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Transporte
SUPERYATES
1.
Estibar la
embarcación
en un barco
portacon-
tenedores
resulta
bastante
económico.
2.
Izado a
bordo de un
contenedor
flatrack en
un barco
portaconte-
nedores.
3.
La gran
mayoría de
las puertas
de acceso a
los grandes
mercantes
tienen cinco
metros de
altura.
nas del propio contenedor sin dañar la embarcación.
Operación bastante económica.
La manga debe ser menor de seis metros, ya que la
mayoría de puertos en España no puede manipular
medidas superiores por no disponer de separadores de
eslingas de más de seis metros.
No debe de pesar más de 45 toneladas (incluidos agua
y combustible).
Tiene que disponer de cuna para su apoyo.
2. Barcos de carga rodada
Para poder introducir las embarcaciones en este tipo de
barcos, ya que son parecidos a garajes, se necesita que
la cuna de la embarcación disponga de ruedas. En caso
contrario, se fijaría sobre una plataforma similar a un
contendor flatrack (abierto por arriba y por los lados
largos) pero con ruedas.
En estos barcos hay bastantes limitaciones por las me-
didas dependiendo del tipo de embarcación y de la mer-
cancía ya estibada en ellos.
La gran mayoría de las puertas de acceso a estos bar-
cos tiene un altura aproximada de cinco metros, lo que
quiere decir que si le sumamos a la altura de la embar-
cación, aproximadamente, 90 centímetros del mafi, más
la altura de la cuna, el total debe ser menor que la altura
de la puerta.
3. Barcos especializados portaembarcaciones
Cualquier tipo de embarcación sin límite de medidas
puede ser estibada en este tipo de barcos.
Si no se dispone de cuna de apoyo, y/o es muy difícil
conseguirla, no nos tiene que preocupar: estas compa-
ñías suministran cunas que son standard y se adaptan
a cualquier tipo de embarcación. Y si hace falta, se
fabrican
in situ
especialmente para ese tipo de barco.
Es una operación complicada y, a su vez, espectacular,
pero al estar dirigida en todo momento por personal
de la propia compañía naviera está más que controlado
cualquier mínimo detalle, demostrando desde el primer
momento profesionalidad y seguridad.
Estibar la embarcación
Una vez elegido el tipo de transporte, según los precios
obtenidos y los criterios mencionados más arriba, hay dos
elementos que son vitales para la seguridad de estiba de la
embarcación a bordo del barco durante su travesía:
La cuna: si la suministra el propietario de la embarca-
ción tiene que acoplar perfectamente con el casco, pues
podría dañarlo y mermar de apoyo a la embarcación, lo
que restaría estabilidad y seguridad.
Las cunas que suministran las compañías especializadas
son estándar, por lo que se adaptan a cualquier tipo de
casco. Eso sí, su posición debe ser justo en la parte del
casco donde están situados los refuerzos de su propio es-
queleto y así evitar que el peso pudiera dañarlo.
Trincaje: esta es la operación que va a determinar el éxito o
el desastre final del transporte. Aquí no se puede escatimar.
El trincaje es lo que va a impedir los movimientos, aunque
sean mínimos, tanto de la cuna como de la embarcación
durante la travesía. En esta operación hay que tener mucho
cuidado donde se amarran las cinchas, teniendo que evitar
partes delicadas de la embarcación y buscar puntos sufi-
cientemente fuertes y resistentes, como las bitas.
Como se ha podido observar hay muchos detalles a te-
ner en cuenta tanto a la hora de elegir el tipo de trans-
porte como para realizar una estiba correcta y segura de
la embarcación. Por todo ello es necesario recurrir a una
empresa especializada en transporte de embarcaciones para
asegurarse el éxito del transporte.
El autor es director de Yachts inMotion, S.L., y asesor en transporte internacional.
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El transporte de embarcaciones de recreo
por vía marítima se ha especializado en los
últimos años de una manera asombrosa,
quizá porque sea una de las mercancías
más delicadas para manipular, tanto por su
naturaleza como, sobre todo, por su valor.