[ESPECIAL EQUIPO]
Frío a bordo
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envía a presión a un circuito donde
se expande, se evapora y produce
frío, reiniciándose después el ciclo.
Dos grandes familias se reparten
el mercado: el compresor hermético
y el semihermético. El hermético
tiene forma de dos medias conchas
soldadas entre ellas. El compresor y
su motor están en el interior de este
recinto. La mayoría de marcas usan
el mismo compresor. La diferencia
entre ellas está en el conjunto de
los componentes, que conlleva
un compresor, un evaporador y
un condensador. El compresor
aspira el gas que proviene del
evaporador y lo comprime para
que la temperatura de saturación
sea superior en algunos grados a
la de la temperatura ambiente.
El evaporador, colocado en el
refrigerador, no es más que un
intercambiador térmico. Roba
calor. El gas se evapora en el
evaporador e intercambia, con la
temperatura ambiente reinante en
el refrigerador, la cantidad de calor
necesaria para esta evaporación.
Queda el condensador. Su papel
es el de evacuar el calor cedido
por la licuefacción de los vapores
comprimidos por el compresor
y pasarlos al medio ambiente.
El serpentín que hace las veces
de condensador está en función
del volumen a refrigerar. Está
formado por simples hilos para los
volúmenes pequeños (90 a 120
litros) y de aletas más o menos
grandes para volúmenes superiores.
Este condensador calienta y debe
ser enfriado. Lo más sencillo, para
volúmenes pequeños y medios, es
un ventilador. Más allá de los 300
litros y para los congeladores, es
conveniente que sean enfriados por
agua. En verano, sin enfriamiento
(pequeño volumen y condensador
La unidad
electrónica
es un
componente
que no es
reparable,
por lo que
aconseja
llevar una de
repuesto.
El termostato
asegura la
regulación de la
temperatura en
el interior de la
cubeta de frío.
L
as averías más frecuentes en un conjunto de
frío son: la placa de regulación electrónica, el
termostato, el ventilador y las fugas de gas frigorífico.
La placa de regulación colocada entre la batería y
el compresor, transforma la corriente continua de las
baterías a 230 voltios para alimentar a este último y
asegurar su protección.
Es un componente que no es reparable (electrónica encapsulada en la resina). Si hay
un problema técnico, debe cambiarse. Es una avería relativamente rara, pero en navegación
larga de altura, mejor llevar una de recambio.
El termostato asegura la regulación de la temperatura en el interior de la cubeta de
frío. Pueden ocurrir dos cosas; que ya no regule con lo que el grupo gira continuamente
proporcionando un frío máximo o bien está cortado y ya no hace que el grupo gire. Si el grupo
gira continuamente, basta pararlo de vez en cuando, por ejemplo una hora de marcha y una de
paro. Si el grupo no gira, pueden conectarse los dos bornes del termostato sin problema.
Si el condensador calienta exageradamente, hay que comprobar que el ventilador funcione
bien.
La pérdida de gas frigorífico es más o menos grave en función de la importancia de la fuga. Si
se trata de una microfuga y disponemos a bordo de una botella de gas frigorífico (indispensable
en una gran travesía), podemos hacer una recarga de fortuna. Si la fuga ha vaciado
completamente el circuito, no se puede reparar a bordo.
Mi refrigerador no funciona
La solución más eficaz en crucero
es el enfriamiento por agua.
El compresor
independiente
permite
aprovechar
mejor los
rincones
disponibles en
el barco.
Las averías de la nevera más comunes dependen
de la placa de regulación electrónica, el
termostato, el ventilador y las fugas de
gas frigorífico.