En el mercado central de Barcelona (Mercabarna) y en Madrid (Mercamadrid), el pescado fresco más vendido durante este año es el salmón de Noruega, que ha destronando la todopoderosa merluza, cuyo origen tampoco es al 100% nacional. Es sorprendente, si consideramos que España tiene 8.000 km de costa repartidas entre Atlántico y Mediterráneo y solo en Cataluña existen casi 200 especies marinas para consumir.
Texto y fotos: Anna Bozzano
¿Cómo ha podido calar tanto el salmón en nuestra dieta? Su color llamativo, su exquisito sabor, sus bondades nutricionales y su fácil preparación, lo han convertido en el pescado favorito de los españoles. Aunque no es oro todo lo que reluce ya que la gran mayoría del salmón que encontramos en las estanterías de los puntos de venta es de cultivos. Así, se ven alteradas sus bondades nutricionales, el color natural y su impacto sobre el medioambiente es motivo de acérrimas discusiones entre ambientalistas.
Se capturan más peces de los que se reproducen
El consumo mundial de alimentos acuáticos ha aumentado a una tasa media anual del 3% desde 1961, en comparación con una tasa de crecimiento de la población del 1,6%. Aunque, en lo que respecta al consumo per cápita, existen enormes diferencias entre países. El consumo de alimentos acuáticos creció de un promedio de 9,9 kg en la década de 1960 a 20,2 kg en 2020. Se prevé que esta tendencia siga y que se alcancen valores de 21,4 kg per cápita en 2030 (Datos de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Informe Sofia 2022).
En paralelo al aumento de la demanda de pescado, la fracción de las poblaciones de peces salvajes biológicamente sostenibles ha disminuido. Según la FAO el 33% de las poblaciones de peces a nivel mundial se encuentra actualmente sobreexplotada. Esto significa que se capturan más peces de lo que se reproducen, lo que pone en riesgo el equilibrio de los ecosistemas marinos. En el Mediterráneo el 80% de las poblaciones de peces estudiadas está en situación de sobreexplotación. ¡Afortunadamente el numero solo corresponde a las especias “estudiadas”, no a todas las especies!
Ser consumidoras cocientes
Es una ardua tarea, ya que la información pública relacionada con el consumo de productos del mar no llega al consumidor, ni se ha incluido en las escuelas el tema del mar. El alumnado está familiarizado con la semana de la fruta y de la verdura pero no con la semana del pescado. Esto ayudaría a medio y largo plazo a crear un colectivo más atento a la hora de consumir un producto u otro. Pero necesitamos también un cambio a corto plazo que ayude en paralelo a mantener en equilibrio las poblaciones de peces y a garantizar la supervivencia del sector pesquero.
Este equilibrio se alcanzaría exigiendo un compromiso conjunto de los gobiernos y de la sociedad civil, por un lado para intensificar la pesca y la acuicultura sostenible y por el otro para ayudar a la conservación de la vida marina y a la protección de los océanos sin prescindir del aporte nutricional tan necesario que aporta el pescado. Ambas acciones estarían alineadas con los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) nº 12 (cambiar el modelo actual de producción y consumo para conseguir una gestión eficiente de los recursos naturales)y nº 14 (Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible).
Así, cuando vamos a comprar pescado tenemos que exigir la información de trazabilidad obligatoria según el Reglamento (UE) nº 1379/2013 del Parlamento Europeo que nos proporciona el lugar de captura del pescado, la conservación, la presentación y el método de pesca. Porque no todas las técnicas de pesca tienen el mismo impacto sobre los ecosistemas marinos. Los pescados que proceden de la pesca artesanal de proximidad suelen ser más sostenibles si su población no está sobreexplotada. La información exigida debería complementar la habitual que se expone en los puntos de venta donde suele aparecer solo el nombre de la especie y el precio. Pero también deberíamos tener curiosidad por las especies menos conocidas que suelen ser las de proximidad y de temporada y no tener miedo en cocinarlas. ¡Vamos, que hoy en día hay tutoriales para todo!
La talla, un factor importante
Y nuestro compromiso con los productos del mar no se acaba aquí. Hay uno, fundamental, que no tenemos que olvidar nunca a la hora de comprar o consumir pescado y es la talla. Con esta actitud garantizamos que las poblaciones de peces se mantengan en equilibrio. Existen varias reglas en internet que se basan en datos científicos y que podemos descargar para guiarnos en nuestro día a día.
El consumo responsable de pescado es fundamental para preservar la salud de nuestros océanos y garantizar la disponibilidad de este recurso vital para las generaciones futuras. Al basar nuestras decisiones de compra en datos científicos y certificaciones de sostenibilidad, podemos desempeñar un papel activo en la conservación marina y fomentar prácticas pesqueras responsables. Juntos, podemos marcar la diferencia y asegurar que nuestros océanos continúen brindando abundancia y diversidad para las generaciones venideras. Y de tanto en tanto, claro, podemos seguir comiendo salmón.