Puesta a punto y carenado del barco
[MANTENIMIENTO]
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tener que decapar completamen-
te el casco, ya sea con agua a pre-
sión o con chorro de arena. Ambos
procedimientos son muy efectivos y
permiten retirar todas capas de an-
tiincrustante dejando una carena li-
sa como la de un barco nuevo. En
cuanto a elegir la marca, es difícil
aconsejar, ya que un producto que
da buenos resultados comprobados
en una zona concreta puede darlos
mediocres en otra y viceversa.
PREPARAR LA
CARENA Y APLICAR EL
ANTIINCRUSTANTE
No hay que dudarlo: hay que lim-
piar el casco con pistola de agua a
presión desde el mismo momento
en que saquemos el barco del agua.
Inmediatamente después hay que
quitar todo el caracolillo y las algas
que queden en el casco. Delimitare-
mos después las zonas a cubrir con
cinta adhesiva y ya podemos pasar
al antiincrustante. Este puede apli-
carse a brocha o a rodillo. En cuan-
to a la aplicación en sí, el intervalo
entre las capas y el tiempo de espera
para devolver el barco al agua, de-
beremos consultar las instrucciones
de uso del fabricante.
Cuando usamos antiincrustante
de matriz dura, con el paso de los
años las capas se superponen por lo
que, un día u otro tendremos que
considerar efectuar un decapado
completo (agua a presión o chorro
de arena). Con una matriz erosio-
nable, tardaremos más en tener que
planteárnoslo.
APROVECHE EL
CARENADO PARA
CAMBIAR LOS ÁNODOS
La corrosión no afecta solamente a
los cascos de acero o de aluminio.
Se presenta en todos los barcos des-
de el momento en que hay a bor-
do piezas metálicas en contacto con
el agua. Para proteger estos equipos
metálicos, la solución es usar un
elemento cuyo potencial sea tal que
sea el primero en ser atacado. Pa-
21
22
25
26
23
En un barco a flote durante largo tiempo se
estima el desgaste del ánodo de un 60-70% anual.
21.
Aspecto
de un ánodo
que hay que
cambiar.
22.
Ánodos de
timón y hélice.
23.
Ánodo de
eje.
24.
El
caracolillo
inutiliza las
correderas.
25 y 26.
Ánodos del
propulsor y
de cola en
un motor
saildrive.
24
ra ello se utilizan los ánodos de sa-
crificio. Los astilleros prevén dónde
colocarlos (eje de la hélice, timón,
flaps, etc…). Es aconsejable respe-
tar estas ubicaciones. Un ánodo es-
tá concebido para desgastarse con el
tiempo. Es tan preocupante que no
se desgaste como que lo haga muy
rápidamente. En el primer caso, el
que hará el papel de ánodo será al-
guna parte del barco (válvula de
fondo, eje, pernos, etc…). En el se-
gundo caso es indicativo de que hay
una fuga eléctrica.
Es difícil cuantificar un desgaste
normal. Depende del barco, de su
entorno y del puerto. En un barco
que esté permanentemente a flote, se
estima como normal que un ánodo
tenga un desgaste del 60-70% en
un año. Aproveche el carenado pa-
ra cambiarlo. Para asegurar la máxi-
ma eficacia la unión mecánica con
las piezas a proteger (eje, timón, hé-
lice….) debe ser perfecta. Nunca hay
que poner nada ni ningún producto
entre el ánodo y el metal a proteger.
Igualmente, es evidente que debe
estar en contacto con el agua. Nun-
ca hay que recubrirlos con pintura o
antiincrustante.