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CRUCERO PRÁCTICO]
Introducción a la meteorología
Los actuales programas de previsión meteorológica son de
una eficacia que está fuera de toda duda. Tenemos así una
información casi inmediata y fiable. Pero si disponemos
de unos mínimos conocimientos meteorológicos
podremos saber el cómo y el por qué de las cosas.
El viento: principios
elementales
Texto e ilustraciones de Isidro Martí.
L
a capa de aire que rodea la su-
perficie terrestre recibe el nom-
bre de atmósfera. Esta masa de
aire está unida a la superficie por la
atracción gravitatoria. Además, como
el aire se puede comprimir mucho, la
máxima densidad de la atmósfera está
al nivel del mar, disminuyendo dicha
densidad rápidamente al ascender en
altitud. Esto hace que en los primeros
50
km desde el nivel del mar se en-
cuentre el 99,9 % de la masa atmos-
férica, mientras que se pueden llegar
a percibir sus componentes, con den-
sidades debilísimas, hasta los 10.000
km de altitud, incluso algo más.
El aire es una mezcla de gases, so-
bretodo nitrógeno y oxígeno, por lo
que, como cualquier materia, pesa.
Galileo demostró en 1640 que el
peso de un litro de aire es de 1.293
gramos. Pesó un globo de vidrio, de
capacidad conocida, previamente lle-
no de aire y posteriormente vacío. La
diferencia entre ambos datos fue de
1,293
gramos por cada litro de capa-
cidad del globo al nivel del mar.
Este peso del aire por unidad de su-
perficie, la atracción gravitatoria que
tiene la atmósfera en la tierra, es la
presión atmosférica. Torricelli, como
buen discípulo de Galileo, llenó un
tubo con mercurio de un metro de
longitud abierto por un extremo, y lo
invirtió pero sin dejar salir su conte-
nido, introduciéndolo así en un reci-
piente más amplio que contenía a su
vez mercurio. El mercurio del tubo
descendió, pero no en su totalidad,
quedando a una altura de 760 mm.
Dedujo así que la fuerza que impide
que descienda totalmente la columna
de mercurio es la de la presión atmos-
férica sobre la superficie de mercurio
del recipiente. El peso del aire.
Por primera vez se pudo cuantifi-
car realizando un sencillo cálculo: el
peso de la columna de mercurio de
760
mm en 1 cm cuadrado de sec-
ción, teniendo en cuenta el peso co-
nocido del mercurio arrojó el dato de
1.033,2
gramos.
Es decir, la presión atmosférica es
algo más de un kilo por cada centí-
metro cuadrado. Si queremos seguir
haciendo cálculos interesantes, y dado
que la presión se ejerce en todas direc-
ciones, podemos afirmar que nuestro
cuerpo soporta de 15 a 17 toneladas
métricas de peso. Por suerte dicha
presión queda equilibrada con nues-
tra presión interna, por el aire conte-
nido en los pulmones y en la sangre.
Si multiplicamos 1.033,2 gramos
por centímetro cúbico por la acele-
ración de la gravedad, obtendremos
1.013.200
dynas por cada centímetro
cuadrado. Como esta es una cantidad
muy elevada, se estableció una nueva
unidad, llamada bar, con su divisor
milibar, abreviado “mb”, con la equi-
valencia que conocemos en la actuali-
dad, de la presión atmosférica media
a nivel del mar de 1.013,2 mb. Re-
cientemente se ha establecido como
unidad de presión el pascal, abrevia-
Circulación del
viento por la
fuerza de coriolis
HEMISFERIO NORTE
GIRO ANTICICLÓNICO
GIRO CICLÓNICO