Siempre es un buen momento para empezar. Vamos a iniciarnos en la navegación a vela, para lo que tendremos que aprender y retener un vocabulario y unos conocimientos básicos que nos ayudarán a entendernos con facilidad a bordo. TEXTO E ILUSTRACIONES: ISIDRO MARTÍ.
El léxico marinero tiene una razón de ser fundamental: hacer que las maniobras sean sencillas de explicar y de realizar, y en lo que se refiere a la vela esta filosofía es todavía más importante. Así pues, para navegar a vela hemos de conocer una serie de palabras imprescindibles.
Aprenderemos el léxico de una forma práctica y sencilla, como si iniciáramos una navegación a vela en un día cualquiera.
La mayoría de veleros sólo disponen de un palo y dos velas. La de popa será la mayor mientras que la de proa será el foque o génova. Antiguamente todas las velas de proa eran foques, pero los navegantes genoveses empezaron a introducir unos foques más grandes que pasaron a llamarse foques genoveses y que actualmente se han quedado como “génovas” a secas. El génova ha ido ganando al foque con el paso de los años, y actualmente en muchos barcos de vela ya sólo se habla de génova, aunque es bueno retener que un foque no pasa del palo hacia popa, mientras que un génova lo supera en un determinado porcentaje. Por eso hablamos de génova 106%, 110% 0 120%: el tanto por ciento es el porcentaje en que el puño de escota de la vela va más a popa del palo.
La vela de popa es la mayor, que suele estar envergada en el palo y la botavara. La botavara está en una posición perpendicular al mástil y sujeta a la vela mayor. En los veleros antiguos, la mayor solía tener más metros cuadrados de superficie que el foque de proa, de ahí que se llamara “mayor”. Hoy en día los génovas pueden tener más superficie que las mayores, pero éstas siguen manteniendo el nombre.
En resumen: la vela de proa es el génova y la de popa es la mayor.
LOS VÉRTICES DE LAS VELAS
Cada vela tiene tres vértices. El de arriba se llamará puño de driza, porque es el que utilizaremos para izarla. El de abajo más hacia proa será el puño de amura, porque es el que está más cerca de la amura, y el puño que queda abajo en la parte de popa será el puño de escota, porque es ahí donde amarraremos las escotas. El puño de driza sube y baja. El puño de amura queda siempre sujeto, mientras que el puño de escota pasa de un lado a otro, dependiendo como se posiciones el barco y las velas respecto al viento.
De los tres lados que tiene la vela, el de proa será el gratil, el de popa será la baluma y el de abajo será el pujamen. El gratil está entre el puño de driza y el de amura. La baluma está entre el puño de driza y el de escota. El pujamen está entre el puño de amura y el de escota. El gratil suele quedar tenso después de izar la vela, mientras que la baluma y el pujamen flamean mientras viramos por avante o en redondo.
La driza es el cabo que iza o arría la vela. La escota es el cabo que trabaja sobre el puño de escota del génova o sobre la botavara de la mayor, y permite a los tripulantes dominar la vela, cambiarla de lado según sople el viento, y darle tensión para que propulse el barco hacia adelante.
La mayor va sujeta a la botavara en su parte inferior –el pujamen- quedando así fijados los puños de amura y de escota, por lo que entonces la escota trabajará sobre la botavara, dándole tensión.
En un velero es importantísimo saber de dónde viene el viento. Pues bien, a ese punto le llamaremos barlovento. ¿Y hacia dónde va el viento?: hacia sotavento.
INICIAMOS A MANIOBRA
Una vez fuera de puerto, el timonel colocará el barco proa al viento, y la tripulación iniciará la maniobra para izar la mayor. Siempre izamos primero la mayor y después el génova.
Cuando ya estemos aproados al viento, largaremos los cabos que sujetan la mayor, su funda. Un tripulante aferrará la driza en el puño de driza. Otro se colocará en la bañera y cobrará de la driza trabajando sobre el winche. Previamente se habrá largado la escota de la mayor, que trabaja sobre la botavara, para que no se tense y facilite así la maniobra de izado.
Una vez la mayor está arriba, se dará una cierta tensión a la driza para que el gratil quede tenso. Posteriormente se cazará de escota de mayor, y el patrón decidirá a qué banda se amurará, es decir, por qué lado entrará el viento en el barco. Esto se hace porque el velero no puede navegar contra el viento, necesita abrirse un ángulo de unos cuarenta y cinco grados respecto al mismo.
IZAMOS EL GÉNOVA
Supongamos que nos hemos amurado a babor, por lo que prepararemos la izada del génova por estribor, es decir, por sotavento. Las velas suelen trabajar siempre por sotavento. Hoy en día la mayoría de génovas no se izan, sino que se desenrollan, porque están enrolladas en proa sobre el estay. Un tripulante se preocupará de adujar el cabo del enrollador y liberarlo de su mordedor o cornamusa, para que pueda salir libremente mientras otro tripulante caza de la escota de sotavento forzando a que el génova se desenrolle y se abra al viento.
Una vez desenrollada, se cazará la escota de sotavento hasta que la vela deje de flamear y la baluma y el pujamen porten en su forma bien correcta, perfectamente trimadas, o lo que es lo mismo, perfectamente orientadas respecto al viento. Es importante que el mismo tripulante que se haya preocupado de liberar el cabo del enrollador haga lo mismo con la escota de barlovento para que la de sotavento pueda trabajar con comodidad.
REPASO FINAL
El génova y la mayor tienen driza. El génova tiene dos escotas, una en estribor y otra en babor. La de barlovento no trabajará, mientras que la de sotavento será de a que cazaremos(tiraremos de ella) para que la vela no flamee. La mayor sólo tiene una escota, que va aferrada a la botavara y reenviada a la bañera. Esta botavara irá sustentada por un cabo que llamaremos amantillomientras la mayor no está izada, para que no se caiga sobre cubierta. Otro cabo tirará de la botavara hacia abajo- en contra del amantillo- que se utiliza en vientos portantes para aplanar la mayor cuando la escota necesita ayuda. Como su nombre indica, este cabo se llamará contra.
Después de estas maniobras y aprender estos nombres, el velero arranca suavemente propulsado por sus velas, ganando barlovento con un consumo nulo de energías fósiles.