146
[OCÉANOS]
Volvo Ocean Race
al mundo, el equipo encabezado por Charles Caudrelier
vio cómo sus esperanzas de triunfo empezaban a difumi-
narse al romper el mástil en la etapa reina, entre Auc-
kland y Itajaí. Seguramente –y a juzgar por la cantidad
de averías de las que han informado- este es el equipo
que más ha forzado el material; también puede ser que
no hayan forzado más que sus rivales, pero que estos
hayan optado por esconder sus problemas.
El mayor beneficiado por este bajón de
Dongfeng
ha
sido el
Team Brunel
holandés, encabezado por Bouwe
Bekking, viejo conocido de los navegantes españoles,
con quien corría el cántabro Pablo Arrarte.
“Las condi-
ciones meteorológicas no han sido muy duras, pero los
barcos son muy iguales y eso lo ha hecho muy intenso”,
aseguró tras concluir la prueba.
LA FRUSTRACIÓN DE IKER MARTÍNEZ
Mucho menos satisfecho estaba Iker Martínez, que no
pudo lograr que el
Mapfre
acabara entre los tres prime-
ros. Cierto que, tras poner en marcha el proyecto muy
tarde y unos inicios ciertamente defraudadores, el equi-
po fue de menos a más, y se vio muy perjudicado por
tres penalizaciones en algunos casos como mínimo muy
discutibles. Es de esperar que la organización retoque
algunos puntos del reglamento –como la penalización
por reforzar el casco durante una etapa ante el peligro
de deslaminación, pese a que el mismo jurado reconoció
que esta reforma no había supuesto ventaja alguna para
el equipo-. De todas formas, el daño en la clasifica-
ción de esta Volvo ya está hecho.
Lo que nadie esperaba es que el cuarto pues-
to del
Mapfre
fuese conseguido en el último
suspiro, empatado a puntos con el joven-
císimo equipo turco-norteamericano
del
Alvimedica
, que también ha ido
mejorando a medida que avanzaba la
vuelta al mundo. De hecho, solo la suerte en la última
etapa, cuando los españoles superaron al
Dongfeng
en el
último momento gracias a una racha muy particular y la
extraordinaria pericia de Martínez en la inshore de Go-
teburgo han permitido salvar los muebles y no terminar
en un quinto puesto que hubiese tenido sabor de fracaso
casi absoluto.
La presencia de un equipo íntegramente femenino
no debería quedarse en una mera anécdota. Sin embar-
go, parece evidente que la falta de fuerza y resistencia
física penalizó al
SCA
: últimas en casi todas las etapas,
brillaron en cambio en las regatas inshore, muy cor-
tas por definición y celebradas casi siempre con poco
viento.
EL FUTURO DE LA VOLVO
Es evidente que la organización de la Volvo parece muy
satisfecha con la fórmula de los barcos monotipos, que
con ligeros retoques serán los mismos en la próxima
edición. Tampoco parece desear un gran incremento
en el número de participantes, para garantizar así a los
patrocinadores un buen retorno de su inversión. Lo que
no está tan claro es que esta nueva forma de disputar
una vuelta al mundo, con los barcos casi siempre en
contacto y en la que se impone más la táctica propia de
una regata costera
que la estrategia
de una navegación
oceánica, sea del
agrado de los
espectadores
conocedores del
tema. Pero este
ya es otro cantar.
Las chicas del
SCA
brillaron
en todas
lasregatas
costeras,
cortas y con
poco viento.
©
Yann Riou Corinna Halloran/Team SCA
©
Francisco Vignale
Iker Martínez
no pudo
lograr que
Mapfre
acabara en el
podio.
