Con los tiempos que corren, lo más habitual es comprarse un barco de segunda mano. En caso de que sea un velero, hay que tomar unas precauciones mínimas de decidirnos. Proponemos un sencillo protocolo de revisiones que no nos llevarán demasiado tiempo y que pueden ahorrarnos más de un disgusto. En este artículo nos centramos en casco, cubierta y aparejo. En el próximo nos ocuparemos en detalle del interior. TEXTO E ILUSTRACIONES DE ISIDRO MARTÍ.
CASCO
Evidentemente, para realizar esta inspección, el barco tiene que estar fuera del agua.
• Obra muerta y flotación
Nos hemos de mantener en el costado del barco, con la cabeza algo apartada, y caminaremos con una cierta velocidad alrededor del casco. Buscaremos así irregularidades en la superficie, como pueden ser bultos, golpes, hendiduras o grietas. También comprobaremos que la unión del casco con la cubierta sea correcta.
• Obra viva
Realizaremos una segunda pasada visual alrededor del casco, lentamente esta vez. Buscaremos pequeñas burbujas que puedan delatar presencia de osmosis avanzada. Si al reventar una de estas burbujas el líquido interior huele a vinagre el caso está clarísimo.
• Quilla
Si existe una junta entre la quilla y el casco, comprobaremos su correcto estado, sin regueros de agua u óxido. Observaremos la parte baja de la quilla para detectar si ha habido una embarrancada reciente.
• Deslaminación del casco
Con el mango del destornillador golpearemos el casco, sobretodo ceca de los grifos de fondo, pasacascos, obertura de la limera del timón y trandsductores. Cualquier sonido diferente al habitual es sospechoso de deslaminación, pero antes de que cunda el pánico comprobaremos que no haya un tanque o alguna estructura interior que cambie claramente el sonido percutor de una forma natural.
• Timón
Giraremos la pala del timón a mano para comprobar que lo hace de una forma suave. El eje no tiene que tener juego.
• Hélice
Nos cercionaremos de su aspecto exterior, que no tenga daños, ni muescas. La moveremos arriba y abajo, derecha e izquierda para comprobar que no tenga juego. Tampoco se ha de mover en el sentido proa popa. Comprobaremos el estado de los ánodos de sacrificio.
CUBIERTA
• Deslaminación de cubierta
Empezaremos por proa y golpearemos con el mango del destornillador, tal como habíamos hecho en el casco. Lo haremos cada dos palmos. No es raro que exista alguna pequeña deslaminación en la cubierta de los barcos. Lo que nosotros estamos buscando es un caso grave, con un cambio de sonido amplio y extenso.
• Goteras
Mientras estamos revisando la cubierta a golpe de destornillador, buscaremos cordones de silicona debajo de la regala o en los marcos de las escotillas. Pueden ser avisos de que en esas zonas existen goteras.
• Grietas en el gelcoat
Son las más fáciles de detectar, comprobaremos que no exista deslaminación debajo de esa área.
• Candeleros y pasamanos
Comprobaremos que los candeleros estén verticales y bien sujetos a cubierta. Miraremos que los cables y los tensores de los pasamanos no tengan grietas ni signos de corrosión. También revisaremos los tinteros de los candeleros que no presenten abolladuras, grietas y que los tornillos estén bien sujetos.
• Caña y rueda
Giraremos el sistema de gobierno desde la bañera para comprobar que no tiene juego ni realiza saltos extraños en caso de que sea rueda. Comprobaremos que se detenga correctamente en los topes.
• Winches
Giraremos los winches varias vueltas completas para comprobar que lo hacen de forma correcta, con un sonido continuo que delate un buen funcionamiento de los gatillos interiores.
• Toldos
Comprobaremos que las fundas y los toldos están en buen estado, sobre todo sus costuras, y las partes plásticas transparentes que suelen estar muy castigadas por el sol. También revisaremos las cremalleras, los topes y los dientes de las mismas.
• Velas
Quitaremos las fundas de las velas tapadas. Tampoco es necesario izarlas: una revisión del tejido, de los patines y del aspecto exterior suele ser suficiente. En las velas enrollables tan sólo desenrollaremos unos pocos metros, para comprobar que el sistema funciona y que la vela está en buen estado. También hay que comprobar el estado de las fundas y de los propios sables.
APAREJO
Nos fijaremos especialmente en impactos y corrosiones.
• Palo
Lo observaremos de abajo arriba para comprobar que esté recto. Miraremos que no tenga golpes o abolladuras. Comprobaremos que los acabados protectores estén en buen estado.
• Base del palo
Nos aseguraremos de que la base del palo no tenga signos de corrosión. También comprobaremos que los soportes de la base no muestren grietas, lo que demostraría un soporte inadecuado.
Timón, base de palo y estado de los winches son claves en la revisión.
• Crucetas
Comprobaremos desde la popa si están colocadas simétricamente. Moveremos los obenques altos de proa a popa para comprobar que las fijaciones de las crucetas al palo están sujetas correctamente, sin un excesivo juego.
• Jarcia y cables
Revisaremos el estado de los tensores, los cables, que no muestren signos de óxido, roturas o grietas y que no tengan hilos sueltos.
• Cadenotes
A la vez que observamos los tensores miraremos los cadentes, tanto su aspecto externo como su correcta alineación con el tiro de los obenque o estays.