Absolute 45 STY y Fly
[PRUEBA MOTOR]
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10 y 11.
El espacio
de la cocina ocupa
la zona de entrada
de la cabina, en
comunicación
directa con la
bañera para dar
servicio a ambas
áreas.
12.
El salón de
la Absolute 45
disfruta de unas
dimensiones
formidables, y de
una luminosidad
fuera de serie
gracias a los
enormes ventanales
que llegan hasta la
cubierta.
13.
Arriba no falta
un módulo de
servicio completo,
que puede
incorporar una
parrilla y nevera.
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tación en las dimensiones ha obli-
gado a una buena disposición de la
relojería, los interruptores —en un
cuadro eléctrico bajo el asiento del
piloto que necesitan una protección
como una puerta de metacrilato,
por ejemplo—, la pantalla multi-
función, las palancas y el joystick,
entre otros elementos.
Por el contrario, en la versión Fly,
el puesto es algo más austero, pero
no en equipamiento, sino en el di-
seño del asiento y la consola, que
apenas estorban en la gran terraza
abierta.
En general, dos puestos más que
correctos, sin excesos, elegantes,
con detalles como el volante forra-
dos de piel y regulable, y que dis-
frutan de buena visibilidad.
INTERIORES
Elegancia de líneas, diseño mini-
malista, espacios sin agobios y bien
distribuidos, basados en una planta
a dos niveles, abajo con dos cabinas
cada una con su baño, y arriba con
un gran salón con y cocina comple-
ta, además del puesto de gobierno.
La diferencia principal entre la STY
y la Fly en este sentido es que el sa-
lón de la primera disfruta de mucha
más luminosidad gracias al enorme
techo corredizo de vidrio, por lo
que se percibe una mayor sensación
de espacio.
En la versión Fly el salón no dis-
fruta de tanta luz, aunque las crista-
leras laterales, que llegan casi hasta
el nivel de la cubierta permitiendo
una vista panorámica estando sen-
tados en los sofás, y la puerta de
cuatro hojas de popa, conceden la
suficiente luminosidad natural a
todo este espacio principal.
Absolute fue uno de los primeros
astilleros en situar la cocina junto a
la bañera, de este modo se puede dar
servicio tanto a la dinete del exterior
como al salón de la cabina. La nevera,
de dos cuerpos, a estribor, sin estor-
bar, y en el lado opuesto el mueble
de la cocina, adosado al sofá del salón
y aprovechando la forma de L con un
mueble perfectamente equipado con
horno, vitrocerámica, fregadero y
armarios altos. Todo perfectamente
ubicado y en sus justas dimensiones,
sin entorpecer la entrada.
En el centro de esta planta la gran
dinete, con un sofá en forma de U,
para siete personas se basa en una
mesa de doble ala, que se podría
convertir en una cama doble para
incrementar las plazas del barco en
dos más. A nuestro juicio esta gene-
rosidad en las dimensiones deja el
paso central del salón algo limita-
do, pero por otra parte se aproxima
más al sofá del lado opuesto para que
se pueda integrar en tono a la mesa
abierta. Tras el sofá del lado opuesto