Bavaria Cruiser 46
[PRUEBA VELA]
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El timonel necesitará, sin embar-
go, desplazarse por la bañera para re-
glar las escotas, pues las de génova
van a unos winches situados a la mi-
tad de la brazola, mientras la mayor
se maneja mediante dos winches si-
tuados ya en el tejadillo. Como he-
mos dicho antes, la estabilidad de
rumbo facilitará regular las velas y
gobernar estando solo en cubierta.
Cabe mencionar también el ge-
neroso número de escotillas, todas
rasantes y con buenos desagües in-
tegrados; el rompeaguas suficiente-
mente alto, aunque sin ranura para
acoger una capota; los cofres que se
abren bajo una sección de los ban-
cos, y el espacio de estiba situado a
los pies del timonel.
El acabado de las superficies y la
forma del molde es impecable, con
buenos remates. Es una lástima que
la regala de aluminio, con sus ga-
teras pequeñas y de cantos afilados,
desluzca el conjunto.
METROS CÚBICOS DE
VOLUMEN
En el interior la disposición es con-
vencional pero, en la versión pro-
bada, nos sorprendió el espacio
desaprovechado que mostraba el ca-
marote de proa. Había allí una ca-
ma doble centrada y con cabezal en
proa que, por supuesto, complacerá
a cualquier armador. Estantes, gave-
tas, alacenas y armarios jalonaban los
5.
El suelo
generoso empieza
ya en el vestíbulo,
donde la escala
tiene cuatro
peldaños y poca
pendiente. Los
techos blancos
complementan
el revestimiento
machihembrado
de las bordas,
donde hay
portillos. La
iluminación es
generosa.
Destaca la abundancia, solidez y tacto de la
ebanistería, y una instalación mecánica impecable.
ASEOS PARA TODOS
Los camarotes de popa gozan cada uno de
ellos de un baño privado. En proa el baño se
divide en zona de aseo y ducha, cada uno en
un recinto cerrado. Eso hará más práctico su
uso con dos camarotes delanteros y un baño a
repartir entre cuatro pasajeros.
SUSTITUTO PARA LA MESA DE CARTAS
Habrán notado nuestros lectores que no
hay en este Cruiser un rincón de navegación
propiamente dicho. La alternativa está en la
mesa de la sala, que opcionalmente puede
contener un pupitre similar al de las mesas de
cartas.
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©
Bavaria/J. Kelagopian
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