Construir un barco eléctrico que funcionara prácticamente sin cesar con energía solar: ese fue el sueño, ahora realizado, de David y Alex Borton durante los últimos 17 años. Desde 2004, el equipo de padre e hijo ha estado trabajando para cumplir su ilusión, construyendo varias embarcaciones eléctricas solares patentadas bajo la marca Solar Sal.
Este pasado verano completaron el primer viaje en barco eléctrico solar desde Bellingham, Washington, a Juneau, Alaska. Partieron el martes 25 de mayo en su barco solar de casco de madera de 27 pies Wayward Sun y tocaron tierra en Ketchikan, Alaska, el 13 de junio, luego continuaron por la costa a un ritmo más pausado hasta Glacier Bay y Juneau, concluyendo el viaje el 8 de julio.
El barco eléctrico funciona al 100% con energía solar sin ningún motor de combustión a bordo. “La gente siempre nos preguntaba si tenemos gasolina o diesel de respaldo — explica Alex Borton— pero el sol sale todos los días. Si nuestras baterías se agotaban demasiado, simplemente esperábamos”.
Wayward Sun, construido por Devlin Boat en Olympia, WA, está propulsado por un motor Torqeedo Cruise 4.0 con seis baterías de litio Torqeedo Power 24-3500. Hay un sistema separado de 12 voltios para luces, electrónica y otros sistemas alimentados por CC y un inversor para cargas CA ocasionales. Las baterías se cargan con placas de células solares de 1.700 vatios el tejadillo del barco.
Durante el trayecto de 45 días de Bellingham a Glacier Bay, estuvieron en navegación 38 días, con un promedio de 32 millas náuticas por día a una velocidad media de 3,7 nudos. Incluso en un día completamente nublado en esta época del año, el sistema les permitió navegar a 2-3 nudos durante el día.
“Con la luz solar directa, podíamos hacer 5 nudos o más durante todo el día sin descargar baterías. La mayor parte del viaje estuvo nublado y llovió mucho. Algunos días viajamos despacio porque teníamos que hacerlo; otros cargamos las baterías mientras navegábamos”, explica Burton.
La mayoría de los barcos eléctricos en el mercado hoy en día están limitados por la capacidad de sus baterías, lo que significa que tienen que volver a la toma de tierra para cargar. “Hasta hace poco, los paneles solares y las baterías simplemente no eran capaces de cortar el vínculo con tierra, por lo que solo servían para aumentar la autonomía o como complemento de carga. Pero ahora, gracias a los avances en las células solares y los eficientes accionamientos eléctricos y las baterías de alta capacidad de Torqeedo, es posible producir un barco solar con velocidades y una acomodación razonables que pueden navegar continuamente sin tener que cargar desde la orilla” —concluye Barton.
>> solarsaljourney.squarespace.com y solarsal.solar