OCÉANOS
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Les Sables-Azores-Les Sables
Un equipo femenino encarga el primer Volvo 65
L
a clase mini sigue gozando de buena salud. Treinta y ocho solitarios en la lí-
nea de salida (28 de serie y 10 prototipos) en la Les Sables-Azores-Les Sables
dan buena muestra de ello. Son bastantes menos que en los últimos años
(
el descenso es especialmente significativo en prototipos), pero aumenta conside-
rablemente la internacionalización de la flota (con representantes de nueve países),
compuesta tanto por patrones que aspiran a convertirse en profesionales como por
amateurs de pura cepa. Lástima que en esta ocasión no hubiera ningún español. Lo
que no mengua ni un ápice es el gran ambiente característico de esta clase.
Les Sables-Azores-Les Sables es una regata de altura, oceánica, que exige una
buena gestión no solo del barco, sino también de las propias fuerzas. Hay que sa-
ber dosificarse y sobre todo saber cuándo hay que emplearse a fondo y cuándo hay
que aprovechar las circunstancias favorables para no acumular cansancio de forma
gratuita. Si añadimos que las dos etapas fueron muy distintas, de ceñida la ida
hacia el archipiélago y con portantes la vuelta, y que hubo tanto viento fuerte (y
sobre todo mar difícil con olas relativamente cortas en el golfo de Vizcaya) como
diversas transiciones con los típicos cambios de vela, podemos decir que fue una
regata muy completa y exigente.
En prototipos se impuso Aymeric Chappellier, mientras que en serie ganó
Aymeric Belloir, ambos franceses. Pero en el podio se colaron un belga (Jonas
Gerckens, segundo en serie) y un checo (Milan Kolacek, tercero en prototipos).
Cabe destacar también la gran primera etapa de la suiza Justine Mettraux, que se
hundió en el regreso al continente tras una avería de timón.
En cuanto al Prysmian, el ex Teamwork de proa redonda que ganó la última
Mini-Transat, confirmó su excelente rendimiento en ceñida (pese a que ciñe un
poco menos que sus rivales, su velocidad compensa de sobras este defecto), pero
Giancarlo Pedote no estuvo acertado en la segunda etapa, corrida con vientos
fuertes prácticamente de popa. Al parecer, el italiano no encontró la manera de
impedir que sus planeos acabaran de repente en la ola precedente.
Como comentó Damien Cloarec, tránsfuga de la clase Figaro, “en algunos cir-
cuitos solitarios se nos exige ser regatistas. Aquí tenemos que aprender también
a ser navegantes y, en términos generales, buenos marineros”. Lo dicho, la mini
sigue siendo una clase con un encanto especial.
La clase mini, cada vez más internacional
imágenes de los M34 acercándose a
Creus pegados a la costa muestran
la dureza de esta zona cuando sopla
viento de componente norte.
Una simple ojeada a los partici-
pantes del Tour de Francia a Vela
basta para comprobar que no se
trata de una regata sin más. Junto
a amateurs, hay grandes profesiona-
les. A bordo del TPM Coych, por
ejemplo, navegaban Sébastien Col,
Erwan Israel, Fabien Henry y Julien
Villion, regatistas con experiencia
en Volvo, La Solitaire du Figaro y
la Krys Ocean Race (en MOD 70).
L
as mujeres volverán a participar
en la Volvo Ocean Race, tras varias
ediciones sin presencia femenina. La
empresa sueca SCA ha anunciado la
presencia de un equipo íntegramente
femenino en la salida de Alicante en
el otoño del 2014. Este equipo es el
primero en encargar un VOR 65, el
nuevo modelo diseñado por Bruce
Farr y que será construido por cuatro
empresas europeas distintas (en-
cargadas tres de ellas de distintas
partes del barco, mientras la cuarta
se responsabilizará del ensamblaje y
acabado final).
De acuerdo con las normas de
esta vuelta al mundo por etapas, las
tripulaciones íntegramente femeninas
pueden estar formadas por 12 nave-
gantes, en lugar de los 10 tripulantes
admitidos en los otros barcos.
Kiku Cusí
©
Diego Yriarte
©
Diego Yriarte
Maqueta en
contraplaca-
do del nuevo
V65.