[A BORDO]
Sunseeker 86 Yacht
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dos cabinas de invitados; y otra central entre el pequeño
salón-dinete de acompañamiento y el puesto de gobier-
no, que conduce a la cabina VIP de proa.
El propietario dispone de una cabina en el centro del
barco y a toda la manga, con cama central. La banda de
estribor se destina a un tocador longitudinal, que podrá
reconvertirse si así se desea en escritorio, mientras que
la de babor queda ocupada por dos sofás individuales ja-
lonando una mesilla baja. A ambos lados de la cabecera
de la cama una puerta conduce al baño, con ducha se-
parada, y la otra en el lado contrario da paso al vestidor.
No falta un televisor de 40” ni un completo sistema de
audio, suficientes tomas de corriente y, por supuesto,
aire acondicionado en todos los ambientes.
Las dos cabinas de invitados quedan situadas más a
popa, entre la del armador y el mamparo insonorizado
de la sala de máquinas. Ambas están dotadas, en princi-
pio, de camas individuales y, por supuesto, disponen de
baño propio, ropero, televisión y audio.
La cabina VIP queda separada del resto y a ella se
accede como se ha dicho, mediante una escalera pro-
pia que arranca de la cubierta principal. También ocupa
toda la manga y dispone de todas las comodidades del
resto, compartiendo con la del armador el hecho de dis-
poner de grandes ventanas sobre el mar a ambas bandas.
La tripulación, por su parte, dispone de su propia
sala de estar a la que se accede desde popa, con aire
acondicionado, lavandería y dos cabinas cuya distribu-
ción varía en función de si se opta o no por el garaje
en popa.
4
3.
La
separación
funcional de
los volúmenes
evita las
barreras
visuales.
4.
El bar
de proa:
un rincón
ideal para
socializar.
AL AIRE LIBRE
Sería a vista de pájaro como mejor se observaría el apro-
vechamiento de los espacios exteriores que logra el dise-
ño creado por el equipo de la casa. Desde proa —donde
se sitúa el espacio destinado a toma de sol, con un gran
sofá en U y una enorme superficie de solárium— hasta
popa, no se desaprovecha un solo centímetro para lograr
áreas destinadas al disfrute de la vida al aire libre. Tanto
es así que incluso, y a media eslora, es posible desplegar
una pequeña terraza sobre el mar desde donde disfrutar
del fondeo o usarlo como trampolín.
También la cubierta de popa, a la que se accede des-
de el interior por una gran puerta de vidrio corredera,
permite sentarse confortablemente en un banco en U