[PRUEBA VELA]
Solaris 55
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la ola de proa suavemente, sin cla-
varse, sin escoradas bruscas y por
tanto sin perder velocidad. A es-
te comportamiento no son ajenas a
nuestro criterio las eficientes palas
compensadas del timón, reforzadas
con un marco de acero y con eje de
inox, profundas y de gran superfi-
cie, ni las formas del casco con una
arista que recorre la obra viva desde
media eslora hacia popa y que hace
que el barco se asiente rápidamen-
te sobre el costado y navegue desde
el principio sobre su eslora dinámi-
ca máxima, manteniendo una escora
estable, fácil de controlar, y un rum-
bo firme sin que la rueda obligue a
corregir continuamente.
A la hora de probar las prestacio-
nes con gennaker, el viento subió a
17,5-18 nudos. Límite para esta ve-
la, pero que no fue óbice, con una
tripulación conocedora del barco,
para izarla y lanzar al Solaris a 13
nudos con absoluta tranquilidad.
De pie a la rueda, bien apoyados en
el reposapies o sentados en la ban-
da, la posición era cómoda y la vi-
sión total. La rueda se llevaba con
dos dedos, respondía con suavidad y
firmeza y las palas controlaban la di-
reccionalidad el rumbo con una es-
tabilidad pasmosa. En aquellas con-
diciones la navegación era un placer
absoluto. Uno era plenamente cons-
ciente de la potencia que generaba
el trapo en el casco y la sentía bajo
los pies a cada arrancada, pero tam-
bién de que todo estaba bajo control
y que aquel casco y aquellos timo-
nes harían lo que uno les solicitase,
sin sorpresas ni forzando la rueda.
Cierto que con alguien ayudan-
do a los winches que reúnen la ma-
niobra frente a la consola, uno po-
3.
Proa limpia con
el enrollador bajo
cubierta.
4.
La posición al
timón es cómoda
y se disfruta de
visibilidad.
5.
Banquetas
amplias y largas,
con cofres, y
superficies limpias
de obstáculos.
6.
Escota de mayor
anclada en la
bañera y reenviada
a los winches de
las bandas, lo
que deja el plan
totalmente limpio.
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