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[SEGURIDAD]
Balsas salvavidas
1. Desmontaje de componentes.
Se desmonta la
radiobaliza separando la parte superior de la carcasa
del cuerpo que alberga la batería, salvando, en el
caso de las GME, solo la placa del circuito, que se
monta en la carcasa nueva, y se sustituye el saquito
absorbente para la humedad y la junta tórica.
5. Colocación del disparador ma-
nual y el seguro.
Un momento deli-
cado, ya que al colocar el tornillo de
sujeción es inevitable que se dispare
la radiobaliza. El disparo dura pocos
segundos, pero suficientes para que
si en este momento
tenemos un satélite
en el cénit el centro
de salvamento
recoja la alarma.
7. Activación. Se efectúa en una caja de Faraday que
evita que salga la señal. L
a prueba es en realidad un
“beacon test”, se tiene que calibrar y certificar cada dos
años. En el caso de este modelo se envía al Canadá. Es
como un simulador, ya que la señal con las coordenadas,
en vez de recogerla el Centro de Rescate, las recoge el
tester. Aquí hay una segunda posibilidad de que el saté-
lite recoja la señal,
ya que hay solo
unos segundos para
sacar el equipo de
la caja de Faraday y
desconectarlo.
2. Ensamblaje.
Se
monta la antena y se
ensambla todo de
nuevo. Si hay un error
en la placa base, no
se repara sino que se
coloca una nueva.
3. Prueba de estanqueidad.
Se
efectúa con la radiobaliza en su
soporte, para evitar el disparo. Se
inyecta aire a 1,25 atmósferas de
presión y
se sumerge
en agua
a 60°. El
objetivo es
que no se
observen
burbujas
que
revelarían
un punto
no estanco.
4. Sellado.
Se sella la
entrada de
la prueba de
estanqueidad
con silicona.
PASO A PASO
para garantizar que la revisión
es correcta, que cumple con
los estrictos protocolos de los
fabricantes, y que cuando la
radiobaliza sale de las instalaciones
está en perfectas condiciones de
funcionamiento: tanque para
prueba de estanqueidad con
inyección de aire a 1,25 atmósferas
y agua a 60 grados (algo que lo que
no todas las estaciones de revisión
disponen) y un caja de Faraday para
efectuar el disparo sin que la señal
sea recibida por los satélites y el
CCSM, generando una alarma
innecesaria, un aparato
para comprobar y
medir los diferentes
potencias y
coordenadas de la
radiobaliza (Beacon
Tester), etc. Equipos
imprescindibles,
ya que en Balsamar
todas las radiobalizas que se revisan
se disparan puesto que como afirma
Josep Domènech, su director,
“No hay manera de efectuar una
revisión completa sin disparar la
radiobaliza”.
Esta es sin duda la mejor garantía
de seguridad: salir a navegar con
la certeza de que la radiobaliza
se activará bajo cualquier
circunstancia que lo requiera.
La zafa
hidrostática
debe
cambiarse cada
dos años.
6. Comprobación de la programación
de origen (número MMS identifica-
dor, etc…).
Con la radiobaliza sobre
una carcasa especial conectada a un
ordenador se activa en modo test, se
comprueban los datos y se imprime la
cinta exterior identificadora del equipo
y el informe que se entregará al cliente
y quedará registrado en la base de
datos central.