Y9 Bella: la excelencia es la sencillez

YYachts tiene la capacidad de personalizar cada barco de forma sencilla y eficiente. Cada línea, cada sistema, cada cuestión se resuelve desde un planteamiento inicial simple. Esta tarea no resulta nada fácil, sobre todo cuando se trabaja con fibra de carbono, como en el caso de la compleja obra tecnológica de 90 pies de eslora y 300 m² de superficie velica que nos ocupa.

Autor: Diego Yriarte

Fotos: YYachts / Diego Yriarte

El astillero alemán sigue un criterio claro: diferenciar lo que es un barco de lo que es un apartamento flotante. Cada modelo de YYachts, ya sea el Y7, el Y8, el Y9, el YCustom o el futuro YBreeze, es único. Incluso cuando las unidades pertenecen a un mismo modelo, cada barco es singular gracias al nivel de personalización que el astillero ofrece a sus clientes.

En el caso del Y9 Bella, la personalización va más allá de los detalles estéticos. Este barco es el resultado de la estrecha colaboración entre el armador y el astillero, un proceso que comienza desde el primer día. YYachts, fundado por Michael Schmidt, refleja la visión de este icónico regatista de los años 80 y fundador del astillero Hanse en los 90. Tras vender Hanse, Schmidt utilizó toda su experiencia para materializar sus propios deseos y superar las limitaciones del mercado. Así nació YYachts en 2016, y desde entonces sus embarcaciones han ganado cinco de los premios de diseño y construcción más prestigiosos del mundo. El más reciente, otorgado por la revista Boat International, fue el Design & Innovation Awards en la categoría “Outstanding Exterior Design Sailing Yachts”, reconocimiento que recibió el Y9 Bella.

Para el diseño del Y9 Bella, el equipo de YYachts trabajó con Tripp Design & Naval Architecture, de Estados Unidos, en las líneas exteriores, y con Norm Architects, de Dinamarca, para los interiores. Esta colaboración multicultural refleja la diversidad del equipo de Michael Schmidt Yachtbau GmbH y su compromiso con la excelencia.

El Y9 Bella encarna la filosofía de la sencillez. Aunque su estética recuerda a la de un barco de regatas, no lo es. La comodidad a bordo es un aspecto en el que el astillero no transige, pero esto no compromete sus prestaciones de navegación: construido completamente en fibra de carbono, su potente aparejo le permite navegar con vientos ligeros y destacar en rendimiento.

Para empezar, tres opciones

Quienes deseen un Y9 tienen tres opciones iniciales: el Y9, el Y9 Pilot House o el Y9 Custom. A partir de estas bases, comienza la magia del astillero, que interpreta y materializa los deseos del futuro armador. El Y9 está diseñado como un velero veloz, algo que pudimos comprobar en nuestras pruebas de navegación. Durante los primeros bordos alcanzó una velocidad de 26 nudos. Una de sus principales ventajas es la simplicidad de maniobra, incluso con una tripulación reducida: el Bella opera perfectamente con solo tres tripulantes.

La versión Y9 Pilot House se caracteriza por la altura de su caseta y las ventanas panorámicas que rodean todo su perímetro, ofreciendo un interior luminoso. Su salón tiene dos niveles: uno elevado con vistas de casi 360° y otro inferior, más acogedor e íntimo, pero igualmente lleno de luz.

Finalmente, la versión Y9 Custom es un lienzo en blanco sobre el que los diseñadores del astillero y el armador colaboran para crear un modelo único, irrepetible, adaptado a sus necesidades.

Cubierta despejada

La cubierta del Bella es inmensa y está completamente despejada. El ejercicio de simplificar hasta dejar solo la esencia ha dado lugar a un espacio fluido y vanguardista. En proa, las escotillas enrasadas realzan la sensación de amplitud y estimulan el deseo de caminar descalzo. Sobre la caseta, un amplio solárium precede a la zona cubierta por un techo rígido que protege del sol a los invitados.

Como todos los YYachts, la apariencia del Bella es la de un barco de regatas, aunque no lo es, ya que YYachts no transige en cuanto a comodidad a bordo.

En la parte superior del techo, paneles solares e hidrogeneradores producen energía suficiente para alimentar las baterías que mantienen el aire acondicionado funcionando durante la noche, eliminando la necesidad de usar generadores. La zona de invitados cuenta con dos mesas ajustables en altura que permiten crear un área acolchada para conversar, comer o disfrutar de las vistas.

Ligeramente hacia popa, el área de trabajo concentra toda la maniobra, organizada con sencillez. Los puestos de gobierno ofrecen buena visibilidad, pero no están excesivamente separados entre sí. Solo dos winches por banda son suficientes para gestionar la maniobra, mientras que los sistemas hidráulicos se controlan desde interruptores en cada bitácora.

Vida interior

El diseño interior combina funcionalidad y elegancia, teniendo presente que el plan de navegación del Y9 Bella puede contemplar tanto navegaciones cortas como travesías alrededor del mundo. Por ello, el estudio Norm Architects, de Copenhague, diseñó un espacio minimalista, sobrio pero sofisticado, con detalles efectivos que se adaptan a las necesidades y exigencias de quienes “vivirán” el Bella.

Al entrar al salón, sorprende que los mamparos, en lugar de plantear líneas horizontales paralelas para acentuar el tamaño del espacio, sean listones verticales separados de madera de roble oscuro. Como resultado, el espacio sigue pareciendo amplio. Su diseño, en general, podría encuadrarse en el minimalismo. Sobrio, casi austero, con detalles sencillos pero efectivos. Por ejemplo, las ocho sillas que rodean la mesa de estribor se sujetan durante la navegación con una cinta de cuero natural que liga el apoyabrazos a la mesa con botones de presión. O los pasamanos, también en cuero, que evocan a los que se empleaban en los vagones de metro antiguos, pero que se desplazan en un riel desde la escalera de acceso hacia proa.

El diseño del Y9 denota un aspecto veloz, y lo demuestra: en sus primeros bordos marcó una velocidad de 26 nudos.

A babor, el salón destaca por un mueble bar en la banda y la comodidad de los sillones y el sofá que invitan a una distendida charla o a entregarse a la calidad de imagen y sonido de una gran pantalla de televisión.

El camarote principal, ubicado en proa, también destaca por sus detalles de simpleza absoluta. Si bien los armarios están tapizados en gamuza, los tiradores de las puertas están elaborados con una cinta de cuero rematada con un nudo de ocho o una lasca. El cuarto de baño, situado en la misma cabina, más hacia proa, presenta una puerta con un diseño que combina buen gusto y “sabor marinero”. Es corredera, de dos hojas, y cuenta con un sistema que obliga a utilizar ambas manos para abrirla o cerrarla. De esta forma, cada panel queda fijado y no se desplaza con la escora del barco, sino únicamente mediante el uso de las manillas.

Desde la escalera de acceso hacia popa se distribuyen diferentes áreas técnicas, hasta llegar a la cocina, equipada para satisfacer a los comensales más exigentes. A continuación, se encuentra el comedor de la tripulación, donde destaca una pizarra para todo tipo de anotaciones, así como repetidores del instrumental de navegación y control de sistemas. Hacia popa de esta sala están las dependencias de la tripulación y la escalera que conduce a la escotilla situada en cubierta, entre los dos puestos de gobierno.

Navegación infinita

Con el bauprés, la eslora total del Bella es de 29,71 m, con una manga de 6,80. Estamos ante un superyate que, aunque no es un barco de regatas, está completamente construido en fibra de carbono. YYachts ha hecho un gran esfuerzo para que sea lo más ligero posible dentro de los márgenes de seguridad. Tanto el mástil, con sus cuatro pisos de crucetas, como la botavara están fabricados en fibra de carbono. Al izar la vela mayor y el gennaker, se dispone de más de 800 m² de superficie vélica, capaces de propulsar sus 55 toneladas de desplazamiento.

Aunque no es un barco de regatas, se asemeja bastante a un maxi de los más poderosos. Su diseño está pensado para quienes disfrutan de navegar a vela, principalmente con vientos ligeros. Durante una navegación realizada en Mallorca, partiendo desde Port Adriano, el viento apenas superaba los 6 nudos, con alguna racha de 8. Para sorpresa de los periodistas europeos especializados en náutica que estábamos a bordo, mientras embarcaciones más pequeñas permanecían prácticamente inmóviles, nosotros navegábamos a velocidades de entre 4 y 5 nudos, con una notable sensación al timón. El Bella generaba su propio viento aparente y navegaba sin detenerse, aprovechando su inercia para desplazarse entre rachas y calmas.

En resumen, se trata de un crucero de altura sin límites, tanto en navegación como en confort, preparado para realizar cualquier tipo de travesía con una tripulación reducida y cargado de detalles que denotan calidad y atención.

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