113
Sessa C32
[
PRUEBA MOTOR]
17.
Una pieza
sorprendente en la
C 32 es la cabina
del armador, a
media eslora,
espaciosa y con
buena altura.
18.
En la cocina
se ha cuidado
tanto la
decoración como
el equipamiento
de serie, muy
completo.
19.
El gabinete de
aseo cuenta con
todo, incluso con
una ducha que
aprovecha todo el
espacio.
En general unos interiores muy cui-
dados, con no pocos detalles, de gran
calidad en los acabados y materiales, y
adecuados al programa de un crucero
de cierto compromiso.
NAVEGACIÓN Y
CONCLUSIONES
La ventaja de navegar dos veces un
mismo barco bajo condiciones muy
diferentes de mar y meteorología per-
mite formarse una idea más comple-
ta de sus prestaciones de navegación.
La primera vez fue con marejada y
una tremenda mar de fondo (y fuerte
chaparrón) que no permitieron me-
ter a tope las palancas de aceleración.
No pudimos pasar de los 19 nudos a
3.000
rpm, una marca muy inferior a
la del segundo intento (días más tar-
de), con marejadilla y brisa (y sol).
Sin embargo, el primer contacto con
el barco en condiciones innegociables
dejó entrever la capacidad de su care-
na. Las olas de casi dos metros sola-
mente dejan desplazarse a velocidades
mínimas, pero también evidencian
cómo se mueve el barco con la ola
de proa. Es una pseudoprueba que,
además, sirve para constatar otros as-
pectos relacionados con la seguridad:
dónde hay o no asideros, cómo cubre
el soft top o techo textil de la bañera
(
mal, con lluvia filtra a chorro y hay
que mejorarlo), o cuál es la eficacia de
los limpiaparabrisas, y de la altura del
francobordo para capear el oleaje, ven-
ga de donde venga.
Navegar con mar rizada a mareja-
dilla es otra cosa en esta eslora. Cada
barco tiene su mar, sus condiciones
óptimas para ser probado, y la C32 se
comporta muy bien bajo estas condi-
La C32 se adapta tanto a un programa deportivo
como de crucero familiar, dependiendo del tipo
de motorización.
ciones. Es una eslora que, a pesar de su
altura de francobordo, resulta bastan-
te estable, con una rabiosa respuesta
de timón, capaz de efectuar giros muy
cerrados a cualquier régimen y que,
en puerto, con la ayuda de la hélice
de proa, maniobra sin la menor difi-
cultad. En navegación mantiene un
régimen de crucero entre los 25 a 26
nudos a 3.300 a 3.400 rpm con todo
confort y con un consumo razonable,
ya que a esta marcha podemos estable-
cer una autonomía de unas 260 millas
largas. Por el contrario, con el gas a
fondo, los dos turbodiésel Volvo Pen-
ta D3-200 de 200 Hp con colas DP-S
permiten llegar hasta los 33,5 nudos
a 4.150 rpm (algo más en nudos y en
rpm de lo que señalan el astillero y el
fabricante del motor). A este régimen
la autonomía se reduce hasta unas 200
millas.
La C32 es muy manejable, y con
los dos D3-200 encuentra una po-
tencia correcta aunque nada excesiva.
18
17
17