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[crucero práctico]
Revisando el aparejo
Detectar daños ocultos
Texto e ilustraciones de Isidro Martí.
L
a jarcia de un velero
es esencialmente una
máquina. El palo pro-
duce una carga de trabajo
en la jarcia fija, los he-
rrajes y los cadenotes en
cada bordo, trasluchada y
pantocazo. También tra-
baja la jarcia de labor, las
drizas y las escotas
sobre las poleas,
con los movimien-
tos de botavara u otros
aparejos. Incluso cuando
navegamos a motor en un día de cal-
ma, los cables y herrajes están bailan-
do al ritmo de un pistón.
Veamos los elementos y puntos cla-
ve a revisar y qué hay que buscar para
asegurarnos de que nuestra jarcia fija
está sana.
Verticalidad y simetría
Lo ideal sería empezar con el palo
sobre el suelo, pero si no es así lo
revisaremos armado sobre cubierta.
Entonces aflojaremos la tensión de
estays y obenques, para permitir que
el palo tome su forma natural. Con el
ojo a pie de mástil, miraremos el tope
de palo, para comprobar que no tiene
curvatura hacia popa o proa ni hacia
los costados. También comprobare-
mos que no aparezcan abolladuras,
golpes ni grietas. Una abolladura en
la zona de las crucetas es muy mala
señal. Un golpe de botavara en una
trasluchada violenta sobre los oben-
ques de sotavento puede ser la causa.
En caso de apreciar alguno de estos
síntomas, consultaremos con un es-
pecialista.
Grietas y soldaduras
La aleación habitual del aluminio de
los palos y las botavaras es fuerte pero
quebradiza. Tenemos que examinar
el palo y la botavara meticulosamen-
te alrededor de cada pieza unida al
mismo, para detectar grietas o bultos
de los agujeros. Prestaremos una es-
pecial atención
a la unión de las
crucetas con el palo y a los anclajes de
las contras hidráulicas en la botavara.
También comprobaremos que no se
producen rajas en los extremos de los
tubos del palo y de la botavara.
Los topes de los palos suelen estar
soldados. Examinaremos las soldadu-
ras con una lupa. También lo haremos
en el resto de cordones de soldaduras,
especialmente al final, donde se sue-
len iniciar las grietas.
Aspecto exterior
La mayoría de palos de aluminio están
anodizados, algunos están cubiertos
con poliuretano. Los dos tratamien-
tos protegerán al aluminio durante
décadas mientras el recubrimiento
permanezca intacto. Pero es posible
que se produzcan brechas, la mayoría
producidas por causas externas como
la jarcia de labor. Controlaremos las
zonas donde grilletes o mosquetones
de drizas puedan haber producido
daños. Mantener la jarcia alejada del
Subirse a las
crucetas nos
permitirá
comprobar el
estado de los
anclajes y de los
remaches.
Pocas revisiones a bordo merecen que seamos tan
meticulosos como con la jarcia fija. Al desgaste continuado,
las presiones, las cargas y los golpes hay que añadir la
corrosión externa.
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