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Trucos
[CRUCERO PRÁCTICO]
Albert Puerto
Navegación
Acastillaje
U
na sonda portátil toma la lectu-
ra sin tener ningún transductor
fijo instalado a bordo. No es necesario
montar ningún instrumento, cortar,
atornillar... nada de todo eso. Sólo
tiene que poner en funcionamiento el
instrumento y leer la profundidad en
la correspondiente pantalla.
Desde hace unos años existe en el
mercado un modelo de sonda portá-
til del tamaño de una linterna que
puede llegar a medir hasta 75 metros
de profundidad. Se sumerge en la su-
perficie del agua apuntando hacia el
fondo e inmediatamente informa de
la profundidad. Está destinado a las
neumáticas de submarinismo.
Otro modelo consiste en un trans-
ductor flotante autónomo que envía
los datos vía radio a una pantalla
donde se representa incluso el tipo de
L
a generalización de la aplicación
de rodamientos a la construcción
de poleas ha permitido la disminu-
ción del tamaño, del peso del acasti-
llaje y una menor pérdida de carga.
Todo el acastillaje tiene una carga de
trabajo máxima y una de rotura nota-
blemente mayor. La de trabajo define
la fuerza máxima sin perder presta-
ciones, y a partir de ahí, hasta la carga
de rotura, es coeficiente de seguridad.
En las poleas con eje tradicional la
roldana gira sobre el eje, por lo que
se crea más fuerza resistente de fric-
ción debido a que la carga se trans-
forma en presión de la roldana sobre
el eje. Si se intercalan rodamientos,
aumenta la superficie de contacto
entre la roldana y el eje de giro,
por lo que la pérdida de carga
es mucho menor. Una polea con
rodamientos mueve más fácilmente
una carga superior, que incluso se
puede variar dependiendo del tipo
de rodamientos utilizados. En es-
cala ascendente el orden es: nylon,
acetal, torlón, delrin, carbono y ace-
ro. Las bolas laterales que se obser-
van entre las cachas y la roldana sólo
sirven para alinear la roldana, impi-
diendo que se frene al rozar contra
las cachas laterales, siendo los roda-
mientos interiores los que definen
las prestaciones de la polea.
Sondas autónomas portátiles
fondo, es decir, muestra característi-
cas de sonda gráfica. Esta señal tam-
bién se recibe desde un reloj de pulse-
ra que indica la profundidad, aunque
en este caso no se comporta como
una sonda gráfica. Esta información
es muy práctica para los amantes del
submarinismo y de la pesca, para pre-
parar un fondeo, etc...
V
ariar el ángulo de tiro de la es-
cota de génova es básico para
optimizar el rendimiento de esta
vela. Esto se consigue adelantando
o retrasando el escotero, ya sea en
continuo mediante un aparejillo
o moviéndolo a mano frenando el
carro mediante un pasador que se
introduce en las perforaciones que
presenta el carril.
Para mover el escotero sin apa-
rejillo, se elimina la tensión de la
escota ya sea largando escota o des-
ventando la vela orzando un poco.
Otro método consiste en pisar la
escota entre la vela y el escotero
minimizando la deflexión y facili-
tando de este modo la regulación
del carro. Pero hay más trucos para
el movimiento del escotero. Para
retrasar un escotero se cazará más
escota una vez liberado el freno
del carro. Este aumento de tensión
en la escota conlleva un aumen-
to de las fuerzas originadas por la
deflexión del cabo en la polea mo-
viéndose el escotero hacia popa.
Para adelantar el carro se amarra
directamente el puño de escota de
la vela con el escotero mediante un
cabo, normalmente el propio chi-
cote de la escota, y se larga escota
seguidamente una vez liberado el
freno. Al largar escota el puño va
hacia proa llevándose con él al es-
cotero.
Vela
Poleas de bolas y
rodamientos
El escotero de
génova