Revista Náutica y Yates 33 - page 129

Cranchi E 52 F Evoluzione
[PRUEBA MOTOR]
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La carena de esta unidad le otorga un
comportamiento dócil y una excelente respuesta.
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bre el techo de la cabina. La proa,
en este caso, cumple con la tenden-
cia de barcos de mayor eslora, con-
virtiendo esta zona en un área que
complementa la del fly, no exenta
de detalles como huecos de estiba
bajo el sofá, una nevera de hielo o
portavasos. La maniobra de fondeo
es impecable, así como los herrajes,
aquí y en popa.
Una cubierta y un flybridge más
propias de una 58 pies que de esta
52, con un nivel de acabados sobre-
saliente, y sin descuidar un diseño
de calidad.
PUESTOS DE GOBIERNO
Tanto desde el fly como desde el
interior, se gobierna bien. Sin em-
bargo, desde arriba, encontramos el
asiento un poco bajo y alejado de las
palancas de aceleración, aunque esto
depende de la constitución del pilo-
to, como es natural. En todo caso, la
11 y 12.
Ambos
puestos de
gobierno son
acordes a las
necesidades de
este barco, aunque
el del interior es
más completo,
elegante y
ergonómico.
13 y 14.
Dos
vistas del espacio
principal interior,
con una eficaz
distribución
que aprovecha
el espacio con
los distintos
elementos.
15.
La cocina es
un logro, por
su ubicación,
equipamiento y
disponibilidad de
servicio tanto a la
bañera como a la
cabina.
8 y 9.
El E 52 F
Evoluzione es
un crucero de
espacios. En el fly
se ha optimizado
la distribución con
un sofá y mesa
y un solárium
junto al puesto de
gobierno, además
de incluir un
mueble de servicio.
10.
Arriba tampoco
falta una nevera
y un fregadero,
además de una
superficie de tra-
bajo para preparar
aperitivos.
15
consola del fly está bien diseñada,
dejando una buena superficie para la
pantalla multifunción, el volante —
ajustable—, y el resto de instrumen-
tación a la derecha y la relojería en la
parte alta, donde no falta un compás.
Las palancas de los dos Volvo tienen
su propio soporte y quedan más al
alcance de la mano, pero no muy cer-
ca. Además, en la unidad que nave-
gamos, el joystick de los IPS de Vol-
vo Penta estaba encima del volante,
lo que obligaba a manejarlo estando
de pie para maniobrar. El asiento es
fijo y para una sola persona y el de-
flector cumple con su cometido pro-
tegiendo eficazmente.
En el interior, el puesto se ha cui-
dado bastante más. Empezando por
el asiento monoplaza del piloto,
ajustable, con la base elevable, do-
tado de una puerta lateral con pan-
tógrafo, como en las grandes esloras,
y con los indicadores mejor ordena-
dos en la consola, especialmente el
joystick y las palancas de acelera-
ción, perfectamente al alcance de la
mano. Aquí no falta un reposapiés,
ni el compás y hay sitio suficiente
para incorporar toda la electrónica
necesaria en un crucero de este nivel.
Además, la consola no roba visión
frontal y desde la butaca del piloto
se tiene una visión de prácticamente
360 grados gracias a los ventanales
bajos de todo el salón.
Puestos acordes al barco, pero con
el del interior al nivel de un gran
barco de lujo, bien concebido, ele-
gante y ergonómico.
INTERIORES
En los interiores llama la atención su
decoración, de estilo muy particular,
en tonos claros y con elementos muy
propios de este modelo. Cocina junto
a la entrada, salón con sofá en U con
otro enfrente. Destaca en esta zona
principal la luz que proporcionan los
grandes ventanales y, especialmente
la ventilación, que se refuerza con
dos escotillas cenitales colocadas a la
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