OCÉANOS
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1.
La clase
Figaro es una
extraordinaria
escuela de
patrones de
altísimo nivel.
2.
Gijón es
ya un puerto
clásico
de esta
prueba para
solitarios.
La Solitaire du Figaro:
inagotable cantera de navegantes oceánicos
Primera regata oceánica de los nuevos MOD 70
U
n poco más corta y unas semanas antes de lo habitual (tres etapas en
lugar de cuatro, y a principios de julio y no en agosto), pero tan com-
petida como siempre. El paso de La Solitaire du Figaro–Eric Bompard
Cachemire 2012 por Gijón (llegada de la primera etapa y salida de la segunda),
un puerto clásico de esta clásica en solitario, ha permitido comprobar que, al me-
nos en Francia, la vela oceánica sigue en plena forma. No es fácil reunir en estos
tiempos 37 barcos. A igualdad de material, la batalla se dirime sobre la actuación
de los navegantes.
Para nadie es un secreto que la clase Figaro es una extraordinaria escuela de
patrones de altísimo nivel. El hecho de que el vencedor de esta edición de La So-
litaire sea alguien como Yann Eliès, uno de los héroes de la pasada Vendée Globe,
es más que elocuente. Como lo es que el navegante normando necesitara nada
menos que ¡13 participaciones! para hacerse con el triunfo final de esta prestigio-
sa regata e igualar a su padre, Patrick Eliès, que se adjudicó la victoria en 1979.
Aquí han madurado famosos como Michel Desjoyeaux, Jean Le Cam, Pascal
Bidégorry, Yves Parlier y Philippe Poupon, entre otros muchos. Este año no ha
sido una excepción: el segundo clasificado, Morgan Lagravière, es un hijo de esta
regata, en la que el año pasado se adjudicó el triunfo en la categoría de princi-
piantes. Y solo tiene 25 años. Una vez más, La Solitaire du Figaro se ha caracte-
rizado por las escasas diferencias, pese a unas condiciones cambiantes y vientos a
menudo rolones y unos recorridos muchas veces pegados a tierra, con pasos entre
arrecifes con fuertes corrientes de marea.
Gijón vive una Solitaire
muy reñida y popular
2
©
Félix González Muñíz
©
Félix González Muñíz
a un número mínimo de empresas
dispuestas a invertir las enormes
cantidades que exige esta regata.
PREGUNTAS SIN
RESPUESTA
La organización asegura también
que el precio del barco comple-
to será de 4,5 millones de euros, y
que el coste total de una campaña
no superará los 15 millones, cifra
sensiblemente inferior a lo que se
han gastado los equipos en la Vol-
vo que acaba de terminar. ¿Será esto
suficiente para asegurar una mayor
participación e interés? ¿Será real-
mente menos caro, a la vista de las
inversiones que sin duda realizarán
los equipos para intentar ser más rá-
pidos que sus rivales? ¿Era necesario
convertir la más antigua de las vuel-
tas al mundo en una regata de mo-
notipos? ¿Acaso este año no ha ha-
bido igualdad, dado que tres de los
cuatro mejores corrían con un dise-
ño prácticamente idéntico (Groupa-
ma, Telefonica y Puma son hijos de
Juan K.)? ¿Y que entre ellos había
el Camper, concebido por otro di-
señador, español por cierto (Marce-
lino Botín)? ¿O se trata solo de un
intento de la propia organización de
controlar más el negocio? Demasia-
das preguntas sin respuesta. El he-
cho de que el diseño haya acabado
en manos del responsable del peor
de los cinco VOR 70 nuevos de esta
edición no hace más que levantar
más ampollas, o sospechas.
L
a nueva clase monotipo de trima-
ranes MOD 70 se estrenó en la
competición oceánica con una rapidí-
sima regata entre Nueva York y Brest.
El vencedor de la Krys Ocean Race
fue Spindrift, patroneado por Yann
Guichard y a bordo del cual navegaba
Pascal Bidégorry, que empleó menos
de 5 días para cubrir las casi 3.000
millas de recorrido, a una media de
25,3
nudos sobre la ortodrómica.
La clave del triunfo de Spindrift fue
aguantar el genaker más tiempo que
sus rivales, lo que le permitió navegar
más caído y a mayor velocidad duran-
te la segunda noche de regata, tras
recorrer 711 millas en 24 horas.
Segundo fue Groupe Edmond de
Rothschild (Sébastien Josse), y terce-
ro, Foncia (Michel Desjoyeaux). Como
Spindrift,
patroneado
por Yann
Guichard,
vencedor
de la Krys
Ocean Race
otras numerosas clases de navega-
ción oceánica, la asignatura pendien-
te de los MOD 70 es su internaciona-
lización: cuatro de los cinco patrones
eran franceses.
©
Thierry Martínez/Sea&Sea/MOD S.A.