Dos fallecidos en otros tantos barcos al recibir un golpe de botavara con vientos muy fuertes marcaron la 70a Sydney-Hobart, de 628 millas. Estas son las primeras víctimas mortales en la clásica regata oceánica australiana desde la desgraciada edición de 1998, que se saldó con seis muertos y cinco naufragios.
Autor: Kiku Cusí

El Law Connect repitió la victoria en tiempo real que ya consiguió el año anterior, después de que su gran rival, el Master Lock Comanche, se retirara tras romper la mayor durante la primera noche, cuando navegaba a unos 30 nudos, cinco millas por delante del finalmente vencedor. Tres españoles repitieron triunfo a bordo del ganador: los canarios Simbad Quiroga y Carlos Hernández, y el cántabro Antonio ‘Ñeti’ Cuervas-Mons. Para el cántabro, esta “ha sido, sin duda, la edición más dura de las seis en las que he participado. Unas condiciones que me recordaron un poco a las que puedes encontrar en el Océano Sur en una vuelta al mundo: popa con viento muy racheado y muy duro (hemos visto en popa rachas por encima de los 45 nudos y 35-37 nudos sostenidos). Lo que ha marcado la diferencia en nuestro caso es que contamos con la que yo creo que es la mejor tripulación de la flota. Todos tenemos muchísima experiencia, y eso es esencial en un superyate de 36 toneladas como este y especialmente cuando se dan unas condiciones como las de esta edición”.
El triunfo absoluto de esta Sydney-Hobart fue para el V70 Celestial, que se impuso en tiempo compensado.
De los 104 barcos participantes, 30 se retiraron antes de la llegada en Tasmania, lo que da una idea de la dureza de las condiciones en que se desarrolló la primera parte de la regata.
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