Esta mañana, a las 05:30 horas, el M32 “Movistar” de Port Calanova arrancaba la Vuelta a Mallorca con el objetivo de intentar establecer un nuevo récord en su categoría. Unas siete horas más tarde, tras pasar por la Sierra de la Tramuntana y después de doblar Cabo Formentor, el catamarán comandado por Iker Martínez rompía un terminal del obenque en la base del mástil y desarbolaba frente a la bahía de Alcudia.
Las condiciones de viento, que habían sido más duras durante la primera parte del recorrido hasta llegar a la zona más al Norte de la isla de Mallorca, se mantenían con unos 20 nudos de intensidad en el momento de la caída del palo y con muy poca ola, lo que sin duda ha sido clave para que la caída fuese limpia y no se produjesen daños en el casco ni en ninguno de los tripulantes a bordo.
Una vez en tierra, Iker Martínez explicaba lo sucedido: ““La verdad es que estaba el mar como un plato y el barco iba fenomenal, ni pantocazos ni nada. De repente uno de los diamantes, que son unas piezas de carbono que acaban en una pieza metálica y van enganchadas al palo, se rompió y el obenque se soltó del palo, lo que hizo que el palo se cayese . Pero bueno, como estaba el mar como un plato y estábamos a sotavento de la isla hemos podido recogerlo tranquilamente y meter todo dentro. El barco no tiene ningún golpe y nosotros estamos perfectos”.
Por su parte Gaspar Morey, Oficial Principal de la Vuelta a Mallorca, afirmaba que “Con el ritmo que llevaban y con el tramo de ceñida que les faltaba de Salinas a Cabo Blanco podrían haber dejado la marca en 13 horas. Había mucho viento desde Formentor con muchas rachas. Es una pena que no haya aguantado el palo porque iban a un ritmo buenísimo”.
Tras la caída del mástil, el M32 “Movistar” y su tripulación fueron remolcados por la neumática de apoyo que les acompañaba en la travesía hasta el Club Nàutic Colònia de Sant Pere, situado en la bahía de Alcudia. El barco regresará a la ciudad de Palma a lo largo de los próximos días.
Texto: Clara Giraldo / Foto: Tomás Moya