Protección del sol
[Vida a bordO]
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y el cristalino y, en menor medida,
la retina, siendo responsables de las
mayores patologías oculares, como
las cataratas y los tumores en la piel
de los párpados. Se dice de los rayos
ultravioletas que producen efectos
actínicos —procesos químicos sin
calor—, de modo que el cuerpo hu-
mano no percibe su presencia y ac-
tuación. De ahí que su intervención
sea también en días nublados, apare-
ciendo el efecto de cansancio o enro-
jecimiento de la piel por la noche o
al día siguiente.
Los rayos del espectro visible po-
seen características distintas entre
ellos. Así, los constituidos por fo-
tones de baja energía, como son los
que componen la luz roja, anaranja-
da, amarilla y verde, son inofensivos,
pero los que componen la luz azul y
violeta, con fotones de alta energía,
tienen efectos acumulativos sobre la
retina. Por último, los rayos infra-
rrojos, situados más allá del rojo, son
invisibles al ojo humano, poseen un
bajo contenido de energía y no son
dañinos.
Protección de los ojos
Los ojos deben protegerse de los ra-
yos ultravioletas —invisibles— y de
la luz azul que se encuentra entre los
rayos visibles. La melanina existente
en la piel está presente también en
los ojos y constituye la mejor pro-
tección natural, pero tiende a dis-
minuir con el paso del tiempo. Los
cristales utilizados en las gafas de sol
deben tender a suplir esta pérdida y
han de actuar otorgando una mayor
protección frente a los agentes más
agresivos, disminuyendo progresi-
vamente frente a los demás, que lo
son menos. Así, es necesario dispo-
ner de la máxima protección frente
a las radiaciones ultravioleta, el azul,
el verde, etcétera. La protección
debe utilizarse en las condiciones ex-
tremas de luz, como son el mar o la
playa (en general, junto a la superfi-
cie reflectante del agua), en los solá-
riums, por su color blanco, y en alta
montaña; pero su uso es aconsejable
en todos los casos de permanencia al
exterior, por ejemplo al conducir un
vehículo o, incluso, en los días nu-
blados claros.
No todas las gafas de sol son vá-
lidas para resolver los problemas
antes expuestos. El hecho de poseer
un cristal o lente oscuro o de un
color determinado no supone nin-
guna protección, pues esta depende
también de la composición. Existen
Muchos yates
open utilizan
ahora el techo
duro para
proteger del
sol la mayor
parte de la
bañera.
E
l factor de protección de los filtros solares viene indicado con un número.
El factor es un coeficiente multiplicador del tiempo de exposición, res-
pecto de la misma piel sin protección. Un factor de protección 2 significa que
es posible permanecer al sol el doble de tiempo que sin esa protección. Por
ejemplo: si lo normal sin protección fuesen 10 minutos, con el factor 2 podría-
mos estar 20 minutos. Un factor 20 equivale a multiplicar por 20 el tiempo de
exposición, es decir 200 minutos o tres horas y veinte minutos. Sin embargo,
es preferible aumentar las precauciones y protegerse con más frecuencia que
la indicada por el factor correspondiente.
Cálculo del tiempo de exposición
Pieles sensibles
Pieles normales
Días Horario
Duración
Horario
Duración
de 9 a 10 5 minutos
de 9 a 10
7 minutos
2º de 9 a 10 10 minutos
de 9 a 10
15 minutos
3º de 10 a 11
15 minutos
de 10 a 11
20 minutos
4º de 10 a 11
15 minutos
de 11 a 12
25 minutos
5º de 10 a 12 20 minutos
de 11 a 13
35 minutos
6º de 11 a 12 25 minutos
de 11 a 13
35 minutos
7º de 11 a 13 30 minutos
a voluntad
a voluntad
Los toldos
plegables for-
man parte del
equipamiento
de la mayoría
de las embar-
caciones.
Tiempo máximo aconsejado en los primeros días de exposición solar
El horario se refiere a las horas entre las cuales puede incluirse el período
señalado en “duración”, teniendo en cuenta que el horario es solar, añadien-
do una o dos horas según los países (en verano hay que sumar en España dos
horas). Siempre es preferible alejarse de la franja horaria del mediodía solar.
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