El salón italiano mantiene sus intenciones de renovarse, con aportaciones que potencian el sector, tanto por parte de la ICE (Agencia Italiana de Negocios), como por la misma UCINA (Unión Nacional de Astilleros e Industrias Náuticas), como es la prolongación con otras dos ferias, una en abril en Génova del barcos usado, y otra en Venecia durante el mismo mes.
Italia no se resiste a perder posiciones en el mercado internacional, y a pesar de los conflictos internos de la asociación de empresas, el sector ha optado por una escapada hacia delante, con la organización de otros dos salones de ámbito internacional, como son uno dedicado al barco de ocasión, de 1 al 10 de abril en las mismas instalaciones de Génova, y otro en Venecia, del 21 al 25 de abril, destinado a la náutica de recreo en general.
Por otra parte el salón genovés adelantará en 2016 sus fechas, pasado su celebración a los días del 20 al 25 de septiembre, cuando siempre se había celebrado en octubre. Es la búsqueda de la competencia directa con Cannes o Mónaco, dos de los grandes del Mediterráneo que difícilmente podrán ser mínimamente eclipsados por el certamen italiano.
“En una situación de recuperación del mercado, nuestra ambición es agregar eventos, lo que puede traer más negocio a nuestros asociados. Es por esto que hemos acogido la propuesta de Venecia para cooperar en la construcción de un gran evento náutico —afirma Carla Demaria, presidenta de la UCINA Confindustria Nautica—. El Salón Náutico de Génova es, no obstante, nuestra principal referencia, con sus 55 años de historia, y mantiene una fuerza extraordinaria. La iniciativa que un nuevo salón en Venecia, “Puerta de entrada al Oriente”, esperamos que sea un complemento interesante para el sector.”
Como siempre, el salón de la Liguria sobresalió por la notable cantidad y variedad de la oferta expuesta al público. La tendencia positiva iniciada el pasado año para la para la vela se confirmó con las numerosas presentaciones y proyectos en desarrollo. Pero tampoco se quedó corto el segmento de los cruceros a motor de eslora media, con un buen número de primicias, además de las aportaciones del segmento de las neumáticas y semirrígidas, donde Italia todavía mantiene su supremacía. En total más de un centenar de novedades, tanto italianas como europeas y de EE.UU., con presencia de tres tradicionales marcas españolas como fueron Solé Diésel, Marine Bussines, y Minorchino, este año con su 34 pies, nominado a Barco Europeo del Año y representado por su distribuidor.
No obstante, otro año más todo parece indicar que, tras los esfuerzos realizados por la UCINA y la colaboración de la ICE, el sector náutico italiano va recuperando parte de su parcela del mercado.
Las cifras de Génova
Según la organización hubo 115.180 visitantes (un incremento del 5,4% respecto al año anterior).
El certamen ha contado con 760 expositores (65% Italia, 35% extranjeros).
Extensión de 200.000 metros cuadrados y 1000 embarcaciones expuestas (un 20% más que el pasado año).
Asistencia de 1.300 periodistas, de los cuales 140 extranjeros, pertenecientes a 130 países (un 27% más que el pasado año).
Un millar de actos y presentaciones.