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rancia cuida su cantera. El
Tour de Francia a vela, que
se corre en monotipos, es una
magnífica ocasión para formar nue-
vos talentos, además de ser un fin en
sí mismo para muchos navegantes
aficionados, que pueden medirse en
igualdad de condiciones con profe-
sionales de nivel que compiten en las
[
OCÉANOS]
Noticias
El Tour de Francia pasa por Roses
La ciudad catalana abrió
las etapas mediterráneas
de los 14 monotipos
M34 participantes
La Vuelta
a Francia
es una
magnífica
escuela de
navegantes.
Kiku Cusí
Halvard Mabire repite triunfo en la Québec-Saint Malo
Q
ue una regata oceánica empiece
con el descenso por un río, con la
flota rodeada en diversos puntos del
recorrido por numerosos espectadores
no es muy habitual. Este es parte del
encanto de la Québec-Saint Malo, una
prueba muy peculiar que antes de
abordar la travesía del Atlántico arranca
con la bajada a lo largo del San Loren-
zo, con boyas frente a seis ciudades
distintas.
La prueba se ha corrido este año en
categoría Open y en Clase 40. En la
primera el vencedor ha sido el trimarán
de 50 pies FenêtréA-Cardinal 3, que ha
invertido 9 días y 14 horas en completar
el recorrido. En Clase 40 ha ganado
Halvard Mabire, quien a bordo del
Halvard
Mabire
Campagne de France se ha convertido
en el primer patrón en vencer en dos
Québec-Saint Malo consecutivas. Su
tiempo ha sido de 11días y 17 horas, con
una singladura extraordinaria de 360
millas, a 15 nudos de media.
©
Jean-Christophe Lespagnol.
©
Jean-Christophe Lespagnol.
regatas de altura
más importantes
del calendario
internacional.
Con un for-
mato que combina recorridos téc-
nicos, regatas de altura, pruebas no
puntuables con invitados a bordo y
llegadas pegadas a tierra para favo-
recer el éxito de público y la popula-
rización de este deporte, la competi-
ción ha pasado este año por España,
concretamente por Roses. Fue en
esta ciudad donde los 14 M34 ini-
ciaron las etapas finales del Tour, que
fueron decisivas para la victoria final
del mediterráneo TPM Coych sobre
el atlántico Courrier Dunkerque 3.
Durante tres días, Roses hizo honor
a su fama de gran campo de regatas.
Y en la jornada final demostró que la
tramontana es tan fiera como la pin-
tan. Ante los más de 30 nudos que
soplaban camino del cabo de Creus,
la dirección de la competición neu-
tralizó la primera parte de la etapa
hasta Gruissan y los participantes se
dirigieron a motor y tormentín hacia
Argelès, donde se dio la salida. Las