Nautica y Yates_17 - page 92

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[SEGURIDAD]
Balsas salvavidas
Lo que sí se cambia en las
revisiones normales es el material
caducado o con una validez
inferior a un año contenido en
el saco estanco del interior de la
balsa.
También se cambia la bolsa
de vacío de plástico en que está
envuelta la balsa dentro del
contenedor, que se termosella en
cada revisión para asegurar su
estanqueidad. La función de esta
bolsa es proteger la balsa y hacerla
más compacta al vacío para que
ocupe el mínimo espacio.
LOS CUATRO TIPOS
DE PRUEBA DE UNA
REVISIÓN
Las pruebas de las balsas en
el taller del correspondiente
servicio oficial de revisión —en
nuestro caso Survitec— constan
de varias fases dependiendo de la
periodicidad y la antigüedad de
la balsa.
Test de presión (Air Holding):
prueba de hinchado y presión de
los flotadores. Pesaje del cilindro.
Cada año.
Test de hinchado con el
cilindro (Gas Inflation Test):
prueba de hinchado con el propio
cilindro de la balsa. Cada cinco
años.
Prueba de sobrepresión:
se taponan las válvulas de
sobrepresión y se hinchan los
flotadores al doble de la presión
de trabajo durante cinco minutos.
Se comprueba que no haya grietas
ni fugas. El test es auditivo y
visual. Cada año a partir de los
10 años de vida de la balsa.
Prueba del suelo:
se camina
por el suelo de la balsa, se pone
un peso de 70 kg y se comprueba
que el suelo no se despegue. Cada
año a partir de los 10 años de vida
de la balsa.
Nota: agradecemos a Survitec Group – Barcelo-
na y al personal de taller su colaboración en la
realización de este reportaje.
A no dejar a bordo
Solución de problemas
Radiobaliza.
Debemos llevarnos a bordo de la balsa la radiobaliza de
socorro del barco, ya que esta da permanentemente la posición y, si la
olvidamos a bordo, los servicios de rescate se dirigirán al punto en que
hayamos abandonado el barco, pero nuestra balsa puede estar a decenas
de millas de distancia llevada por el viento y la corriente.
VHF.
La emisora portátil debe también venir con nosotros. Nos será de gran
ayuda en el momento del rescate o para comunicar con otros barcos en las
inmediaciones.
Bolsa de emergencia.
Es conveniente disponer siempre de una o dos bolsas
estancas con material de emergencia al alcance de la mano en un lugar conocido del barco,
que embarcaremos con nosotros en la balsa. En ella guardaremos todo lo que consideremos
necesario en caso de abandono: abrelatas, comida envasada, pilas y, sobre todo, agua.
Chalecos salvavidas.
Los chalecos salvavidas se embarcarán también siempre en la balsa de
salvamento.
Si es necesario rehinchar los flotadores a causa de una
fuga, en el interior disponemos de una bomba de hinchado
manual. Las válvulas de hinchado, una por flotador, están en
el interior de la balsa.
También disponemos de un kit de reparación. Trabaja mal en
mojado, por lo que recomendamos embarcar un kit adicional de
secado rápido y que trabaje en mojado (tipo DrSails). A bordo hay
espiches plásticos de diferentes tamaños, sumamente efectivos.
En el interior de la balsa, junto a la entrada disponemos de un aro de
salvamento de pequeño diámetro que usaremos como ayuda en caso
de que un tripulante tenga que alcanzar la balsa a nado.
Puede ser rígido o de lona. No
hay más diferencias que las que
afectan a la conservación y a la
facilidad de estiba. La elección se
hace generalmente en función del
espacio disponible a bordo.
Es de cinta plana y suele medir unos
14 metros, de los que sobresalen
dos. Hay que hacerla firme a bordo
en una cornamusa antes de lanzar
el contenedor al agua por la borda,
por sotavento o por popa. No hacerlo
significa perder la balsa. Nunca
tirar de la boza mientras la balsa esté a bordo: la cinta se
desenrollará sola en toda su longitud al lanzarla al agua.
En los contenedores rígidos no hay que cortar los flejes
de sujeción de la tapa antes de lanzarla. Se romperán
automáticamente al hincharse.
1. El contenedor
2. La boza de disparo
Si hay que usar la balsa...
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