Foto de
familia con
el equipo del
astillero y los
medios espe-
cializados.
Astondoa
[ASTILLEROS]
23
cada unidad —que se realiza en infusión al vacío incor-
porando diversos materiales, según el barco— y la adapta
a las preferencias del armador, por lo que en realidad no
existen dos Astondoa iguales; en cuanto a la carpintería,
Astondoa posee, además, una fábrica de muebles en Al-
mansa, cerca de Santa Pola, que produce todo el mobilia-
rio a medida y según los gustos del propietario para sus
barcos.
Estas características del astillero permiten el no te-
ner que depender de proveedores externos y poder ga-
nar tiempo, efectuar modificaciones en menos tiempo, y
adaptar los barcos en cualquier fase de la producción con
mayor facilidad, además de resultar competitivos con res-
pecto a otras marcas del mismo segmento, o incluso estar
en un rango de precios algo inferior con mayor calidad.
UNA OLA DE LANZAMIENTOS
Renovarse o morir, y así lo ha entendido Astondoa. En los
últimos tres años el astillero ha renovado toda su gama
adoptando un nuevo estilo de diseño que, manteniendo
su personalidad, ha dotado a sus barcos de una imagen
más moderna y atractiva.
Se han creado dos líneas nuevas, la Century, con moti-
vo del centenario celebrado el pasado año, que incluye las
mayores esloras, con modelos de 90, 100, 110, 120 y 130
pies. Y la línea Sport Coupé, con los modelos 377, 555,
665 y 755, barcos de diseño más atrevido, vanguardista,
dotados de una carena más deportiva, con grandes áreas
acristaladas y con la incorporación de la fibra de carbono
en las zonas altas, como el fly para bajar el centro de gra-
vedad y aligerar peso.
Al 110 Century, que se vio en pasado salón de Cannes,
le sigue ahora el 110.
También es novedad el 80 Flybridge, sucesor del 66
Flybridge (que se presentó en Santa Pola el pa-
sado enero de 2017) y al que le seguirá el 90
pies.
Y el 655 Coupé que se presentó en el salón
de Fort Lauderdale en 2016, y en 2018 saldrá
al mercado, en mayo, el 377 Coupé. Navega-
mos los tres barcos en Santa Pola, unas millas
hasta la próxima isla de Tabarca, durante una
jornada en la que el mar favoreció el apreciar
las prestaciones de navegabilidad de cada una
de las tres esloras.
