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Trincaje
SUPERYATES
aparece la capacidad e información adicional requerida
por estándares internacionales. Si utilizamos unas eslin-
gas de cierta calidad no se pudrirán, no se enmohecerán y
resistirán a todo tipo de bacteria, al igual que a muchos
productos químicos. Hay que evitar que tengan vueltas
sobre sí mismas, sino perderían funcionalidad. Es aconse-
jable, además, poner algún material que evite el roce de
la eslinga contra el casco de la embarcación.
Los flatracks, al ser contenedores especiales para cargas
de gran volumen, ya van preparados para poder trincar
las piezas que se deben cargar, incluso al ser el suelo de
madera permite clavar y fijar tacos de madera como topes
para la propia cuna. Si el transporte se va a realizar en un
barco especial portaembarcaciones, lo que se debe hacer
es soldar la propia cuna —suministrada y propiedad de la
compañía naviera— al suelo del buque y, a la vez, soldar
unas pletinas rodeando el apoyo de la cuna.
Uso de eslingas
¿Cuántas eslingas deberemos de utilizar para un correcto
trincaje? Vamos a tratar este punto evitando hablar de las
formulas físicas existentes y así entenderlo de una forma
más simple y sencilla. Siempre, en unos límites de seguri-
dad muy superiores a los calculados físicamente. Destacar,
además, que esta forma de trincar es muy habitual en los
barcos especializados portaembarcaciones.
En primer lugar deberemos de tener en cuenta los si-
guientes aspectos para determinar el número y la clase de
eslingas textiles o de nailon que hay que utilizar:
Peso de la embarcación.
Distribución del peso.
Centro de gravedad.
Resistencia de las eslingas.
El peso de la embarcación tiene que venir dado previa-
mente. A poder ser, disponer de un plano con el peso y,
sobre todo, con el centro de gravedad indicado por si tu-
viéramos que tenerlo en cuenta.
Para hacer más sencilla la operación, y evitar así que-
darse corto con los puntos de anclaje, se utilizan eslingas
de cinco toneladas cada una. Amarrando con un total de
x eslingas hasta llegar al 100% del peso total del barco,
tanto en estribor como en babor, es decir, si la embarcación
pesara 25 toneladas necesitaríamos cinco eslingas por lado
para cubrir el 100% del peso en cada lado. Y del mismo
modo tanto en proa como en popa, pero en este caso sería
más que suficiente un 30% del peso. En el caso que el
punto de gravedad estuviera muy a popa sería conveniente
reforzar algo más esa zona. Es también importante que los
ángulos que formen las eslingas sean de unos 35 grados
para aprovechar al máximo su eficacia.
Hay casos en que el 70% del peso total de la embar-
cación estaba desplazado muy hacia la popa, donde se ha
tenido que prestar mayor atención al modo de trincarlo y,
sobre todo, a la hora de izarlo.
Atención al lugar donde se enganchan las eslingas en
la embarcación, ya que si no elegimos bien el punto y el
paso de ésta podemos tener roturas y/o daños inesperados.
Se debe evitar partes delicadas y buscar puntos reforzados
como las bitas y las cornamusas.
Para librarse de problemas posteriores, es recomendable
solicitar el informe de un supervisor autorizado una vez
finalicen las operaciones de carga y trincaje.
El autor es director de Yachts inMotion, S.L., y asesor en transporte internacional.
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1.
Trincaje
de la cuna al
contenedor
flat rack.
2.
Toda
logística y
cálculos para
proceder al
trincaje del
barco.
4.
Detalle
de una
embarcación
con el trincaje
en la proa.
5.
Una
Tiara 3900
preparada
para su
transporte.
6.
Velero
trincado
según las
necesidades
exigidas.
3.
Cuna
posicionada
sobre una
cama de
contenedores
flat racks.