Con esta unidad de 17,40 metros de eslora el astillero italiano Solaris se sitúa entre las mejores referencias europeas en veleros de crucero rápido personalizados de entre 50 y 80 pies. GERMÁN DE SOLER
La carena creada por Javier Soto Acebal para el Solaris 58, con roda invertida, una generosa manga de cinco metros, secciones de popa generosas con ligera arista y una bañera abierta, ancha y capaz, es ya toda una declaración de intenciones. Si nos fijamos después en la cubierta, totalmente plana y despejada, con las escotillas enrasadas y el acastillaje y toda la cabullería de maniobra —incluida la de palo—escamoteada bajo la teca, sin piano de mordazas ni winches a los lados del tambucho, el objetivo del diseño cobra todo su sentido: se ha buscado, por encima de todo, la limpieza de formas para crear una cubierta plana y totalmente libre de obstáculos.
El resultado es un crucero de formas afinadas y armónicas, con un perfil de caseta extremadamente bajo que no repercute sin embargo en detrimento de la altura interior.
Acorde con la idea general del diseño, tanto los lados del tambucho como la bañera también están libre de cabos y obstáculos: escotas, drizas, cabos de rizo… Todo corre oculto bajo las brazolas hasta los únicos cuatro winches situados frente a las ruedas de los timones, desde donde se controla todo. Ni siquiera la escota de mayor es un obstáculo para la circulación, ya que no hay carro sino que va anclada a un cáncamo central, una opción que no placerá a los más puristas tratándose de un barco con vocación de velocidad. En pocos veleros se hace tan evidente el objetivo del diseñador de crear un velero en el que la disposición de la maniobra no malogre la armonía del conjunto. Un objetivo, hay que destacarlo, perfectamente logrado.
Cubierta moderna
Desde el palo hacia proa, nada obstaculiza la circulación. Hacia popa, el tejadillo también está totalmente libre, ya que no hay pianos de drizas. En su lugar encontramos la cubierta de la toldilla, igualmente enrasada, que se despliega para dar protección a la entrada del tambucho y a la zona de descanso de la bañera. Ésta está distribuida en dos zonas bien diferenciadas, una de estar, con una mesa de dos alas abatibles y otra de maniobra situada tras los dos pedestales de gobierno inclinados hacia fuera que ofrecen así un ancho paso central. Desde aquí, bien asentados en las bandas, tenemos al alcance los winches desde donde controlamos todos los cabos de maniobra.
Un cofre a los pies de la entrada del tambucho esconde la balsa de salvamento, mientras que otros tres, situados tras las ruedas de los timones, permiten acceder al motor del fueraborda por el central y tener al alcance los pertrechos necesarios para el crucero en los dos de las bandas.
La popa totalmente abierta ofrece un excelente paso gracias a que el baquestay en pata de gallo hidráulico está anclado a las bandas, toda vez que el espejo, al abatirse, deja al descubierto el garaje del auxiliar, que se bota y se iza con pasmosa facilidad gracias a las guías con roldana y a un molinete de arrastre. En definitiva, una bañera espaciosa, limpia y bien organizada en la que una tripulación incluso numerosa se encontrará perfectamente a sus anchas.
Un interior diferente
El interior del Solaris 58 es amplio y luminoso y ofrece una distribución del espacio poco habitual. En efecto, la zona de cocina ocupa la parte delantera del volumen del salón, en vez de la de popa, y queda dividida en dos áreas: una a babor en U destinada propiamente a cocina con fregadero doble y dos neveras, y otra a estribor, también en U lo que produce una gran superficie de trabajo y permite otra nevera de gran capacidad y estiba en cajones y armarios bajo ella. Esta ubicación posibilita también disponer de numerosas taquillas superiores a ambas bandas, aprovechando la totalidad de la superficie superior del mamparo de proa.
Así pues, todo el volumen inmediato a la bajada por la amplia escalera del tambucho se destina a salón y comedor, salvo el rincón de la mesa de cartas, que está reducida a su mínima expresión. Algo poco corriente en cruceros de esta eslora pero cada día más habitual dado que la electrónica y las tabletas están relegando la función de las mesas de cartas al mínimo, y en algunos modelos ya a su total desaparición. Cuenta con un amplio sofá en L a babor en torno a una mesa y con dos sillas móviles con anclaje en el plan, mientras que en la otra banda puede optarse por el habitual sofá doble o, como en la unidad que probamos, por uno de asiento ancho que ejerce a la vez de chaisse longue doble.
Otro aspecto que se agradece es que las dos cabinas de popa, ambas con baño propio, no sean idénticas: mientras una ofrece dos literas individuales a diferente altura, la otra equipa una cama doble.
Para la cabina de proa, realmente espaciosa y bien equipada, el astillero propone dos opciones: con la cabecera de la cama en proa o con la cama a estribor y la cabecera adosada al mamparo principal. En ninguno de los casos se pierde estiba pero en la primera opción se sacrifica el doble sofá en la banda de estribor, para mantener la cama central exenta por ambos lados.
Una cuarta cabina destinada a marinería, con acceso desde cubierta y que dispone de wc y aseo propio, completa la distribución.
Navegación
Salimos a navegar con poquísimo viento y una configuración de mayor enrollable en botavara, génova 105 % y código 0, combinación elegida por el armador ya que las velas son siempre opcionales.
Con condiciones ola de fondo ola y 4,7 nudos de viento durante muy poco tiempo y navegando con Génova, logramos una velocidad en ceñida de 5,1 nudos y punteando a prácticamente 30° de aparente. La sensación a la rueda era excelente en estas condiciones, con un tacto sumamente fino, pero nos quedamos con las ganas de navegar en condiciones de viento más fuerte, en las que hubiésemos podido comprobar la efectividad de la roda invertida y el asiento que proporciona la arista viva de popa. Con todo, la sensación que obtuvimos es que nos encontrábamos a bordo de un barco ágil y rápido, que respondía con sensibilidad al timón y al que se le intuían buenas capacidades en velocidad.
A motor, con un Volvo Penta 110 D3 Saildrive y hélice de tres palas orientables MaxPro, el Solaris 58 rindió 9,3 nudos a 2.800 rpm (no las máximas ya que el Volvo Penta D3 debería dar 3.000 rpm) y de 8,4 nudos a un ritmo de crucero de 2.200 revoluciones.
Pocas sensaciones, pues, podíamos obtener dado el escaso viento, pero sí la constatación de que estábamos a bordo de un crucero muy mediterráneo, fácil de manejar, con la maniobra —que no veíamos pero intuíamos bien organizada bajo cubierta— pensada para manejar el barco incluso solos y con un elevado potencial como crucero rápido preparado en equipamiento y elementos de confort para pasar a bordo largas temporadas de vacaciones.
Características
● Eslora total: 17,40 m.
● Eslora de flotación: 16,00 m.
● Manga: 5,05 m.
● Calado: 3,20/2,85 m.
● Desplazamiento: 19.500 Kg.
● Lastre 6.800 kg.
● Superficvie vélica: 188 m2
● Capacidad de agua: 700 l.
● Capacidad de combustible: 500 l.
● Motor: 75 Hp (110-150 Hp opcional)
● Arquitectura: Javier Soto Acebal
● Diseño interior: Lucio Micheletti
● Astillero: Solaris Yachts.
● Importador: Solaris Yachts Ibérica. info@solarisiberica.com
● Precio: 980.000 euros, sin impuestos ni transporte.
CONSTRUCCIÓN
Casco y cubierta monolíticos construidos en infusión con resina viniléster. Mamparo principal estructural de 40 mm de composite laminado a casco y cubierta. Unión de casco y cubierta laminada. No hay contramolde interior, lo que facilita el acceso y la inspección de todo el barco. Las cuadernas y varengas integradas le confieren al conjunto continuidad estructural y evitan movimientos y deformaciones. Los cadenotes son también de composite y están integrados en la estructura. Pesos centrados para mantener el barco en su asiento ideal.
La opinión de [N&Y]
Diseño
+ Cubierta flush deck.
+ Perfil de caseta bajo.
+ Garaje de popa.
+ Cofres de estiba en el plan de la bañera.
— Tejadillo sin rompeaguas.
Cubierta
+ Concentración de maniobra en timonería.
+ Cabullería totalmente escamoteada.
— Mayor anclada en cáncamo.
— Mesa de bañera sin pasamanos, ni botellero o cofres.
Acomodación
+ Cocina a proa del salón.
+ Cabinas de popa no idénticas.
+ Excelente cabina de proa.
+ Sofá del salón.
FOCO EN
VÍDEO