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Balsas salvavidas
[SEGURIDAD]
Si la balsa se hinchase cabeza abajo, no habrá
más remedio que tirarse al agua para voltearla.
Todas disponen de una cincha para este fin. Para
hacerlo, buscaremos el
contenedor de la botella
de CO2, apoyaremos
el pie en él y nos
agarraremos a la cincha
para voltear la balsa tal
como se ve en la foto.
Colocarse a sotavento
facilitará el volteo.
6. Hinchado al revés
Una vez el contenedor en el agua,
basta cobrar de la boza y efectuar un
tirón enérgico. Un percutor perfora una
membrana del cilindro y la balsa se hincha
automáticamente en menos de un minuto.
Una vez hinchada la balsa, cobraremos
de la boza hasta acercarla al costado para
abordarla.
Una vez todos los tripulantes
a bordo, nos separaremos
del barco. En la parte exterior
del flotador, encontraremos
una funda con
un cuchillo de
punta roma.
Lo sacaremos
para cortar la
boza.
El cilindro no contiene aire comprimido
sino una mezcla de Co2 y un 10 % de
nitrógreno.
El peso aproximado de una balsa
deportiva de seis plazas es de unos
40 kg.
La normativa establece que una balsa
debe hincharse en un minuto. En la
foto, la balsa hinchada y con el cilindro
a la vista.
En el interior de su bolsa o contenedor,
la balsa está envuelta en un plástico
grueso termosellado que la empaqueta
al vacío para reducir su volumen. Al
abrirse, el plástico se rompe y quedará
flotando, junto con la bolsa exterior. Al
cortar la boza se liberan ambos.
Los flotadores son independientes. Del
cilindro de presión salen dos tubos que
los hinchan por separado.
El test de presión de los flotadores
dura dos horas, con una medición
cada hora, y se hace teniendo en
cuenta la presión y la temperatura
ambientes. Para cada grado de
temperatura hay que restarle a la
balsa cuatro milibares. Cada milibar
de presión atmosférica afecta en un
milibar de presión en el interior del
flotador. La pérdida, entre las dos
mediciones, debe ser menor del 5 %
para validar el test.
3. El disparo
4. El acercamiento
5. Liberar la balsa
SABÍA QUE…
Durante el hinchado puede formarse
escarcha en el exterior del flotador.
No pasa nada, lo produce la
descompresión del nitrógeno del
cilindro.
El cilindro lleva un 10 % más de
capacidad que el volumen de los
flotadores calibrado por el fabricante.
El silbido que se percibe tras el disparo
no significa que se esté deshinchando
la balsa: es el sobrante que expelen
dos válvulas de sobrepresión situadas
en un lateral de los flotadores.
Tras unos minutos, los flotadores
adquirirán la rigidez adecuada.
Con la caída de la temperatura los
flotadores pueden perder rigidez,
especialmente por la noche. Un
grado de aumento o disminución de
temperatura equivale a 4 milibares
en volumen (una balsa como la de la
prueba está calibrada generalmente
a 250 milibares). No hay problema:
con la salida del sol, los flotadores se
recuperarán.
La balsa dispone de una luz
estroboscópica exterior para
localización y de otra interior. Ambas
se activan automáticamente al
contacto de los bornes que están bajo
la balsa con el agua, por lo que estarán
siempre encendidas.