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[CRUCERO PRÁCTICO]
1.
¿Quién es
el patrón? No
es raro verlo
controlándolo
todo bien
acomodado en el
balcón de popa.
2.
El patrón no es
necesariamente
el caña.
de patrón, se sacará el título si lo
cree conveniente y será el que de-
cida cómo se hacen las cosas y casi
siempre será el que lleve la caña o
el timón, al menos durante los mo-
mentos importantes o conflictivos.
Pero eso será en el caso de que no
necesite o decida llevar un patrón
profesional. En el grupo de crucero,
cuando la eslora del barco sobrepa-
sa una medida manejable, es lógico
contratar a un profesional que se
haga cargo del barco durante el año
y sobre todo, que se responsabilice
de las navegaciones veraniegas. En-
tonces el propietario ya no ejerce de
patrón y pasa al estatus de armador
—véase artículo anterior sobre ar-
madores—. Muchos armadores sue-
len ejercer de patrones, o mejor, de
capitanes, en el momento que creen
conveniente. Es muy importante
que hablen previamente con el pa-
trón profesional cómo van a gestio-
nar estos turnos de mando para que
no se generen tensiones, o lo que es
peor, fallos en la cadena de decisio-
nes que pueden llevar al barco a una
avería o accidente.
LA REGATA
El mundo de la regata es más com-
plejo. Pero también es más prácti-
co: se busca el resultado, la eficacia.
Entonces el patrón no tiene por qué
ser el armador, ni siquiera el caña.
El patrón es habitualmente el más
experimentado, el que es capaz de
desarrollar esas dotes de organiza-
ción y de selección de la tripula-
ción. Un buen patrón de regatas no
tiene por qué ser el mejor caña, ni
el mejor táctico. Es el que es capaz
de llevarlos a bordo para que den
lo mejor de sí mismos sin que se
sientan infravalorados.
El secreto es que lleguen a pen-
sar “Yo sé más que el patrón, pero
me deja hacer mi trabajo sin pisar-
me ni ponerme trabas, y lo que es
mejor, valorando delante de todos
mi buen hacer, sin apuntarse me-
dallas que me corresponden a mí”.
No es fácil ser patrón en estas
condiciones. Los egos en el deporte
son muy grandes, como es lógico, y
en el mundo de las regatas no tene-
mos una excepción. Las decisiones
durante una regata, y sobre todo,
en la salida, se toman en segundos.
Entonces el patrón ha de tener san-
gre fría y dejar al caña decidir sin
llevarle la contraria. Esto es sólo un
ejemplo, pero me sirve para definir
la figura del patrón, que en las re-
El patrón de regatas no tiene por
qué ser el mejor caña, ni el mejor
táctico.
gatas se parece más al de entrenador
clásico de muchos otros deportes.
En el perfil de patrón, ya sea de
crucero, crucero con profesional o
regata, caben infinidad de defini-
ciones, que como hemos visto serán
muy variadas, pero podríamos aco-
tar algunas de ellas.
Ha de tener experiencia, o como
mínimo ha de navegar con alguien
que la tenga y sepa motivarlo y
prestarle atención. Ha de ser hu-
milde, y trabajar en equipo, escu-
chando a toda la tripulación y mo-
tivándola a la vez.
Por supuesto el patrón ha de ser
una persona previsora, organizando
la navegación mucho antes de ini-
ciarla, en la preparación del barco y
la selección de la tripulación, aun-
que sea familiar o de amigos.
Y algo que muchos no contem-
plan: ha de ser, o al menos intentar-
lo, un buen profesor. Porque tendrá
que explicar a su tripulación mu-
chas cosas que él sabe pero el resto
no. Desde detalles domésticos o te-
mas más técnicos.
Les deseo mucha suerte este ve-
rano. Ejercer de patrón es un privi-
legio. Navegar con un buen patrón
es un placer.
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