Armel Le
Cléac’h, junto
con Alex
Thompson
han sabido
dominar
la regata
y también
la mayor
parte de la
atención
mediática.
Alan
Roura ha
sorprendido
aguantando
con el barco
seguramente
más lento de
la flota y que
ha superado
la pérdida
de un timón
y una vía de
agua.
OCÉANOS
hace cuatro años con foils añadidos); era lógico, por tan-
to, que fueran más rápidos que los imocas más antiguos.
La mayor rapidez de los barcos punteros, unida a una
meteorología muy favorable en la bajada del Atlántico y
en buena parte del océano Austral, han propiciado que
probablemente se haya roto el récord de la prueba, que
es también el récord de la vuelta al mundo en solitario
en monocasco.
La lucha entre Armel Le Cléac’h y Alex Thomson ha
centrado buena parte de la atención de los medios de co-
municación, como sucedió hace cuatro años con la bata-
lla entre François Gabart y el propio Le Cléac’h. El bri-
tánico suele arriesgar más en sus opciones estratégicas y
seguramente también en su forma de navegar, mientras
que el francés prefiere no jugársela tanto y centra sus
esfuerzos en mantener un ritmo elevado más constante.
El enfrentamiento entre estos dos grandes veteranos
de la clase Imoca se ha visto perjudicado por la pérdida
del foil de estribor del
Hugo Boss,
aparentemente por
una colisión con un OFNI. Sin embargo, el hecho de
que el británico haya aguantado más de media regata
sin uno de estos apéndices abre una serie de interrogan-
tes sobre el uso de los foils y también sobre las diferen-
cias de diseño de estos dos barcos, ambos surgidos del
gabinete VPLP-Verdier.
¿Es cierto que los foils solo se utilizan en determina-
das ocasiones? ¿Que la ventaja de esos apéndices estriba,
más que en velocidades medias siempre más altas, sobre
todo en ir más rápido en algunos momentos para no
perder determinados sistemas meteorológicos, mientras
la oposición se queda descolgada?
©
Y. Zedda-BP
©
Banque Populaire/On board
©
Alan Roura
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