Navegamos en la primera unidad del Solaris Power 55, el nuevo lobster creado por Norberto Ferretti y diseñado por el arquitecto naval Bruno Acampora.
Autor: Germán de Soler
Este nuevo Solaris 55 Power, que es el primero de lo que será una gama que abarcará unidades de entre 46 y 88 pies, se ha construido en el astillero Solaris Power, propiedad de Giuseppe Giuliani, fundador de Grand Soleil en 1974, quien creó en 2008 en Forlí una planta de producción dedicada a construir barcos a motor de 45 a 110 pies que, tras trabajar para las más reputadas marcas internacionales, es ahora, el astillero que construirá esta nueva gama.
Navegamos el Solaris Power 55 en aguas de Lavagna, al sur de Génova, donde el astillero tiene su oficina, con ventolina y una mar de leva de algo más de un metro. Equipado con dos Volvo Penta IPS 950, el nuevo lobster mostró un excelente comportamiento marinero, con un navegar suave y un paso de la ola sin pantocazos. El casco, con su elevada y elegante roda casi vertical y la proa atulipada propia de los lobster, que les permite afrontar la ola de proa sin inmutarse desviando los rociones y manteniendo la cubierta seca, mostró un comportamiento excelente, con una sensación en navegación a velocidad de crucero de 21 nudos que nos recordaba la suavidad de movimiento que hubiésemos experimentado a bordo de un velero de la misma eslora.
Pero estábamos a bordo de un lobster de 55 pies con casco de semidesplazamiento de 26 toneladas de desplazamiento, propulsados por dos motores Volvo Penta D11 IPS 950 de 725 Hp. Y esto significa potencia y aceleración.
Con esta configuración alcanzábamos 34,4 nudos con el trim automático (con un consumo de 285 litros) y 36,2 nudos al máximo de 2.550 rpm trimando manualmente.
Avancemos que el barco alcanzaba el planeo en seis segundos y en 33 se ponía en la velocidad máxima. Unas cifras de aceleración notables para una unidad de esta tipología cuya velocidad mínima de planeo es de 16 nudos a 1.480 rpm en cuyo caso el consumo es de solo 94 litros.
De serie se propone con IPS 800 de 600 Hp, con los que según el astillero alcanzaría los 30 nudos de máxima y los 23 en crucero. Pero un lobster está para navegar sin sobresaltos y, pese a que incluso a la velocidad máxima nos sentíamos plenamente cómodos, a 1.800 vueltas y 21 nudos, con un consumo de 138 litros, la sensación era de total confort. Y es que esa será sin duda la velocidad a que este barco navegará la mayor parte del tiempo.
Racional, elegante y funcional
Norberto Ferretti y Bruno Acampora consiguen llevarnos, al primer vistazo, a los años en que los lobster eran habituales en la costa atlántica de los Estados Unidos. Las líneas externas son las propias de esta tipología, pero uno se da cuenta enseguida de que la búsqueda de la funcionalidad ha pesado mucho en el diseño.
Esto se hace evidente en los accesos cómodos por la plataforma de popa, con la magnífica escalera creada por la firma pero desarrollada por Besenzoni, los amplios pasillos laterales a pie plano hasta la proa atulipada, con las bordas altas que confieren seguridad y facilidad de movimiento, o la puerta lateral de pantógrafo del puesto de gobierno que permite acceder fácilmente a la banda. Pero también la caseta —construida totalmente en carbono para no elevar el centro de gravedad — cuya altura y proporciones ofrecen desde el interior la sensación de estar en un barco mucho mayor.
En cubierta hay que destacar que las bordas de la bañera se abaten hacia los costados, lo que convierte este espacio en una gran superficie abierta al mar. Pero no son los únicos ya que en la cubierta del Solaris Power 55 encontramos tres espacios de estar y de solárium: en popa sobre el garaje, con capacidad para un auxiliar de 2,70 metros; en proa frente a la caseta; y sobre el tejadillo. A este último se accede mediante una escalera volada situada tras el puesto de gobierno al abrir el techo solar corredizo.
Cinco distribuciones
La versión en que navegamos era la denominada Sun Deck (existe la versión Flybridge) con dos cabinas y cocina en la cubierta inferior, de forma que la cubierta superior se destina totalmente a salón y puesto de gobierno. Sin embargo, el 55 existe en cinco distribuciones diferentes, con de dos a cuatro cabinas.
En la versión de tres o cuatro cabinas, la cocina se desplaza arriba quedando toda la cubierta inferior como zona de noche. La versión tres cabinas es la que despierta mayor interés y de hecho la segunda unidad estará equipada con dos cabinas dobles más una con literas. Una distribución que responde perfectamente al concepto de crucero familiar que subyace tras este diseño.
En definitiva, en Lavagna nos encontramos ante un barco de líneas muy equilibradas, pensado con criterios de funcionalidad, confort y comportamiento marinero, que Norberto Ferretti y Bruno Acampora han sabido resolver con elegancia de formas, racionalidad en el tratamiento de los espacios y un interiorismo cuidado hasta el más mínimo detalle.
Nos ocuparemos más extensamente de él en nuestra próxima edición de agosto.
Características
Eslora total: 17,15 m
Eslora de casco: 16,75 m
Eslora de flotación: 15: 40 m
Manga: 5,28 m
Calado: 0,74 m
Desplazamiento en rosca: 23.000 Kg
Desplazamiento a plena carga: 26.000 kg
Capacidad de combustible: 2.200 l
Capacidad de agua: 600 l
Motorización estándar: 2 x Volvo Penta D8 IPS 800 600 Hp/441 kW
Motorización opcional: 2 x Volvo Penta D11 IPS 950 725 Hp/533 kW
Categoría CE: A
Arquitectura naval: Bruno Acampora
Constructor: Solaris Power
Precio: 1.496.000 euros sin impuestos (barco probado).
Solaris 55 Power
2 x Volvo Penta D11 IPS 950 725 Hp/533 kW
Rpm – Nudos – Consumo l/h
600 – 6,1 – 10
1.000 – 9,8 – 35
1.500 – 15,8 – 94
1.800 – 21 – 138
2.000 – 25,6 – 168
2.550 – 34,4 – 285
>> Tiempo de planeo: 4 segundos
>> Aceleración de 0 a máx.: 33 segundos
>> Velocidad mínima de planeo: 16 nudos
Condiciones de la prueba
Pers. a bordo: 3
Agua 34%
Combustible 95%
Estado de la mar : Ventolina y mar de leva