En la sección “Náutica Remolcable: La opción más democrática y sostenible” tratamos de las ventajas de la náutica remolcable desde el punto de vista económico y medioambiental, pero: ¿qué hace falta para comenzar en el mundo de la náutica remolcable?
Autor: Miguel Ángel Álvarez Alperi, embajador Tourón para España y Portugal
¿Qué necesitamos para comenzar en la náutica remolcable?
Muy sencillo: un vehículo tractor, un remolque y un barco remolcable. Entendiendo por “barco remolcable” toda aquella embarcación que por sus características podamos transportar por carretera nosotros mismos, sin necesidad de un transporte especial; y por “vehículo tractor” cualquier coche, furgón o autocaravana que podamos conducir con el carnet B. Vale sí, pero… ¿cuáles son los principales factores limitantes a la hora de llevar un barco a remolque? ¿Qué características tienen que tener las embarcaciones para que se puedan considerar remolcables? ¿Qué carnet se necesita? Y, además de todo esto… ¿qué más hace falta? ¿Empezamos? ¡Pues adelante!
¿Cuáles son los principales factores limitantes a la hora de llevar un barco a remolque?
A) La capacidad de tracción y frenado del vehículo:
A la hora de decidir cuál es la embarcación que nos apetecería llevar a remolque el principal factor limitante es la masa máxima remolcable (MMR) que admita nuestro vehículo tractor. Esa es una información que se puede consultar en la ficha técnica del vehículo y que suele aparecer como MMR S/F, c/F (kg)*.
Es curioso que muchas veces se piense que solo es cuestión de potencia, pero no, es más bien cuestión de capacidad de frenado y de tracción. Porque por mucha potencia que tenga un coche, si no tiene un buen sistema de frenado y de tracción el peso del remolque “apoderará” del vehículo tractor y habrá muchas más probabilidades de tener un accidente.
La masa máxima remolcable (MMR) es el peso del conjunto del remolque más la embarcación. Es decir, que al peso del remolque hay que sumarle el peso de la embarcación. Pero a la hora de calcularlo no hay que sumar solo el peso del remolque y el de la embarcación en vacío, hay que tener en cuenta también el combustible, el agua, los pertrechos, el equipo de fondeo… En el caso, por ejemplo, de mi Quicksilver Active Weekend 705 esos “añadidos” pueden llegar a superar los 500 kilos (250 kg de gasolina, 100 kg de agua, 100 kg del equipo de fondeo…).
Es conveniente pesar en un báscula de camiones el peso total del remolque y embarcación. ¡Seguro que más de uno se sorprendería! Recordemos que no solo está en juego nuestra propia seguridad y la del resto de conductores, que no es peccata minuta, también está el hecho de que en cualquier momento nos pueden pesar y multar por exceso de carga o que, en caso de accidente, el seguro puede no querer hacerse cargo por exceso de peso…
¡Y otra cosa muy importante! Esa MMR es el peso máximo remolcable calculado para ir por carreteras sin pendiente. ¿Se imagina lo que pasar si metemos el coche y el remolque en una rampa de botadura con ese porcentaje tan alto de inclinación? ¿Y si además esa rampa de botadura está en mal estado y con el firme resbaladizo? Por eso es imprescindible no llevar al límite las capacidades del vehículo, ¡por qué los coches no flotan como los barcos…!
Nota*
MMR S/F (kg) significa masa máxima remolcable sin freno* medida en kg.
MMR c/F (kg) significa masa máxima remolcable con freno* medida en kg.
¿Qué significa eso de “con o sin” freno?
Los remolques ligeros (aquellos que no pueden superar los 750 Kilos, incluyendo el peso del remolque más el de la carga) no están obligados a llevar un freno de inercia, que es un dispositivo de frenado que funciona como ayuda cada vez que frenamos el coche y el peso del remolque lo hace actuar. Es decir, que con aquellos remolques que no llevan freno de inercia es el propio sistema de frenado del coche el que ha de soportar la inercia de esos 750 Kilos de más… y por eso hay coches, como por ejemplo un Peugeot 207 SW, que no pueden llevar más de 600 kilos a remolque sin freno, aunque puede llegar a los 1.150 kilos si el remolque cuenta con freno. Esta información queda refleja en las imágenes de las fichas técnicas que incluimos en este post a modo de ejemplo. Una autocaravana sobre chasis Fiat Ducato Maxi, por ejemplo, puede llevar esos 750 kilos sin freno o 1.500 kilos con freno. Y un Volkswagen Touareg puede llevar 750 kilos sin freno y 3.500 kilos con freno.
B) Las medidas y el peso del remolque/embarcación:
Según el Real Decreto 490/1997, de 14 de abril, por el que se modifica el Código de la Circulación y se determinan los pesos y dimensiones máximos de los vehículos, la longitud máxima de un remolque es de 12 metros, y el conjunto de vehículo tractor y remolque no puede superar los 16,5 metros. Es decir, que la suma de la longitud del coche más la del remolque no puede pasar de 16,5 metros. Esto puede parecer mucho, pero una autocaravana de ocho metros y una semirrígida de siete metros de eslora a remolque puede alcanzarlos muy fácilmente al añadir las placas de matrícula y el fueraborda.
En cuanto a la altura y anchura (la principal de las limitaciones junto con la del peso) nuestra embarcación no puede superar los 2,55 metros de manga y los cuatro metros de altura una vez esté subida en el remolque. La manga es, exactamente, el principal impedimento.
Es interesante matizar que hay embarcaciones semirrígidas que aún pasándose de la manga máxima permitida de 2,55 metros (con 3,20 metros de manga, por ejemplo) se pueden llevar a remolque porque deshinchando los flotadores, podemos reducir casi un metro su anchura. Este tipo de embarcaciones son las que tienen la mejor relación peso/dimensiones. Así que aquellos que aspiren al barco remolcable más grande posible deben pensar en una semirrígida.
Resumiendo: no podemos llevar barcos “rígidos” de más de 2,55 metros de manga, unos 3,4 metros de puntal y 12 metros de eslora. Y en cuanto al peso, lo que nos limite nuestro vehículo tractor (y nuestro carnet). En general, la mayor capacidad de arrastre suele ser de 3.500 kilos, que es la de furgonetas tipo Iveco Daily o grandes SUV como un Volkswagen Touareg, BMW X5, Audi Q7, Toyota Land Cruiser, Range Rover, etc.
C) El carnet de conducir:
Carnet B: Con el carnet de conducir B no se pueden llevar conjuntos de vehículos (coche más remolque) cuya MMA (masa máxima autorizada) exceda de 3.500 kilos. Eso quiere decir que la suma de la MMA del coche más la del remolque no puede superar los 3.500 kilos. Y esto tiene mucha miga… porque dependiendo del coche que tengamos estará más o menos limitado. Porque no se trata de lo que pesan, sino de lo que pueden llegar a pesar según la documentación.
Me explico: con un Volkswagen Touareg cuya MMA es de 2.840 kilos no podríamos llevar un remolque de más de 660 kg de MMA teniendo solo el carnet B. Por tanto tendríamos que sacarnos el B96 o el B+E. Es decir, que teniendo solo el carnet B y un Touareg solo podríamos llevar una lanchita semirrígida de unos 4 m de eslora (y que en la documentación del remolque pusiera que la MMA del remolque es de 660 kg o menos), mientras que con ese carnet y un Peugeot 207 SW, cuya MMA es de 1.691 kilos y MMR c/f de 1.150 kg podríamos llevar a remolque una lancha con remolque de hasta 1.150 kilos, ya que la suma de la MMA del coche y la del remolque no supera los 3.500 kilos. Por eso es importante tener en cuenta qué vehículo tenemos y qué remolque y lancha queremos llevar.
¡Ojo con las documentaciones!… Porque ahí está la clave. Si compramos un remolque cuya MMA es superior ya no estaremos conduciendo de forma legal. También puede suceder que al cambiar de coche ya no sirva el remolque que teníamos. O al revés. Así que lo mejor para evitar problemas es sacarse el carnet B+E o, al menos, el B96.
Carnet B96: Este no es un carnet como tal, se trata de una ampliación del carnet B expedida por la DGT y que autoriza a conducir conjuntos de vehículos de hasta 4.250 kilos. Es decir, que con esta ampliación podríamos llevar el VW Touareg junto con un remolque de hasta 1.410 kilos de MMA. Esta ampliación no necesita de un examen teórico, pero sí de uno práctico, además de un reconocimiento médico y pagar las tasas de tráfico. Recomiendan dar unas 10 clases y las tasas son de unos 94 euros, así que nos costaría unos 500 euros.
Carnet B+E: Esta es mi recomendación, porque con este carnet se puede llevar un conjunto de coche más remolque de hasta 7.000 kilos (3.500 + 3.500). Solo hay que pasar un examen teórico y el mismo práctico que con el B96, así que casi por el mismo dinero (y un poquito más de sacrificio) se puede conseguir un carnet que nos permitirá llevar el convoy de una Quicksilver Active 705 Weekend más un VW Touareg. Y una anotación personal… ¿Sabía que por menos de 30.000 euros podemos llegar a comprar una QS Weekend 650 y un VW Touareg de segunda mano? ¡Un SUV de lujo y un crucero remolcable para disfrutar a lo grande pero a un precio imbatible!
D) Pericia al volante:
No nos vamos a andar con paños calientes: aquellos que se consideran una persona torpe al volante porque no soncapaces de, por ejemplo, llevar el coche marcha atrás con fluidez a lo largo de una calle estrecha, deben olvidarse de llevar una embarcación a remolque. Y no digo ya si están pensando en un crucero remolcable como el que aparece en las imágenes, de 7,37 metros de eslora y 2,50 de manga, ya que el remolque más el barco pesan unos 3.200 kilos y miden unos ocho metros de largo. Si ese fuera el caso, quizás sí podríamos apañarnos con una pequeña y ligera semirrígida (algo de no más de cinco metros de eslora) que seamos capaces de empujar a mano para colocarla al pie de la rampa y evitar la maniobra marcha atrás con el coche, pero para todo lo demás hay que practicar.
YouTube está lleno de videos de gente que no logra meter una lancha en la rampa de botadura porque, simplemente, no ha practicado lo suficiente. ¡Lo mejor es reírse pero nunca desesperarse! Porque solo es cuestión de práctica. Yo mismo al principio me veía incapaz y ahora boto, yo solo y sin ayuda, uno de los barcos más grandes que se pueden llevar a remolque. ¡Tengamos confianza. Podemos hacerlo!
Sigue leyendo para conocer en detalle todo lo que descubrimos en la Náutica Remolcable de la mano de Miguel Ángel Álvarez Alperi: