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ras, que forzaron el abandono del Virbac-Paprec 3 y del
Groupe Bel. Estas averías han confirmado que las quillas
pivotantes y los mástiles siguen siendo los dos puntos
débiles de estos barcos.
Ganó Vincent Riou, con el PRB; segundo fue François
Gabart con el Macif, y tercero, Armel Le Cléac’h a bordo
del Banque Populaire. Se trata de diseños del gabinete
VPLP-Verdier, que ha dominado la clase en los últimos
cuatro años.
Muy interesante, sin embargo, ha sido ver en acción los
dos últimos IMOCA construidos, diseñados por dos ar-
quitectos diferentes. Por una parte, el Cheminées Poujo-
ulat, del suizo Bernard Stamm, concebido por el argenti-
no Juan Kouyoumdjian; y por otro, el ya citado Acciona,
de Owen Clarke Design LLP y Clay Oliver.
Ya antes de salir de Barcelona Stamm reconocía pro-
blemas con su plano vélico, que obligaba a un gran des-
gaste físico en cada maniobra, y la dificultad de conseguir
el máximo rendimiento de su máquina. Hechas estas
salvedades, que espera solucionar antes del inicio de la
próxima Vendée Globe, en noviembre, el Cheminées
Poujoulat demostró tener un gran potencial que podría
permitirle mantener perfectamente el ritmo de los mejo-
res en la vuelta al mundo en solitario.
PROBLEMAS DE PILOTO
Lo más destacado del rendimiento del Acciona es que ha
disipado completamente las dudas que pudieran quedar
sobre la posibilidad de que un velero sin motor auxiliar
de gasoil pudiera generar la energía eléctrica que requiere
el funcionamiento de todos los aparatos que llevan estos
barcos. Sansó no se cansó de relatar durante la regata que
no se tenía que preocupar en absoluto de la gestión de
la energía y de hecho terminó la prueba con las baterías
cargadas al 70%. Y eso sin usar en ningún momento el
molino de viento que puede montarse en la bañera (para
una explicación más detallada del sistema eléctrico del
Acciona, ver páginas siguientes).
En cambio, no pudo comprobarse el rendimiento del
Acciona como velero. Si en la etapa Barcelona-Lisboa
quedó descolgado del grupo al caer en un pozo sin viento
poco después de la salida, una avería en el piloto auto-
mático impidió que Sansó pudiera apretar el barco como
podía esperarse de él. Seguramente es por ello que casi
siempre se vio que el Acciona avanzaba más lento que el
resto de la flota.
Pese a ello, Sansó aseguró estar encantado con el rendi-
miento de su barco. Por una parte, había podido compro-
bar que la generación de energía eléctrica no era ningún
problema; y por otro está convencido de que, en igualdad
de condiciones, su velero es tan rápido como los mejores.
L
a Europa Warm’Up ha nacido como una manera de
facilitar a los patrones de la IMOCA la preparación de
sus vueltas al mundo. Por ello, esta prueba se celebrará
cada dos años, unos meses antes de la salida tanto de la
Vendée Globe como de la Barcelona World Race.
Constará siempre al menos de dos etapas, una con
tripulación y la otra en solitario o a dos, según sea la mo-
dalidad de vuelta al mundo que se celebre después. En
este caso, Barcelona-Lisboa con tripulación, y Lisboa-La
Rochelle (vía Azores) en solitario.
De esta manera, los navegantes pueden forzar sus
barcos en las etapas con tripulación y detectar posibles
fallos o aspectos que pueden ser mejorados. Normal-
mente casi todos los patrones eligen miembros de sus
respectivos equipos técnicos para correr esta prueba, a
fin de que se familiaricen con las condiciones reales de
regata para las que deben buscar soluciones. La otra eta-
pa, en solitario o a dos, es un verdadero entrenamiento
conjunto en el que cada cual puede comprobar su nivel
respecto de los que serán sus grandes contrincantes en
las regatas de más alto nivel de la clase IMOCA.
Un formato sui generis
©
Alfred Farré/FNOB
©
Alfred Farré/FNOB
Vincent Riou,
con el PRB,
vencedor de
la primera
Warm’Up.
Armel Le
Cléac’h a
bordo del
Banque
Populaire
logró el tercer
escalón del
podio.