Las nuevas generaciones de anclas
[ESPECIAL equipo]
completa y herméticamente encapsulado en
ella. La segunda característica, que obedece al
mismo fin (clavar el ancla desde el inicio de
la tracción, ya sea en arena, fango o alga) es
el alabeado de la punta de la uña que asegura
el enterramiento y la sujeción en los borneos.
El diseño plano de la parte posterior, está es-
tudiado para que desde el barco se tenga el
menor ángulo vertical, facilita la liberación
en el izado.
Otra característica a destacar en el diseño
es la forma cóncava de la uña del arado lo que
le confiere mayor superficie, le otorga mayor
capacidad de penetración y, en consecuencia,
mayor aguante sin garrear. Finalmente, las
dos aletas laterales aseguran que, en caso de
que se inicie el garreo, dispondremos de una
segunda superficie que se hundirá en el fondo
y contribuirá a que la tracción se efectúe en el
sentido correcto evitando que la uña se levan-
te del fondo.
En definitiva, nos encontramos con un an-
cla de alto desarrollo tecnológico, realizada en
acero inox y con la caña tubular, ligera, resis-
tente, eficaz y con garantía de por vida.
La gama de anclas Ultra consta de 13 mo-
delos distribuidos desde los 5 kilos hasta los
165 kilos, de forma cubre prácticamente to-
das las esloras más habituales del mercado, y
los precios van desde los 450 euros de la más
pequeña, hasta los 7.950 euros de la mayor.
En la gama media, para barcos de hasta 35-
40 pies, encontramos por ejemplo el mode-
lo 8 kilos (apta para un 21-23 pies) por 520
euros; el de 12 Kg (para barcos sobre 256-28
pies) por 725 euros o la de 16 kilos (para
hasta 34-36 pies) por 910 euros. Para un ve-
lero de 42 pies y 12 toneladas, por ejemplo,
recomendaríamos un ancla de 21 kilos cuyo
precio se sitúa en 1.125 euros.
Para calcular que peso, sin embargo, hay
que considerar otros factores además de la
eslora, como el tipo de barco (velero, motor o
catamarán), la longitud de cadena o cabo que
llevemos y su diámetro, el desplazamiento del
barco, y el tipo de fondos sobre los que acos-
tumbramos a echar el ancla. Y recordemos
que siempre hay que decantarse por el máxi-
mo recomendado para una determinada eslora
y desplazamiento, tanto si hablamos del ancla
principal, como si se trata de la de respeto.
El brazo
de la Ultra
es tubular,
formado por
dos piezas y
cada unidad
está soldada
y acabada
totalmente a
mano.