El Oyster World Rally no es una simple regata. Es todo un acontecimiento, una aventura que abre los ojos a quienes desean descubrir un mundo nuevo. La flota de esta vuelta al mundo, la única organizada por un astillero que ofrece apoyo completo desde la fase previa de planificación hasta la llegada a la meta, está integrada por una treintena de embarcaciones que participa en un rally que recorrerá 27 destinos, a lo largo de 16 meses, en los que navegarán más de 27.000 millas.
Autora: Victoria Low
Las previsiones para participar en la próxima edición (2025-2026) de la regata organizada por el astillero británico Oyster Yachts son espectaculares. El número de solicitudes ha superado ya el número de inscripciones que se había contemplado en un principio y para la edición siguiente, prevista para 2028 y cuya inscripción se abrirá en junio de este año, ya hay más de 9.000 personas interesadas. La pregunta es inevitable: ¿cuál es el secreto de su gran atractivo? Y la respuesta es obvia: el formato del Oyster World Rally encanta a navegantes de todo el mundo, también a los españoles, que cuentan con dos tripulaciones participantes a bordo del Oyster 595 Mastegot y del Oyster 575 Ahlam.
En primera persona
Las embarcaciones Mastegot y Ahlam navegan con el resto de la flota que soltó amarras en la isla de Antigua el pasado enero. Están viviendo esta aventura en familia y pudimos hablar con ellas un poco después de haber llegado a las islas Marquesas, en la Polinesia francesa.
Ambas familias coinciden en sus deseos de explorar el mundo y para ellos es clave hacerlo acompañados.
“Nosotros somos una familia de Barcelona. Yo siempre he tenido el sueño de dar la vuelta al mundo navegando a vela, de aquí viene el nombre del barco Ahlam, que significa sueño en libanés, país donde nací”, comenta Toni-Nicolás Salame, que junto a su mujer Ana e hijos Carlos y Nicolás, están participando en esta edición del Oyster World Rally.
Para ellos este tipo de navegación aglutina el circunnavegar la tierra explorando lugares, experimentando situaciones, descubriendo culturas. El Oyster World Rally les permite fluir sin riesgo, realizar este tipo de travesías con absoluta garantía de soporte, antes, y durante las singladuras.
Pau Serracanta y Helena Sempere, una pareja también de Barcelona, tenían un sueño similar: navegar el mundo. “Tenía clarísimo que quería dar una vuelta al mundo navegando y con el Oyster World Rally tienes la flexibilidad de hacer lo que quieras y descubrir, por así decirlo, un mundo nuevo”, afirma Pau.
La oportunidad de explorar cada destino sin prisas es otro atractivo para esta nueva generación de aventureros.
El de esta pareja es un punto de vista algo diferente puesto que, además de navegantes, son surfistas y exploran spots de olas desconocidos, de los que hay poca información. “Es un añadido, pero aporta mucha magia al viaje, y Oyster te proporciona un extra de seguridad porque vas con una organización, pero puedes hacer lo que te apasiona, como el surf, en nuestro caso”, cuenta Pau. Por su parte, Helena afirma no considerarse una turista típica. “Hemos ido a sitios donde no puedes llegar en avión y hemos descubierto olas en las islas de San Blas y los cayos Chichime que eran para nosotros solos. Nos consideramos navegantes que vamos explorando y descubriendo sitios maravillosos a los que, de otro modo, resultaría muy difícil llegar.”
Ventajas de navegar en un Rally
En cada uno de los lugares de destino las tripulaciones del Oyster World Rally tienen la oportunidad de explorar y convivir con los residentes locales. En total es una experiencia con más de 35 destinos. Son más que vacaciones, es una oportunidad única y muy particular de vivir una aventura.
Una de las ventajas que brinda la organización es la flexibilidad a la hora de planificar la ruta y los lugares a visitar y explorar, dependiendo de los gustos, los deseos y también la agenda de cada tripulación. Para ello reciben el apoyo profesional de Oyster en todas las fases del proyecto, desde antes del inicio y durante todas y cada una de las etapas, facilitándoles así aspectos técnicos, turísticos, legales, etc.
Helena Sempere añade: “Te das cuenta de que sabemos muy poco del mundo. Aunque hemos navegado mucho, es increíble lo que hay por explorar, la cantidad de cosas que no sabemos y las cosas que tenemos que aprender en el mundo. También te das cuenta de que el turismo normal está muy ‘empaquetado’ y participar en un Rally como este ayuda abrir los ojos. Tenemos posibilidades de experimentar sitios que un turista normal no ve”.
¿La gran aventura o un modo de vida?
Puede que, a estas alturas, muchos de nuestros lectores hayan pensado que solo unos pocos privilegiados pueden permitirse el lujo de tomarse “un año sabático” y desconectar de sus vidas y quehaceres.
Lo cierto es que los planteamientos de los navegantes que participan en el Oyster World Rally son muchos y muy variados: hay quienes considera esta aventura como un “premio” a toda una vida de trabajo, hay quienes deciden hacer un “paréntesis” en su carrera profesional antes de tomar nuevos rumbos, y hay quienes simplemente trasladan la ubicación de su oficina para seguir con su trabajo habitual.
Siendo realistas, para muchos no sería factible participar en un evento como este y desconectar durante más de un año y medio de la vida normal. Precisamente por ello la mayoría de los participantes continúan teletrabajando mediante el sistema Starlink. En ese aspecto, el día a día prácticamente no cambia. Lo que sí cambia es el hecho de pasar de vivir en una casa y trabajar en una oficina a vivir en un barco teniendo la posibilidad de realizar tu trabajo a bordo, a la vez que exploras el mundo.
Según Pau Serracanta, “Seguimos en activo en los negocios. Ahora esta es nuestra manera de vivir, viajamos, estamos descubriendo y hemos buscado un estilo de vida, somos la definición de nómadas digitales.Técnicamente en lo laboral es lo mismo, aunque obviamente no es lo mismo trabajar desde un piso en Barcelona que a bordo de nuestro barco aquí en las Marquesas. Además, el aspecto social también es algo muy interesante. Dentro de la misma flota que participa en el Rally, encuentras gente con inquietudes muy similares a las tuyas y de nacionalidades muy diversas”.
Navegar el mundo con garantías
Los dos puntos de vista son muy diferentes; para la familia del Ahlam el Oyster World Rally es vivir la aventura de la vida y hacerlo con toda comodidad y seguridad y para los del Mastegot es una forma de vivir, de encontrar aventuras y explorar el mundo. Para ellos es su séptimo barco, pero el anterior también fue un Oyster, por lo que cuentan con una gran experiencia en la marca. Lo importante es que ambas familias encontraron en esta forma de navegar la posibilidad de recorrer el mundo con garantías de recibir asistencia o asesoramiento en el momento en que lo necesiten.
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