[PRÁCTICA]
Las reacciones de la hélice
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T
odas las embarcaciones
propulsadas a motor
experimentan, de algún
modo, el llamado “efecto hélice”
o efecto de reacción al giro de la
hélice. En los barcos dotados de
transmisiones con doble hélice,
como las Volvo DuoProp o las
Mercruiser Bravo Three, estos
efectos se compensan, como
también se compensan en los
barcos equipados con dos motores,
a condición que las hélices de
cada uno de ellos giren en sentido
contrario. Pero no adelantemos
acontecimientos…
Para entender el concepto hay
que visualizar una hélice en el
agua. Cuando la hélice gira se
produce una acción y “a toda acción
Las reacciones de la hélice
Las pequeñas embarcaciones son más sensibles a los efectos de reacción de las hélices
pero también resulta más fácil corregirlos. Veamos cómo.
se opone una reacción igual y
de sentido contrario”. Cuando
damos avante la hélice empuja el
agua hacia atrás y, como reacción
principal, la embarcación se mueve
hacia adelante. Pero hay un efecto
residual.
La mayoría de las hélices
utilizadas en la navegación de
recreo son dextrógiras. Se define
como hélice dextrógira la que vista
desde popa gira en el sentido de las
agujas del reloj. La pala de abajo
empuja el agua hacia babor y la
pala de arriba empuja el agua hacia
estribor. A primera vista podría
parecer que cada uno de estos
movimientos se compensan entre
ellos, pero no es así.
Resulta que la pala de abajo se
mueve en agua más densa que la
pala de arriba y, en consecuencia,
el efecto de reacción que provoca
la pala de abajo es superior al de
la pala de arriba. Puesto que la
pala de abajo empuja el agua hacia
babor, el barco desplaza la popa a
estribor. Y una nueva consecuencia:
si la popa cae a estribor la proa
cae a babor. Dicho de otro modo:
si viéramos el barco desde arriba
observaríamos que tiende a hacer
lo contrario que hace la hélice vista
desde popa.
LA ESCORA
Las pequeñas embarcaciones de
recreo suelen estar propulsadas
con motores fueraborda de
poca potencia. En estos casos
la corrección de esta pequeña
variación es inmediata: basta
corregir con el volante o mando
popero. Pero hay un segundo efecto
a tener en cuenta: la escora.
Del mismo modo que la
embarcación tiende a caer a babor
cuando se da avante, también
suele escorar a esa banda. Esto
sucede porque al giro de la hélice
–dextrógira– se le impone una
reacción en sentido contrario
de modo que el barco tiende a
En las
pequeñas
embarcaciones
el patrón debe
sentarse a
estribor para
compensar
con su peso
el efecto de
reacción de la
hélice.
Los mandos
poperos de
los pequeños
motores
fueraborda
están
pensados para
ser acelerados
con la mano
izquierda.
PRÁCTICA
Miquel Mallafré