[PRUEBA MOTOR]
Bayliner Heyday WT1 y WT2
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NAVEGACIÓN Y
CONCLUSIONES
Navegar estas WT, la 1 o la 2 es
como ir a toda pastilla con una
moto acuática, o al menos esa es la
sensación al efectuar giros bruscos
a altas velocidades. Ambas carenas
se mantienen perfectamente planas
en viradas bruscas, apenas escoran y
tienen una capacidad de aceleración
—sobre todo la WT2— que, a de-
cir verdad, casi asusta. Nada menos
que tres segundos para planear ne-
cesita la mayor de las dos lanchas.
No hemos visto nada igual en una
lancha de esta eslora. Y la WT1, un
poco más pequeña, planea en cinco
segundos, como una lancha de alta
competición. En este sentido ambas
embarcaciones son endiabladamente
rápidas. La aceleración es brutal. Es
lo que se necesita para sacar del agua
a uno o dos esquiadores.
Por otra parte, lo que no necesita
en una gran velocidad punta. Llegan
a los 33 nudos (la WT2 33,5 nudos)
una buena marca que no necesita
más. El PCM es un motor de la casa
Crusader a gasolina de 5,7 litros que
da 350 Hp, la potencia estándar y
única, por el momento, para estas
deportivas. Una potencia más que
suficiente pero que, según los exper-
tos en estas actividades acuáticas, ha
de ser así para proporcionar un gran
arranque.
Navegamos en agua de Biscarros-
se, un lago en la costa atlántica de
Francia, al sur de Burdeos. Las con-
diciones de agua llana fueron idó-
neas para hacer todo tipo de “barba-
ridades” con estos modelos.
La pequeña es muy ligera, pero
sorprendentemente estable. Muy
manejable. La grande, la WT2, deja
notar su poca eslora de más, de solo
60 centímetros, con algo más de
arranque y velocidad punta por su
mayor asentamiento. La sensibilidad
al volante de ambas es exagerada y
el comportamiento de estas carenas
con cierta forma de ala de gaviota y
hélice con eje no puede ser mejor.
Está claro que navegamos con los
lastres vacíos, ya que cada uno de los
barcos cuenta con un depósito a cada
lado que se carga con un bomba que
toma agua directamente. Cargando
uno de los lados, la estela que se for-
ma hace una ola en el lado opuesto.
Además se dispone de un flap cen-
tral para ajustar el asentamiento del
barco según convenga dependiendo
de las personas a bordo y su distribu-
ción. No obstante echamos en falta
un indicador para conocer la posición
del flap, y también unos indicadores
para saber si el tanque estaba lleno o
no, y cuál se habían vaciado… Un
par de detalles indispensables.
Para la práctica de estos deportes,
el wake y el surf necesitan velocida-
des relativamente bajas, entre los sie-
te y los 12 nudos, dependiendo de la
necesidad de ola y de su proximidad.
En este sentido resultaba bastante
fácil hacer crecer la ola, aproximarla
o alejarla, jugando con el lastre y el
flap. En definitiva, dos barcos muy
especiales, lo que hoy se diría muy
fun, preparados para estas activida-
des, con sus arcos portatablas, músi-
ca y altavoces grandes y una decora-
ción deportiva y juvenil.
11
12
13
14
11.
Al volante
de la WT1 la
sensación del
comportamiento
con el gas a
fondo y en virajes
cerrados es similar
al de una moto
acuática.
12.
Primero se
saca del agua
al deportista
arrastrado por una
cuerda. Una vez
se sustenta sobre
la ola abandona el
cabo de arrastre.
13.
El puesto de
gobierno de la
WT2 está situado
a estribor, y en la
WT1 en el centro.
Conducir esta
lancha en agua
llana como un
espejo es una
experiencia muy
singular, que
permite apreciar las
prestaciones de un
barco hecho para el
wake y el surf.
14.
La mayor de
las Heyday es
endiabladamente
rápida en salida:
planea en tres
segundos. Es
muy estable
y sumamente
divertida. Perfecta
para el wake y el
surf.
El panel de
interruptores de
ambos modelos
cuenta con los
interruptores que
activan las bombas
para llenar los
tanques de lastre
y vaciarlos. Falta
un indicador de
niveles.
Tanto la WT1 como la WT2 llevan depósitos de
lastre para configurar el tipo de estela y ola.