55
Radares
[EQUIPO]
Junto a los incendios, los
abordajes son la causa más
frecuente de accidentes
en el mar. La función ARPA
(que permite una vigilancia
automática) se ha convertido
en una ayuda esencial.
El arma anticolisión
más lejos en la representación;
los ecos reflejados por la línea de
costa, por ejemplo, son así más
fáciles de interpretar. La medida
de los ecos no necesariamente está
ligada a la medida real del objeto
reflejado, puesto que el material
del que esté compuesto afecta a la
calidad de las ondas reflejadas. Si
situamos una boya metálica al lado
de una embarcación de fibra de
tamaño medio, la primera se verá
en la pantalla como una mancha
mayor que la segunda, puesto que
el acero de la boya es mucho más
reflectante que la fibra de vidrio
del barco.
El radar es un instrumento de
navegación muy completo que
puede servirnos tanto para tomar
una posición de nuestro barco
como para detectar un objeto
La antena
abierta de
radar es la
que mejor se
adapta a la
vigilancia de
larga distancia.
La
identificación
y seguimiento
de los
objetivos y de
los rumbos
para evitar
un abordaje
son las
funciones más
importantes
del radar.
determinado (barco, boya, etc.) a
una decena de millas o más, vigilar
los barcos que están próximos a
nosotros o entrar en un puerto o
en un fondeo, tanto de día como
de noche, incluso con malas
condiciones de visibilidad. Si se
programan las alarmas, se convierte
en un elemento de seguridad
activa del barco, pero siempre será
indispensable la vigilancia visual,
sobre todo en zonas de gran tráfico.
L
a función anticolisión ARPA,
que vigila automáticamente
posibles rutas de colisión, es para
nosotros la más importante. De
hecho, esta función ya justifica por
sí misma la inversión en un buen
radar. La avanzada automatización
de la nueva generación de equipos
informáticos le ha evitado al
navegante el tener que efectuar
complicados reglajes manuales de
filtros o de ganancia, con resultados
muy satisfactorios. Procedente
del ámbito profesional, el radar
no es un gadget, y difícilmente
encontraremos en este equipo
funciones prescindibles. En la
medida en que el radar forma parte
esencial de la seguridad del barco,
la eslora de éste importa menos
que el modo o el lugar por donde se
navega: tanto de día como de noche,
en aguas muy frecuentadas, con
condiciones de visibilidad limitadas,
Función ARPA
niebla o lluvia frecuentes, o incluso
de día con un mar despejado y
buenas condiciones meteorológicas.
Las exigencias son muy distintas en
ambos casos. La primera situación
exige un equipo potente (2 kW o
más), con funciones automatizadas
de seguimiento de objetivos,
mientras que en la segunda de las
condiciones uno puede contentarse
con un modelo más sencillo y de
alcance más reducido (2 kW o
Broadband).
La capacidad de discriminación
entre dos objetos próximos depende
de la amplitud de la antena. Los
modelos con antena abierta, aunque
son más engorrosos (de uno a dos
metros de largo), son más precisos
que las denominadas radome o
de cúpula, pues su haz es más
estrecho (de uno a dos grados
horizontalmente, contra cuatro o
siete de promedio).