[SINGLADURA]
Turquía
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FETHIYE MERECE UNA
LARGA VISITA
Antes de embarcarnos para realizar
un crucero por el golfo, la ciudad
de Fethiye merece una visita dete-
nida. Fue fundada en el siglo V a.C.
y era conocida en la antigüedad con
el nombre de Telmessos. En el siglo
VIII cambió el nombre a Anastasio-
lis. En 1824, ya bajo el imperio oto-
mano, tomó el nombre de Megri. El
actual nombre de Fethiye se le puso
a la ciudad en 1934 en memoria del
piloto mártir Fethi Bey. Entre los
monumentos más significativos de
esta ciudad podemos citar los ves-
tigios de la ciudadela, un sarcófago
en el jardín del ayuntamiento —el
monumento más antiguo, sobre el
que se encuentran esculturas de ji-
netes en relieve—, y el anfiteatro de
Telmessos que data del principio de
la era romana y que podía acoger a
5.000 personas. A no perderse la
mezquita Eski Cami (1791) ni el
hammam
con su arquitectura de seis
arcos y 14 cúpulas. También es im-
prescindible una visita al museo, en
el centro. Alberga obras de arte des-
de la época helénica a la bizantina y
muestras de artesanía local (borda-
dos, joyas, etc.). Para concluir esta
visita no hay que olvidar el mercado
del pescado donde podemos escoger
el que más nos apetezca y hacérnos-
lo cocinar a nuestro gusto en uno de
los restaurantes del propio merca-
do, sin olvidar el de Paspatur donde
encontraremos también mucha ar-
tesanía, ropa y fruta.
Antes de embarcar hacia otras
aventuras, es obligada la visita a las
tumbas de Amyntas, del siglo IV,
excavadas en el acantilado situado
en la periferia de la ciudad. Desde
aquí se tiene una vista excepcional
sobre Fethiye.
LA NAVEGACIÓN
Antes de hacerse a la mar hay que
pensar en el fondeo. Las posibili-
dades son muchas. Si le gusta la
soledad, la solución es un ancla en
proa y un cabo a tierra, una prác-
1.
La marina de
Fethiye ofrece
todos los servicios
que el crucerista
puede esperar.
2.
Mercado de
Paspatur, en
Fethiye.
3.
Tumbas
de Amyntas
excavadas en
la roca del
acantilado.
4.
En la isla
Gemille,
antiguamente San
Nicolás, se puede
fondear con un
cabo a tierra.
5.
Pantalanes en
Gobön.
6.
La cala llamada
el “Hammam de
Cleopatra”, está
perfectamrente
protegida.
tica muy corriente aquí. Hay que
decir que la mayoría de las islas
ponen pantalanes a disposición de
los cruceristas en los que es posible
amarrar durante uno o varios días
(como en Gobön), aunque también
hay marinas.
Cuando se sale de la bahía de
Fethiye, se plantean diferentes tipos
de navegación. Para situarnos, una
buena alternativa es dirigirnos a la
isla de Gemile (antiguamente San
Nicolás), pasando por delante de la
playa de Ölüdeniz. Esta gran playa
de arena blanca es una de las joyas
turísticas de Turquía. Hay que de-
cir que se extiende a lo largo del
parque natural de Kumburnu (950
hectáreas). En ella se pueden prac-
ticar todos los deportes náuticos y
también el parapente. Los parapen-
tistas salen del monte Baba (1.950
metros) y descienden hacia la playa.
Fondeando delante de Ölüdeniz,
podemos acercarnos, en nuestro
propio anexo o alquilando una lan-
cha, al valle de las mariposas que se
encuentra a los pies de la montaña.
Si tiene el valor de escalar, po-
drá descubrir, en la buena estación,
miles de mariposas en los troncos
de los árboles. En Gemille se pue-
de fondear con un cabo a tierra,
ya que la pequeña bahía está bien
protegida de viento y corriente y
tiene una playa de arena fina. Con
el anexo (hay un pequeño pantalán)
podemos bajar a tierra para descu-
brir los vestigios de una iglesia y
sus frescos, que datan del imperio
bizantino. Tras una noche en la más
absoluta calma, será hora de volver
a hacerse a la mar.
Desde aquí podremos rumbo a la
cala llamada el “hammam de Cleo-
patra”. Esta cala, profunda y per-
fectamente abrigada, no solo ofrece
aguas turquesas ideales para el baño
1
Las resguardadas calas hacen posible fondear
con el ancla por proa y un cabo a tierra.