaladas más difíciles y espectaculares del mundo.
El Caló des Moro y s’Almunia, hervidero de instagramers
Es cierto que ya que pasamos por aquí hay que acercarse a ver la que probablemente sea la cala más famosa y masificada de Mallorca, hasta la que llegan centenares de turistas cada día para bajar, hacerse la foto y seguir, pero hay que admitir que si lo que buscas es tranquilidad, este no es tu sitio. Aquí llegan decenas de barcos y lanchitas a cada momento y es difícil no estar preocupado de que te den o se enganchen con tu fondeo. Así que, lo mejor, es acercarse a verlo y seguir la travesía. Lo mismo que hacen los turistas. Pero si te quedas tienes que acercarte nadando a ver la cueva que hay por babor, dentro de la cala. Y hablando de cuevas, la más espectacular está por fuera de la cala, entre el Caló des Moro y s’Almunia.
De s’Almunia al Cap de ses Salines, la costa más salvaje
En este tramo de costa de 4 millas de extensión tan solo hay un par de fondeaderos donde refugiarse. Se trata del Caló des Marmols y Cala Figuereta. El resto es todo costa acantilada sin posibilidad de resguardo. Aunque, eso sí, repleta de alicientes. A media milla al SW de s’Almunia te encontrarás con las cuevas más espectaculares. Son dos y ambas forman puentes naturales. Se encuentran justo antes de la punta de Ses Guardies y se conocen como sa Cova Foradada. Son realmente espectaculares y merece la pena acercarse a verlas.
Al poco de superar las cuevas ya nos encontraremos con la primera de las dos opciones de fondeo. Se trata de cala Figuereta, que no tiene playa, y, por lo tanto, es un lugar mucho menos concurrido que cala Marmols. Aún así, como a cala Marmols solo se puede llegar caminando desde el Cap de ses Salines (una ruta senderista preciosa que discurre al borde de los acantilados con unas vistas del Parque Nacional de Cabrera realmente espectaculares) es normal no encontrarse con muchos bañistas. Bañistas no, pero lanchas y barcos como el nuestro, ¡a puñados!. Lo bueno es que a partir del atardecer aquí no queda nadie, y entonces puedes encontrar sitio para hacer noche fondeado.
El tramo de costa que va desde Cala Marmols al Cap de ses Salines va disminuyendo en altura y los acantilados cada vez son más bajos. Pero antes de llegar a las aguas cristalinas y luminosas del cabo debido a sus fondos de arena y poco fondo la costa nos reserva una nueva sorpresa. Se trata de sa Cova de sa Plana, otra cueva en el acantilado realmente espectacular. Si la mar lo permite os recomiendo acercaros y desembarcar para explorarla. Vista de muy cerca, e incluso estando dentro, la sensación de pequeñez es impresionante. Pero para sentirlo hay que llegar nadando o con una pequeña neumática auxiliar.
3. Rampas de botadura entre Portopetro y el Cap de ses Salines
En estas 11 millas de costa podemos contar con dos rampas de botadura, ambas de pago (aunque muy económicas) y gestión directa por Ports IB. Se trata de la rampa de Portopetro y la de Cala Figuera.
Entre las dos escogí la rampa de Portopetro por la facilidad de la maniobra teniendo en cuenta que circulo con un remolque de casi 9 m de largo y 3 toneladas. Es de los mayores barcos que puedes llevar a remolque con un coche y tienes que pensar bien donde te metes, ya que el remolque no lo podrás soltar y girar a mano, ya que pesa mucho. Así que todas las maniobras deben hacerse con la potencia de tracción del coche, y nada se puede hacer “a mano”. Te recomiendo que planifiques antes las rutas que vas a seguir y los lugares que vas a escoger para botar la embarcación, sobre todo si circulas con un convoy tan grande como el mío.
4. Peligros en la costa
Esta costa es, en general, muy limpia, y no hay apenas rocas o bajos a los que prestar especial atención. Solo el bajo que hay por babor al aproximarse a s’Almunia desde el SW y el que hay a 75 m al SSE de la punta des Bancassos, entre Ses Guardies y Cala Figuereta.
5. Valoración de la experiencia
Tengo que admitir que estoy muy contento con este pequeño crucero a motor… Lancha, barquita cabinada… llámalo como quieras. Parece mentira que pueda caber un camarote, mesa para comer, nevera, cocina y baño en tan poca eslora. Y que puedas pernoctar y pasar largas temporadas con suficiente comodidad. Y los solárium (el de proa y el de popa) están muy bien resueltos y se disfrutan mucho. Pero lo mejor de todo es saber que te lo puedes llevar por carretera a cualquier parte del mundo como si fuera una caravana. ¡Es la camper del mar!
La experiencia con nuestra Quicksilver Activ Weekend 705 por Mallorca ha sido, la verdad, muy positiva. Hay rampas suficientes, están en buen estado y son económicas. Cruzar en ferry es muy cómodo y práctico, y la temporada baja de octubre te permite conseguir precios muy asequibles, incluso en los amarres, que salían por unos 11 euros al día en los puertos gestionados por Ports IB. El barco se ha comportado muy pero que muy bien, y te permite dormir y vivir a bordo en él con mucha comodidad.
Así que no tengo más que buenas palabras. Y os invito a todos a que lo pongáis en práctica. Una semirrigida o una lanchita open a remolque de una autocaravana o camper o un crucero como el nuestro, que es como una caravana a remolque de un coche, es una magnífica idea. ¡Es el sueño de libertad hecho realidad!
Pronto volveré a desvelaros otros tramos de costa mallorquina perfectos para disfrutar con tu embarcación remolcable.
Sigue leyendo para conocer en detalle todo lo que puedes descubrir con la náutica remolcable: