70
[Prueba motor]
Sunseeker Manhattan 55
del armador, ubicada a media eslora.
La cocina es poco menos que especta-
cular, no muy grande pero con todo lo
imaginable, elegante, muy completa
y con una amplia superficie de trabajo.
La nevera aquí tiene un protagonismo
notable, como debe ser, y no falta el
lavavajillas, el microondas, fregadero
y la vitrocerámica.
La zona de proa se destina a una
estupenda cabina que tiene acceso di-
recto a baño, donde no faltan un buen
ropero y excelente luminosidad natu-
ral. Este aseo de la zona delantera tie-
ne puerta frente a la cocina, de modo
que la cabina de invitados doble de
estribor, con dos literas convertibles
en una sola cama, queda aislada.
Tanto el aseo de proa como el que
corresponde a la cabina del armador,
disponen de ducha aislada y del toque
de elegancia en línea del resto del bar-
co. Las dimensiones de ambos son más
que satisfactorias para un barco de 55
pies de gran crucero.
La pieza más espectacular de la zona
de noche es la cabina del armador,
suntuosa, ancha, a toda la manga, con
las cristaleras de diseño en las bandas
que permiten ver el mar casi a nivel de
la superficie, muy agradable y lumi-
nosa. Un sofá a estribor con un gran
ropero, y un mueble tocador en el lado
opuesto configuran este confortable.
La decoración dependerá, como en el
resto de los interiores, de las prefe-
rencias del armador, que dispone de
un muestrario interminable, como
hemos apuntado. La cabina de mari-
nería, a popa, con su respectivo aseo
completo, es opcional.
Interiores excelentes, para vivir las
mejores sensaciones, en una atmósfera
que se beneficia de una generosa lumi-
nosidad natural en todo el barco y de
las estratégicas luces indirectas repar-
tidas por cabinas y salón.
Navegación y
conclusiones
Cuando se concibe un crucero como
éste, nada se deja al azar, y menos
los aspectos concernientes a la nave-
gación. Si Sunseeker es sumamente
escrupuloso con la calidad constructi-
va, de los materiales y la decoración,
no lo es menos con lo no que se ve:
la obra viva de sus barcos. En efecto,
la Manhattan 55 puede tener algo que
no guste visualmente, pero en cuan-
to a la percepción de la navegación
merece las mejores opiniones. Según
las estimaciones del astillero, este
barco equipado con dos motores de
900 Hp ha de ser capaz de alcanzar
los 32 nudos de velocidad punta; y ha
de mantener un régimen de crucero
de unos 23 nudos. No obstante, na-
vegado con los Caterpillar de 715 Hp
en condiciones de carga bastante favo-
rables pero con una mar adversa para
navegar, con algo de fondo y brisa, la
Manhattan 55 alcanzó los 28 nudos de
punta a 2.400 rpm (con un rugido de
los escapes que se podría disminuir).
Y para mantener un buen régimen de
crucero, cómodo y suave, ideal para
largas travesías, bastan los 22-23 nu-
dos a 2.100-2.200 rpm. El barco, con
transmisión por ejes, responde con
gran eficacia, ofreciendo una gran ca-
pacidad de giro, lejos de aquellos anti-
guos modelos que se abrían en círculo
hasta no terminar nunca. Responde
17.
El camarote de
proa respeta una
planta tradicional,
con una cama de
matrimonio, el
ropero y acceso
directo al gabinete
de aseo.
18.
Los dos aseos
presentan el
espacio de la
ducha separado
mediante
mampara. La
decoración se ha
cuidado hasta en
el menor detalle,
como la grifería.
19.
Dos literas que
se pueden unir en
una sola, integran
la cabina de
estribor, en la que
no falta el armario
ropero.
20 y 21.
La enorme
cama del armador
preside la cabina
situada a media
eslora, abarcando
toda la manga.
Un camarote que
se complementa
con un sofá y un
tocador.
17
20
19
21
18
1...,60,61,62,63,64,65,66,67,68,69 71,72,73,74,75,76,77,78,79,80,...132